Estancias muertas

Estancias muertas

Viajemos a lugares repletos de huellas de vidas pasadas, de presencias disipadas, de historias menudas y de provincianos mitos, a través de este artículo de Jesús Greus.

Se escucha la sirena de un barco…

Se escucha la sirena de un barco…

«Días más tarde, conocí que ese barco hizo una larga y peligrosa travesía hasta llegar a La Habana, sin poder lograr su anhelo. Seguimos la estela del barco y nos encontramos que en el San Luis, viajaban personas llenas de esperanzas por comenzar una vida nueva; atrás habían dejado su tierra, sus costumbres, su pasado y pre­sente vivido en los campos de concentración… ». Crónica por Beatriz Celina Gutiérrez Gómez.

Vecinos

Vecinos

Exposición de retratos y paisajes de Marruecos, realizados con diapositivas de revelado químico a finales de los ’70, por el autor madrileño Miguel Iglesias Sanz.

Armando Machado García, semaforista del puerto de La Habana

Armando Machado García, semaforista del puerto de La Habana

El servicio del Semáforo del puerto de La Habana, situado en la fortaleza de El Morro, se puso en marcha en 1888. Beatriz Celina Gutiérrez Gómez entrevista a Armando Machado García, semaforista durante toda su vida, que ha mantenido la tradición de este trabajo en la bahía habanera.

Caradrios en Asturias

Caradrios en Asturias

Tallas de caradrios, el ave fantástica, perdidas durante cientos de años, reencontradas en el monasterio de San Pedro de Villanueva, en Cangas de Onís. Artículo por Antonio García Francisco.

Pedro Botero en Abamia

Pedro Botero en Abamia

Pedro Botero fue (o es, vaya usted a saber) un diablo ya famoso en la Edad Media, que ostentaba un cargo muy delicado, pues era ni más ni menos que el encargado de alimentar con fuego las calderas del infierno. (Artículo por Antonio García Francisco).

Paraísos para libros y lectores

Paraísos para libros y lectores

«Hay dos pueblos que visité en el pasado y no me resisto a glosar por haberse convertido en emblemático refugio de los libros, esos recipientes de papel donde, en palabras de Emilio Lledó, reposa el tiempo y —añadiría— el espíritu se crece» (artículo por J. Gustavo Catalán Fernández).

La Mata Hari cubana

La Mata Hari cubana

La intrepidez y belleza de La Macorina le permitió infiltrarse en los círculos más floridos de la sociedad cubana de la época. Su personalidad seductora y sus bellísimos ojos la convirtieron en una de las más elegantes y famosas prostitutas de la época… (artículo por Beatriz Celina Gutiérrez Gómez).