Las tallas «perdidas» durante cientos de años, reencontradas en Cangas de Onís

artículo por
Antonio García Francisco

E

l 12 de enero de 2021 publicamos en el blog de Radio Cangas una entrada titulada El caradrio. Una criatura fantástica y dónde encontrarla, a cuya lectura remito antes de continuar.

En ella dimos cuenta de que en la Edad Media circuló por Europa la leyenda de una criatura, concretamente un pájaro, del cual ya se hablaba entre los siglos II y IV en la obra Physiologus, el abc de los conocimientos naturalistas de los antiguos clásicos grecolatinos, conocimientos que, sin ningún pudor, mezcla con historias, leyendas, supersticiones y creencias religiosas de todo tipo, cosa que gustaba a las gentes sencillas.

Decíamos también que fue traducido primero al latín en el siglo VIII y, posteriormente, a todos los idiomas conocidos del momento, hasta llegar a la Edad Media. Poco a poco se fue convirtiendo en una fuente imprescindible de conocimientos, de manera que todo lo que se narraba en él era tenido como una verdad irrefutable.

Hecha esta introducción, aclaraba que el caradrio o caladrio ya aparecía en la Biblia, Levítico, capítulo 11, versículos 13 y 19:

Y de las aves, estas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el esmerejón … el herodión, y el caradrión, según su especie, y la abubilla, y el murciélago.
(Biblia Spanish Blue Red and Gold Letter Edition  y Biblia RVA)

(Citando nuevamente la entrada antes mencionada, dice el Fisiólogo):

Existe un ave llamada caradrio, como está escrito en el Deuteronomio. El Fisiólogo dijo acerca de ella que es completanente blanca, sin ninguna mancha, y sus excrementos curan los ojos nublados. Se encuentra en los palacios de los reyes, y si alguien se halla enfermo, por medio del caradrio puede conocer si va a vivir o está destinado a morir. Pues lo llevan delante del que yace enfermo en el lecho, y si la enfermedad del hombre es mortal, el caradrio aparta la mirada del enfermo, y todos reconocen que está destinado a morir. Por el contrario, si la enfermedad del hombre es pasajera, el caradrio mira fijamente al enfermo, y éste al caradrio, y absorbe el caradrio la dolencia del enfermo, y remonta el vuelo hacia el éter solar, quema la enfermedad y la disipa, y se salvan los dos, el caradrio y el hombre enfermo.

La imagen habitual en las ilustraciones de los Bestiarios y en el Fisiólogo de Berna presenta el ave posada a los pies (otras veces a la vera) de la cama del enfermo mirándolo, señal de que no va morir. En otros casos se ve al caladrio con el pico en los labios del enfermo (extrayendo la enfermedad). También hay varias escenas, entre ellas la caza del ave y su vuelo hacia el sol. 

Lo importante es que de esta criatura hay varias representaciones en pintura en los bestiarios del siglo XIII y en la vidriera de una ventana del mismo siglo, existente en la catedral de Lyon. Pero es en pintura o dibujo. Nada en escultura en esta centuria.

En escultura están catalogadas únicamente dos tallas de esta criatura realizadas en el siglo XII, una existente en la portada de la iglesia del pueblo de St Mary’s en Alne, cerca de York en Inglaterra, y otra en España, la cual, en compañía de Pedro Lozano Huerta y Milagros de la Morena, tuve la sorpresa de contemplar y fotografiar en la iglesia parroquial de San Andrés de Montearados, cinco habitantes en la actualidad, cuatro hace unos años, perteneciente al ayuntamiento de Sargentes de Lora, Burgos, donde vive su párroco, D. Joaquín Cidad, persona amable donde las haya y autor de varios libros sobre el arte románico, quien no pondrá  impedimentos para abrir las puertas del templo y poderlo contemplar. Parece mentira que en este pequeño pueblo esté una de las dos únicas representaciones del caradrio.

De esta manera, llegamos a concluir en 2022 que en Europa solamente hay dos caradrios esculpidos, y ambos del siglo XII: el de Alne, en el Reino Unido, y el de Valdearados, en Burgos.

Caradrio en San Pedro de Villanueva

San Pedro de Villanueva. Caradrio «negativo»

Pero llegado el viernes 18 de febrero de 2022, tras una agradable charla titulada La voz de los canteros medievales, hete aquí que D. Ignacio Bosch, director del Parador Nacional de Cangas de Onís, propone explicar la simbología de los canecillos del monasterio de San Pedro de Villanueva, sede de dicho parador. Aceptado el reto, quedamos en dar una charla al año siguiente, concretamente el 21 de abril de 2023, sobre los resultados obtenidos.

Y aquí empezó mi frenesí por hacer fotografías de los canecillos y capiteles a cascoporro; ampliaciones para contemplar los detalles que no se ven a simple vista, viajes desde Madrid para hacer fotos desde nuevos ángulos y encuadres y, de repente, en el mes de octubre, saltan unos personajes familiares: bajo sendos arcos de medio punto que indican que están en el interior de un monasterio, nos aparece un monje acostado con la vista vuelta hacia un enorme pájaro que, a su vez, le niega la mirada.

Momento de gran tensión y nerviosismo: no cabe duda, hemos dado con un caradrio. El monje tiene vuelta la cabeza hacia él, solamente se le ve un ojo, el otro está oculto en la perspectiva; el pájaro está claro que no quiere saber nada del clérigo. Estaríamos ante un caradrio “negativo” por catalogarlo de acuerdo a que no va a salvar al enfermo que le implora curación.

Gran zozobra. ¿Es posible que nadie se haya dado cuenta? Tres noches dándole vueltas. ¿Qué hago? ¿Lo suelto ya o lo guardo para la próxima charla con los amigos del Parador?  Una llamada a los organizadores de las charlas y acordamos dejarlo para contarlo cuando nos volvamos a reunir en la biblioteca Dulce María Prida de Villanueva de Cangas. Ya podemos estar tranquilos, lo sabemos seis personas.

Pero continuamos ampliando fotografías y… ¡sorpresa! En el lado Norte del absidiolo del lado del Evangelio… ¡nos aparece otro caradrio!

También bajo el alero, en una metopa bastante estropeada por los líquenes están otros dos personajes, ambos bajo el preceptivo arco de medio punto; a la derecha del observador, un hombre acostado que vuelve la cabeza hacia un enorme pájaro que, a su vez, está mirando al hombre.

Sí, teniendo en cuenta el antecedente anterior, no cabe duda de que estamos ante otro caradrio, esta vez “positivo”, es decir, el hombre acostado se salvará.

Caradrio en Asturias

San Pedro de Villanueva. Caradrio «positivo»

Nueva llamada a los organizadores y alegría general. En Villanueva de Cangas tenemos dos caradrios sin catalogar, uno positivo y otro negativo, lo que quiere decir que el 50% de caradrios esculpidos en Europa en el siglo XII y conocidos hasta hoy, está en Asturias y el 75% está en España.

El día 21 de este mes nos reunimos un grupo de asiduos a los encuentros culturales del Parador de Cangas de Onís y, en la biblioteca Dulce María Prida, fueron proyectadas ciento sesenta y tres diapositivas representando los canecillos, metopas, capiteles y lacunarios del exterior del monasterio, y allí quedó constancia de la existencia de estas dos criaturas hasta ahora escondidas a las miradas de los visitantes, a pesar de estar a plena vista desde hace casi mil años y es que, como venimos diciendo, en plena era de la información hemos perdido la que nos dan las imágenes que nos dejaron nuestros antepasados en los aleros de las iglesias románicas.

¿Habrá más caradrios escondidos y seremos capaces de encontrarlos? Seguramente que sí, solo hay que conocer a la criatura y acordarse de ella en ese momento; a fin de cuentas, el símbolo siempre responde al conocimiento de quien se enfrenta a él.

 

Antonio García Francisco.
Colmenar Viejo, abril de 2023

 


 

🌟 Este artículo se publicó originalmente en la web Radio Cangas Reconquista (http://radiocangas.blogspot.com/), el 23 de abril de 2023.

Antonio García Francisco fue el responsable de la sección de Humor de la Revista Almiar; las publicaciones de aquella época puedes verlas pulsando en este enlace.

👀 Leer otros artículos de este autor (en Almiar): Pedro Botero en AbamiaProcusto, ¿mito antiguo o realidad actual? Relacionado (artículo en El Comercio, Gijón): Dos criaturas fantásticas escondidas 900 años, por Gloria Pomarada: 

Ilustraciones: (portada) San Pedro de Villanueva, Ángel M. Felicísimo from Mérida, España, CC BY 2.0, via Wikimedia Commons ▪ (en el texto) Fotografías por Antonio García Francisco ©

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Revista Almiarn.º 128 • mayo-junio de 2023MARGEN CERO

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