relatos breves por
María Isabel Briceño Armas

El Tigre

Duelo de uñas acrílicas. Tops ceñidos. Sombras al mayoreo bajo las cejas.

Las dos muchachas estaban sentadas en el porche cuando la motocicleta pasó muy veloz, rociándoles un splash de polvo y humo de escape.

—¡Esto no es una autopistaaaa! —le gritaron.

Se acercó el vecino y les advirtió:

—¿Ustedes saben quién es ese? El Tigre. Tiene encima unos doce homicidios y violaciones. Volverá.

Corrieron adentro. La madre las escondió al fondo del patio, detrás de un cachivachero.

A los minutos el rugido del motor les estremeció cuando paró de sonar justo allí, en la entrada.

En la sala, el tío, ebrio por el sopor de la tele.

En el fregadero, la madre, cabalgando en una naturalidad de esas de mentira, que quiebran platos y tazas.

Los otros dos hijos, en la escalera hacia la azotea, acorralados entre huir o dar la cara.

La puerta principal seguía entreabierta, como un ruego para la negociación, tal como estaba un rato antes, cuando la vida aún no pendía de un hilo.

El hombre la arrambló con el codo, en la mano derecha la pistola, apuntando. La mirada desquiciada.

Todos se despedían de algo, sin saber ni qué pensar en ese último instante.

—¿Dónde están las putas?

Irrumpía en los cuartos a puntapiés, en medio de la no respiración de los circundantes.

El tío apenas si giró el rostro, confundido entre ficción y realidad.

El hueco negro de la pistola fue visto por los dos hermanos tan de cerca, que nunca lo hubieran pensado tan oscuro, tan sin fin.

En el fregaplatos, ni una gota de detergente.

—Volveré —amenazó.

Unos días más tarde El Tigre apareció abaleado, arriba en la cuarta terraza.

—¡Bendito sea el Señor! —murmuró la madre.

 

Mataperros

 

Los perros del barrio correteaban por las escaleras, se enfrentaban feroces unos con otros y olfateaban el objeto del deseo: una cuatro patas color frijol, pelona, boca negra, medio enana, sin atavíos de concurso, pero capaz de provocar entre los machos el cataclismo que durante días mantenía el sueño de los vecinos en vilo. Ya los niños sacaban cuentas del reparto de la camada y las madres aplacaban las diferencias: habría para todos, con seguridad. Hasta que un escopetazo, seco, ejemplarizante, sembró el silencio y acabó con los planes.

 

Sara

 

Cuando era muchacha trabajó para una diseñadora de modas y, a cambio de no cobrar el salario, le pidió que le enseñara el oficio.

Con el tiempo montó su taller de costuras y tejidos. Poco a poco adquirió las máquinas y con el trabajo de algunas empleadas surtía dos tiendas de la ciudad.

El marido, para poder soportar tanta prosperidad, tuvo que dedicarse a la bebida con muchísima disciplina.

Una noche, de grados alcohólicos altos, le pegó fuego a las Singer, a los géneros y figurines, haciéndola huir con los tres niños a casa de la suegra, quien no tuvo más remedio que darles un rincón.

Hoy me encontré al hijo mayor limpiando parabrisas en la gasolinera. Que Sara murió hace un año, recordó. Como una arañita. Como doblada sobre su propio corazón.

 


 

María Isabel Briceño Armas. Escritora venezolana (Caracas, 1959). Reside en Los Teques, Miranda. Periodista egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Tiene una Maestría en Orientación (CIPPSV). Sus cuentos han sido publicados en revistas de Venezuela, Argentina, Canadá, y España, como Letralia, tierra de letras, Sarraute EducaciónEl Narratorio, BuriñónAchtung!Almiar, y Proyecto Sherezade. Su relato, Propuesta, está incluido en la antología Hacedoras: mil voces femeninas por la literatura venezolana (https://letralia.com/noticias/2021/10/08/lector-complice-hacedoras-tomo-1/), de Lesbia Quintero y Graciela Bonnet, publicada por Lector Cómplice.
🐦 Twitter: @isacuento

🖼️ Ilustración relatos: Imagen por Kelly [en Pexels]

🔖 TRES RELATOS SORPRESA (traídos aquí desde nuestra biblioteca)

Los confines del mundo Los confines del mundo, por Carlos Montuenga. En Margen Cero (Biblioteca de relatos, 2006)
La colección (en Violencia en grados variables) La colección, por Pedro M. Martínez Corada. En Margen Cero (Taller literario de El Comercial, 2003)
En la madriguera (en El camino del samurái) En la madriguera, por Marcelo Choren. En Margen Cero (Biblioteca de relatos, 2003)

Biblioteca de relatos en Revista Almiar - María Isabel Briceño

Revista Almiar (Margen Cero™) · n.º 138 · 👨‍💻 PmmC · enero-febrero de 2025

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