novela de Joaquín Álvarez Barrientos
entrevista al autor por María Luz Arroyo Viz

 

J

oaquín Álvarez Barrientos es un notable historiador e investigador del CSIC que nos deleita con esta novela de intriga y suspense, que viene recomendada por Luis Alberto de Cuenca y que el lector devorará desde la primera página.

Ritmo, originalidad y personajes sacados de la realidad (Constantino Simonidis, Marcelino Menéndez Pelayo, Nicola Tesla, Mark Twain o Harry Houdini, entre otros) configuran una narración sobre la Sociedad para la Mejora de la Sociedad.

Hemos podido disfrutar de la compañía de Joaquín Álvarez Barrientos, quien nos cuenta de primera mano el proceso creativo de Una historia de impostores (Editorial Cuadernos del Laberinto. Madrid, 2019).

—Siendo usted un prestigioso y reconocido historiador que siempre basa sus juicios en datos contrastados, ¿cómo es que se pasa a la ficción, se sentía muy acotado por la realidad?

—Gracias por los adjetivos. La verdad es que siempre he estado en las dos laderas de la montaña, escribiendo libros «eruditos» y ficciones, aunque esta es la primera novela que publico. Los dos lenguajes, las dos maneras, me son necesarias, con cada una cuentas cosas diferentes, aunque al final se trata de contar una historia y enganchar al lector.

—¿Qué hay de usted en ‘Jesús Mick Jagger’, el protagonista de Una historia de impostores?

—Realmente nada, es una construcción basada en la observación de algunos individuos, a la que he unido alguna fantasía humorística, como su propio nombre, que, por otra parte, me servía para mostrar su dualidad impostora.

Una historia de impostores viene recomendada por Luis Alberto de Cuenca, uno de los grandes literatos de la España actual, ¿puede haber algo más gratificante para una primera novela?

—Seguramente no. Solo puedo estarle agradecido por su generosidad y apoyo desde que leyó la novela. Le gustó mucho el protagonista, su carácter, y también el modo en que aparece Menéndez Pelayo, que es bastante sorprendente porque no tiene nada que ver con la imagen que se tiene de él.

—Llama la atención la cuidada edición realizada por Cuadernos del Laberinto, con una cubierta sugerente y hermosa. ¿Cómo fue la búsqueda de editorial al terminar la obra?

—Creo que cuidar sus productos es una marca de la editorial, un rasgo distintivo. La cubierta, todo el diseño, muestra el cariño y el cuidado que ponen en su trabajo, y lo mismo sucede con otros detalles, como el colofón.

—¿Cómo influyó en usted la estrecha relación profesional que mantuvo durante tanto años con Julio Caro Baroja?

—Trabajar con Caro Baroja fue un privilegio. Caro era alguien cercano, a pesar de la fama de misántropo que tuvo y tiene. Todo el mundo quería algo de él (prólogos, presentaciones, etc.) y tenía que defenderse para poder escribir sus propias cosas, de modo que decía que no a muchos, lo que creó resquemor. Con él aprendías sin darte cuenta. Era alguien que escuchaba, atendía y aconsejaba. Alguien preocupado así mismo en el presente, con opiniones muy críticas. En un tiempo como el que vivimos ahora, se echa mucho de menos una voz independiente como la suya.

—¿Es la figura de Marcelino Menéndez Pelayo crucial en la historia de España?

—A pesar de muchos, sí. En general, España es un país que lleva a gala olvidar o desconocer su historia. Ya lo dijeron Cánovas del Castillo y Ortega y Gasset, entre otros. Menéndez Pelayo se equivocó en cosas, pero acertó en muchas otras. Hoy pocos saben que defendía las lenguas peninsulares y la descentralización. No tenemos tantas grandes figuras como para olvidarlas. Con Ramón y Cajal, por ejemplo, sucede lo mismo. Se menosprecia el pasado por serlo y se lo considera inútil, cuando, en realidad, el pasado nunca pasa.

—¿Por qué en España nos cuesta tanto reconocer la valía de los nuestros?

—Supongo que por envidia, por inseguridad, por falta de educación e instrucción, porque confundimos conceptos, por vergüenza. Hemos asimilado los discursos críticos de otros estados, su propaganda, sin cuestionarlos, porque desconocemos nuestra historia, y damos por buenas las ideas y opiniones de los demás.

—¿Es más perdonable una falsificación que un plagio?

—Esta pregunta merecería un ensayo. Son cosas distintas que, sin embargo, se tocan. Lo peor, para mí, ahora es que tanto una como otra importan poco o nada. Ni la opinión pública ni los periodistas castigan esas prácticas: se puede presentar un currículum falso, plagiar un libro, y no sucede nada. Nadie dimite, nadie pide perdón, nadie devuelve lo robado. Si no damos valor a la investigación, al trabajo personal, al esfuerzo, si todo está disponible en Internet y no importa quién lo haya escrito o compuesto, no podemos pedir a los alumnos, ni a nadie, que tengan concepto de autoría u originalidad, que respeten el trabajo ajeno.

—Es usted, además, presidente de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII. Si tuviese una máquina del tiempo, ¿retrocedería hasta esa época?, ¿qué hemos ganado y hemos perdido con el paso del tiempo?

—Si pudiera, sí viajaría en el tiempo a esa y a otras épocas, me gustaría conocer aquel tiempo, poder vivir dentro y conocer a ciertos personajes. Hemos ganado mucho en lo técnico y científico, vivimos mucho mejor, pero no hemos mejorado en lo ético ni en las relaciones personales. Quizá el mundo es más injusto y menos libre ahora.

 


 

Joaquín Álvarez Barrientos

El autor: Joaquín Álvarez Barrientos

Investigador del CSIC, se ha ocupado en la historia cultural de la Modernidad: hombres de letras y República Literaria, intelectuales y políticos, instituciones culturales, literatura popular, historia urbana. Sus últimos libros son El crimen de la escritura. Una historia de las falsificaciones literarias españolas (2014), Cultura y ciudad. Madrid, del incendio a la maqueta (1701- 1833) (2017), Marcelino Menéndez Pelayo, Literatura y nación. Preliminares de historia literaria (2019) y El actor borbónico (1700- 1831) (2019).

Es Presidente de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII, Académico Correspondiente de la Accademia Peloritana dei Pericolanti (Messina, Italia), «Premio Leandro Fernández de Moratín» de la Asociación de Directores de Escena de España y «Premio de Investigación» de la Real Sociedad de Menéndez Pelayo.

 

Una historia de impostores tapa

Una historia de impostores
Colección Estrella negra, n.º 22 (Cuadernos del Laberinto, 2019) • I.S.B.N.: 978-84-120563-5-8 • 294 págs. • Ilustraciones artículo: Portada del libro y fotografía, con autorización para su uso y publicación en esta reseña; © de sus autores.

Más información:
www.cuadernosdelaberinto.com/EstrellaNegra/impostores.html

 

Índice reseña Carlos Tejero

Reseñas en Margen Cero

Revista Almiar · n.º 108 / enero-febrero de 2020 · PmmC · MARGEN CERO™

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