Artículo editorial* por
Adolfo Vásquez Rocca
U
na revista de filosofía contemporánea, dada la diversidad de las corrientes de pensamiento actual, se vería amenazada por el eclecticismo y la dispersión temática, o en caso contrario, por convertirse en una publicación de nicho, una revista de fenomenólogos, postmodernos, deconstruccionistas, analíticos o «materialistas filosóficos», sin embargo la Revista Observaciones Filosóficas no ha sucumbido ni a uno ni a otro extremo. Nuestra revista se presenta, más bien, como aporética, paraconsistente y reticular. Incorpora en su seno la incertidumbre y la novedad, se ejercita y cultiva en la neuroplasticidad para nuclear las diversas cuestiones que se nos ofrecen como filosóficas. Esto no implica que no tengamos una mirada y sensibilidad propia, que no ocultamos, sino más bien, nos interesa hacer presente nuestra filosofía, si con ello se puede entender una necesaria toma de posición en favor de determinados presupuestos epistémicos. Esto porque la tentativa sistemática de la filosofía, de cualquier filosofía, de eludir este tipo de definiciones, de evitar reconocer sus compromisos ontológicos —su idea de la realidad (y sus posibilidades de acceso o explicación de la «realidad efectiva»)— en sus principios, habrá de resultar infructuosa y conducir a una trivialización de sus supuestos. Dicho de otro modo, toda tentativa filosófica que no vuelva consciente lo que hacemos cuando conocemos, ni se pregunte, en la estructura de su método, por la realidad habrá de ser o ingenua o arrogante.
También asumimos que la filosofía (como la ciencia) es «una empresa social» y, como tal, no prescinde de un contexto, ni se abstrae, por más que se lo proponga, a las instancias de poder que operan subrepticiamente y promueven unas direcciones, o dificultan otras, esto a través de los criterios para jerarquizar determinadas indexaciones o la forma como operan los comités científicos al momento de asignar fondos de investigación a una Institución u otra.
La filosofía ha caído en una profesionalización excesiva; la mayoría de los filósofos se limitan a comentar ideas canónicas y a realizar especulaciones académicas estériles, que no abordan ni proponen problemas nuevos.
La Filosofía, en su sentido radical, acontece dondequiera el hombre cavila sobre sí, donde se queda consternado ante la incomprensibilidad de su estar-aquí, en cualquier lugar que las preguntas por el sentido de la vida emergen desde su corazón acongojado y trémulo. De este modo se le ha cruzado la filosofía casi a cada hombre alguna vez —como un sobresalto que nos estremece de súbito, como una aflicción y melancolía, como pregunta inquieta, como una sombra sobre nuestras pantallas autistas—. La filosofía tiene muchos registros y tonalidades, conocidas e inquietantes, y tiene para cada uno una propia voz, con la cual nos llama suavemente.
La filosofía de hoy se confunde con frecuencia con sucedáneos, con formas ensayísticas sin pulso metafísico, con periodismo de ideas sin aliento ni emoción. Pese a todo existen todavía filósofos preparados para hacer frente a las grandes novedades de la cultura… a ellos hemos apostado.
Conscientes de estas vicisitudes propias del quehacer profesional de la filosofía, podemos, más allá de ello, celebrar la existencia de una publicación como Observaciones Filosóficas, que ha consolidado un espacio de independencia, atento al devenir de las cuestiones propiamente filosóficas, cuyo inicio embrionario es siempre marginal, acontece en los bordes, y es precisamente esta no-localización, o topos fronterizo, que ha sido nuestro sello convirtiéndolos en una revista de anticipación, un visor y oxímetro del pulso de la filosofía contemporánea.
Esto ha propiciado la creciente recepción de ROF, su posicionamiento e indización en las más reputadas bases de datos y recursos de diversas Universidades.
Quisiéramos agregar como motivo de celebración de este décimo aniversario de la publicación, la consecución de sus propósitos originales, vinculados a la Filosofía como actividad viva y dialogante, vigente por sobre cualquier reducción tecno-científica o vana pretensión de objetividad reclamada por las ciencias positivas, «exactas» o —así llamadas— «duras», como si las habilidades blandas, o Soft Skills, ámbitos de colaboración y co-creación de conocimiento fueran innecesarias en un entorno socio-económico líquido como el actual. Un mundo tan competitivo en el que la frustración, desesperanza y temor ante la incertidumbre puede dejarnos «fuera de juego». La neuroplasticidad de la actividad filosófica no sólo nos permite adaptarnos a las nuevos juegos de lenguaje, cada vez más virtuales, sino a habitar los mundos venideros y convivir en las nuevas formas de vida que nuestra humanidad adopte, sean cuales sean las reglas del juego.
Como queda claro nuestra invitación desde el comienzo ha sido contribuir a que la filosofía salga de su enclaustramiento académico, la salud de la filosofía, está, pensábamos, en proyectos como los de esta revista, donde el diálogo interdisciplinario, la discusión crítica y el pensamiento original e independiente permiten salir del marco hermético de ciertos departamentos universitarios, aislados y emplazados como sociedades secretas, con sus propias retóricas, e incluso sus propios ritos de iniciación. A la rutina del enclaustramiento académico, donde la filosofía agoniza, hemos propuesto la virulencia, vivacidad e interactividad de la Web, donde el diálogo se despliega en plataformas que están conectadas y abiertas a todas la miradas.
Durante diez años hemos invitado a los lectores y autores a salir «hacia adentro» de su propia disciplina, al ágora pública, para asistir a la génesis, giros y fracturas de los saberes contemporáneos, en los que el pensamiento se busca a sí mismo en un intento de adecuar su imagen del mundo. La máscara irónica postmoderna ocultó ciertas aristas y, si bien sirvió para desmontar métodos, quebrar ingenuidades y apagar candores, cuando se mira hacia adelante nos deja ante la tarea de replantear nuestras posiciones ante el conocimiento, ante la esfera del saber humano, que gravita hoy alrededor de lo complejo, de lo incierto, de lo probabilístico, de lo caótico, y de lo estético como campo de proyección de la experiencia. Todo esto en un intento de saldar cuentas con nuestra sensibilidad de época, con los límites de nuestra razón.
La razón narrativa es lo que permite esta inventiva fundamental, la de hacer de nuestra vida una faena poética, un itinerario abierto tanto a las formas estéticas o trágicas del vivir. En ello se define nuestra posibilidad y nuestro riesgo.
Un sitio como éste, sitúa a la filosofía en lo que es su hogar propio, reconstruye lo que fue su lugar de nacimiento, el ágora: plaza, tribunal, espacio de la política y de las fiestas, de juicios y diálogos, lugar de paso y de encuentro, donde a través de la palabra, la lógica, la retórica, la poética y la heurística se gesta y materializa una ciudadanía que, hoy en la era de la telepresencia, es de carácter global. La mundialización de la redes y el trabajo en hipertexto tejen las tramas de estos diez años y 20 números de Revista Observaciones Filosóficas, la que no sólo efectúa un arco telecomunicativo entre amigos probados y conocidos, sino que pone en marcha una operación hacia lo improbable, lanza una seducción a la lejanía —una actio in distans, por decirlo en el idioma de la antigua magia europea—, con el objetivo de comprometer como tal al amigo desconocido, y moverlo al ingreso en nuestro círculo de amistades.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Director
Revista Observaciones Filosóficas
www.observacionesfilosoficas.net/
* Editorial con motivo del número 20 – X Aniversario (2005-2015) de la Revista Observaciones Filosóficas. El índice de artículos publicados en dicho número son los siguientes:
Para leer a Derrida leyendo a Platón: Pharmakon, escritura y filosofía; consideraciones desde la deconstrucción (Mg. Carlos Segovia – UNED, Madrid) | El hombre y el monstruo en Also Sprach Zarathustra: Nietzsche y su diálogo crítico con la filosofía política moderna (Lic. Natalia Lorena Zorrilla – Universidad de Buenos Aires) | La Fábrica del Homo debitor; Notas sobre la condición neoliberal (Dr. Maurizio Lazzarato – Investigador Universidad París I – CNRS) | Note su un antropocentrismo immaginario (Dr. Federico Sollazzo – University of Szeged, Hungary) | Arthur C. Danto y Baudrillard, Simulacros y Posthistoria, después del fin del arte, cuando todo es arte y nada es arte (Dr. Adolfo Vásquez Rocca – Pontificia Universidad Católica de Valparaíso – Universidad Complutense de Madrid) | Esquizofrenias y otros hechos de Lenguaje. De la Clínica Analítica del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona MACBA; 2002-2013 (Lic. Montserrat Rodríguez Garzo – Psicoanalista, Barcelona. ELP Catalunya) | Resentimiento moral y determinismo estoico en Strawson: Dimensión ética y psico-jurídica (Mg. Luisa López Carrascal – Universidad Nacional de Colombia) | La lógica del concepto como lógica del sentido, una aproximación desde Gilles Deleuze y G.W.F. Hegel (Dr. Julián Ferreyra – UBA – CONICET) | La conciencia del yo y la vivencia de la angustia en la fenomenología existencial de Sartre (Dr. Héctor Sevilla Godínez – Universidad del Valle de México)
RECENSIONES:
Byung-Chul Han: La sociedad del cansancio; del sujeto de rendimiento a la fatiga de ser uno mismo (Lic. Ana March – Periodista cultural y crítica literaria, Madrid) | Los Bordes de la Filosofía: Educación, Humanidades y Universidad. México, Ítaca, 2013. Ángel Xolocotzi y José Antonio Mateos Castro (Lic. Citlali Victoria Sarmiento – Universidad Autónoma de Tlaxcala, México).
🖼️ Imágenes en artículo: Ilustraciones y pantalla de la
Revista Observaciones Filosóficas; © de sus autores.
Revista Almiar – n.º 81 / julio-agosto de 2015 – 👨💻 PmmC – MARGEN CERO™
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