poema por
Ángela M. Kuhn
Para Mauricio Castrejón
Quiero dejarte, y te dejo
verterte entero en mi vientre.
Quiero evitar, y evito
que domine la razón.
Atemporal ángel me abraza
mordiendo inquieto mis senos:
Tiene mirada de nacimiento,
tiene frente de amanecer.
Crear. Crecer. Creer.
Atemporal ángel. Me siento
a contemplarlo desnuda.
Tiemblo de miedo y de rabia.
No sé si soy flama u ola.
Él dibuja una melodía de rubor
con un dulce desatino de violines,
pareciera que conoce los secretos del espejo,
se yergue intacto del fuego y del mar,
de los rojos cristales rotos;
y entonces, sólo entonces, te veo.
Sonríes;
deseo al ángel.
Vuelvo a ceder, vuelvo a dejarte.
Él recita en mi oído la palabra inevitable.
La pronuncio entre hilos de exhausto estertor.
Llega la calma, te veo.
Te tengo.
Sonríes.
El ángel se desnuda y su canción
es una gaita lejana y una delgada voz.
Ángela M. Kuhn (1986). Guayaquileña, aficionada a la escritura desde muy joven y fascinada por la investigación. Es oceanógrafa de profesión y en su carrera ha encontrado su mayor inspiración y satisfacción. Trabaja como investigador junior en la Fundación Charles Darwin, en las Islas Galápagos, Ecuador.
@ Contactar con la autora: angela.kuhn [at] gmail.com
Ilustración poema: Fotografía por Pedro M. Martínez ©
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