poemas y fotografías por
Aranesvid López
ENTRETEJIDOS Rompe mi pecho, descubre aquello que se escuda bajo el atuendo de la falsa moral. Abre la ventana, deja que también me penetre la luz del mundo. Renueva la maldad propia habituada a las manos fugaces del pasajero equivocado. Remueve de las entrañas aquellas osadías verbales. Adiéstrame. Educa mis manos para aferrarse a tu espalda y matar el tiempo entre tus piernas iníciame en tu cuerpo.
TESTIMONIO Algunos recuerdos los conservo como el tráiler vencido de alguna película en blanco y negro. Rojos, naranjas los colores de los culpables, de los pecaminosos, que nos acompañaron con alcohol, con la cerámica marcada en las rodillas, con la mirada lasciva de quién ha olvidado su nombre para postrarse. El apetito insaciable de los locos, que se contaminaban una y otra vez con sus sudores, la piel prestada en una semioscuridad que se tapa los ojos para ver entre los dedos. Sí yo estuve allí y gemía.
MARGEN DE ARENA Un momento que dedicamos a la tristeza, un altar que alumbramos en nombre de lo perdido y una calamidad que se asienta en la memoria. En los márgenes del tiempo perder o ganar bien podría representar lo mismo: un momento condenado a extinguirse, a desvanecerse. Algo nos perteneció.
ADELINO Patéticos colibríes de la infancia perdida. Un manjar cualquiera, putrefacto y con olor a sopa, que pasa de labio en labio. Obscenidades singulares que se alimentan de lo poco, vastas vaginas vírgenes y volátiles, pequeños penes putrefactos y pecaminosos. El sabor a saliva seca me provoca, tu entrepierna apesta pero tengo la nariz sumergida en sus absolutos. Una noche donde la queja es el afrodisiaco, pequeño flujo revuelto, chorrito de esperma alborotado y sucio, me provocas náuseas o placer.
AUSENTE Una ilusión permanente que responde cuando mencionan mi nombre. Fuegos artificiales en blanco y negro que perforan la noche como un siniestro suspiro anhelante y desesperado. Distantes sonrisas que una vez fueron, se evaporan momentos pasados, mis ojos ya no ven más allá del espejo roto. Una alucinación indeleble que traspasa la piel y brilla. Todo está finalmente en el lugar correcto. Atrapada sin atadura alguna a los apetitos del subconsciente, no hay elección alguna que hacer, no hay caminos que tomar. Me he dejado caer desnuda y con las palmas hacia arriba. Que el sol haga de mí lo que quiera.
INFORTUNADO OBSERVADOR Quisiera ser como el niño que sin querer deja ir el globo y aun así sonríe, porque cree que conocerá al sol, e inocente y descuidado se da la espalda para jugar con la caja vacía que encuentra en la grama. Ser como aquel que pide el deseo y lanza la moneda a la fuente, que al contemplarla acostada en el fondo mohoso, se le ilumina el rostro. y se va caminando a casa divertido con un «¿será posible?» que sirve de placebo ante la ansiedad. Pero no. Me tocó ser aquel que vio el globo explotarse en la lejanía estática del cielo. El que vio al indigente robarse la moneda.
ÁRBOL FANTASMA De ramas desnudas, marrones, estériles, un árbol seco que daba frutos. Un árbol fantasma. La ilusión intransigente del futuro se fragmentó sin escándalo, sin huella. Se sacuden sus ramas envejecidas… los frutos no caen. Impávida observo. Quizá. Siempre hay cabida para esa palabra demoledora. Estoy abrazando la incógnita equivocada. Las horas pasan. El tiempo, el más cruel de los amantes, me brinda la ilusión de la pausa, momento con concepto pero inalcanzable, porque ni la muerte se detiene. Y él sigue allí, maltrecho y con sus raíces expuestas, moviéndose al ritmo del viento que no puedo sentir. Parezco viva y resulta ser suficiente. ¡Mi árbol fantasma! Que no da sombra.
Aranesvid López. (Caracas, 1983). Es Técnico Superior Universitario en Ciencia Audiovisuales y Fotografía. Durante 10 años trabajó como editora fotográfica y posteriormente como artista digital. Escribe desde temprana edad pero hasta hace apenas unos años ha decidido intentar dar a conocer sus letras.
Ha publicado artículos en el periódico El Universal y poemas en diversas revistas digitales: Guayoyo En Letras (Venezuela), La Poesía No Muerde (Argentina), La Poesía Alcanza (Argentina), Sello Cultural (Venezuela), Barataria (Venezuela), Revista Literaria Palabras Indiscretas (España) y en el libro II Antología de cuentos posmodernistas (Editorial Negro Sobre Blanco C.A.).
📩 Contactar con la autora: digresionista [at] gmail [dot] com
Ilustración poemas: Creación digital por Aranesvid López ©
Revista Almiar – n.º 91 | marzo-abril de 2017 – 👨💻 PmmC – MARGEN CERO™