poemas por
Juan Ángel Asensio
Hermano, es hora de abandonar la ciudad: ya llegan los carnavales de la madrugada, ya van llegando sin teatros vacíos que ofrecer a los Niños. Aún resuena en nuestra carne la geografía imaginada donde el tigre viejo juega a la ceniza. Hemos alcanzado el éxtasis —visión de sangre antes de la herida— en largas noches donde el tambor de la ebriedad ha abierto su ojo azul cayendo sobre nosotros como todo aquello que no queda, como la vida. El camino se abre ante nosotros: lámparas oscuras alumbran el espasmo de la lluvia sobre los últimos ejércitos: no hay agua bajo la piedra. Hermano, es hora de abandonar la ciudad y festejar a las cosas con sus nombres verdaderos y cantar todas las canciones con gargantas nuevas y limpias. Hermano, que aquí ya no queda sino sueño y sangre quieta, hermano, que aquí la vida ya se enfría en los braseros, hermano, que aquí la fiebre ya no ríe, que nos hemos vuelto parte del infierno y ya no lo vemos. Hermano, es hora de abandonar la ciudad: Cáncer El asco es un jardín herido de pájaros En el centro estás tú coronado de estrellas negras En el centro estás tú y juegas con planetas de órbitas blancas entre tus dedos Tu sonrisa es verdadera y me hablas con los ojos llenos de cáncer. En el centro estás tú y una vara de níquel cuelga de tu mano golpeando un suelo lleno de ángeles disecados. Tu vida se transforma ya en hueso, el hueso se transforma ya en tiempo y el tiempo se transforma ya en arcadas secas. En el centro estás tú y en el final seremos hermanos en el mundo líquido. Viviremos en el triángulo, dentro de la noche de los caballos y allí, allí en el centro estarás tú encerrado para siempre en un hermoso sueño de flores.
Turquesa Soñé Madrid como un gallo que canta sólo que solo canta Tengo una llanura sin galope extendida en mi pecho —infinita— ya no hay tambores para mí y un semental desbocado encuentra tus ojos allí donde las formas pierden su significado - Ella pasó por aquí hace rato /// el viento lleno de eco como una línea /// - Constelaciones plenas anidan en sus manos /// ella mira lo que no sabe /// y su mirada es sagrada – como una tribu que canta desde los bordes, junta, hasta el centro de la carne, donde duerme /// ella mira lo que no sabe /// mira una playa donde la luz ya-no-existe-para-nosotros /// ella mira lo que no sabe /// un ojo turquesa nos pinta de distancia - Entonces /// sí /// entonces soñé Madrid /// pero con ella Ya no hay tambores para mí ya no canto mi corazón es insomnio y en la mejilla cargo el peso lento del humo de unos días que aún no llegan pero llegarán como llegaron los otros con el ruido de las cosas que atraviesan los desiertos Soñé Madrid como un hombre sólo pero
La cruz
Fumamos la muerte en caladas lentas,
soltando el humo sobre ciudades desnudas
que revientan sus tambores
sobre el cráneo hundido de los profetas.
Bailamos al compás de himnos imaginados,
en los que invocamos a Satanás
para que arrastre junto a nosotros sus cadenas
en altares profanados por el semen de los borrachos,
ofreciendo a cambio
nuestras calaveras santas cubiertas de flores.
Somos los que alzan cruces —la cruz es el espacio—
en el hígado mismo de los bosques
sin que nadie nos vea,
sin que nadie sepa que hemos estado muertos
en La Gran Noche de Los Niños,
bajando de las Montañas
con la vida mordiéndonos las ingles.
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Juan Ángel Asensio Carrasco. Nacido en Madrid, es un joven autor que comenzó a escribir a los 12 años. Desde entonces ha leído en multitud de recitales y micros abiertos, y varios de sus poemas han aparecido en sendos blog y fanzines. También ha escrito (María) y actualmente forma parte del Vitalismo, un grupo de poetas salvajes.
✉ Contactar con el autor: juanangelasensio [ at ] gmail [.] com
🔗 WEB de Vitalismo: facebook.com/grupoliterariovitalista/?fref=ts)
🖼️ Ilustración poemas: Collage 20, By Kerrytodd (Own work) [CC BY-SA 4.0
(http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons.
Revista Almiar – n.º 91 | marzo-abril de 2017 – MARGEN CERO™