Cuando ellos dicen América
poemas por
Gabriel Impaglione
Cuando ellos dicen América es distinto.
No es la América de Bolívar y San Martín,
de Martí, Sandino, Ernesto Che Guevara,
la bella de Zapata, de Prestes, de Mariátegui,
la América de nuestros abuelos de los barcos,
la América raíz de nuestros pueblos originales.
Es distinto cuando ellos dicen América.
No es la América del Canto General,
la América que late Rulfo, Cortázar, Sabines,
Elvio Romero, Manuel del Cabral, Amado.
La América Nicanor Parra, Mario Benedetti,
la García Márquez, la Dalton, la Tuñón.
La América Quetzal Coalt, la Pachamama
América doncella y perfumada.
Cuando ellos dicen América dicen mío,
dicen expoliación y bala y artilugio,
cuando dicen América dicen patio trasero,
mercado de usados, plantío plástico.
Cuando ellos dicen América es distinto.
No suena a río, a domingo en la ribera,
a tréboles y albahaca o caserío, no dicen
andamio, futuro, pan, pizarra mágica
donde se desvelan las preguntas.
No dicen dignidad ni dicen patria.
Suena distinto. Dicen feudo, colonia,
títere, usura, muerte, dictadura, dicen
sucursales del imperialismo.
Cuando ellos dicen América es distinto.
América son ellos, el resto es baldío.
Les queda fuera del alcance de las manos,
de los misiles y las naves espaciales
el solitario vuelo del cóndor,
la inexorable aurora donde anidan las palomas.
Cárcel
a los genocidas
Frente a mi ventana una pared maltrecha
con trazos de cal iluminada.
El rito de la memoria a pinceladas.
Fueron tres semejantes una noche de frío
y esperanzas.
Tres hombres urgentes de urgente grito:
Cárcel a los genocidas.
Fue la desmemoria, un par de esbirros
de la muerte o la impunidad
a golpes de brochazos góticos,
de culpa enmascarada de indulgencia,
de impúdica desvergüenza
tapando la dura anónima caligrafía,
quien quiso ocultar lo inocultable.
Cárcel a los genocidas.
La lluvia de anoche con su milagro
hizo Justicia.
O el tiempo que pasa pero no borra.
O la terca vocación de cuartilla
que las paredes de mi pueblo
ejercen para la poesía callejera.
Pero este día ha amanecido sin olvidos.
Los trazos de cal
vencieron la mordaza, que desteñida
rota, manchando la vereda,
no pudo ocultar la inexorable condena:
Cárcel a los genocidas.
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📩 Contactar con el autor: impaglioneg[at]yahoo.es
ILUSTRACIÓN:
Augusto César Sandino,
Underwood & Underwood, Public domain,
via Wikimedia Commons
👉 Portada de Mar de Poesías N.º 12
▫ Poema publicado en el n.º 12 de la Revista Almiar, septiembre-octubre de 2003 (selección de poemas publicados: Antonio Alfeca). Página reeditada en septiembre de 2021.