Nilce Silvina
Enrietti
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Riesgos
Fotografías
No importa el tamaño de la grieta, la curiosidad impulsa a meter la nariz. Y si la grieta es demasiado profunda, como casi siempre, ninguna persona resiste. Se rompe. Una vez roto y sólo desde ahí se inicia la comunicación con alguien, con algo. Comunicación auténtica, verdadera. El ser humano roto habla desde lo que lo provoca y hacia no se sabe dónde. Éste ser humano roto, luego de haberse roto, quiebra nuestras estructuras hasta desmenuzar lo más sutil de nosotros mismos. Ahora ya no nos habla y sin hablarnos, igual, nos hace reír, nos desestructura, nos incita a seguir metiendo en esa grieta inentendible, la nariz, la cabeza, el cuerpo... Una vez le dije a Tomate que la imagen que tengo del público es que se rompe ante su presencia, y al hacerlo, se emparejan las clases, las historias, lo que se ve... Me contestó que alguien dijo que un Payaso es un Ser Humano Roto...
Y hay quienes arriesgan el cuerpo dentro y fuera del espacio de crecimiento personal. Lo arriesgan por nosotros, los que no podemos cerrar la boca en cada número. Y nuestro riesgo como espectadores es caer en otro sitio, sin que se juegue nuestra vida, es cierto, pero sin aportar mucho más que ojos, risas, aplausos... El peligro de ser un espectador inmune está en que la brecha entre el morbo y el asombro se angosta. ¡Y cómo! En éstos espectáculos circenses hay un trasfondo de entrega, compromiso, crítica... Desde el glamour, si se quiere, del vestuario y la dificultad de cada truco, los artistas plantean un desafío que no puedo dejar pasar: el inestimable acto de un ser humano superándose a sí mismo y no intentando demostrar supremacía sobre otros seres. En la vida cotidiana corremos los mismos riesgos de inmunidad que cuando somos espectadores. Tiene razón Chaco, «En el Circo, como en la vida, el riesgo es de verdad».
Esta muestra es casi un homenaje por todo lo que me reí, emocioné y aprendí durante estos años trabajando principalmente para Circo Chico y Circovachi. A Fogo, que juega, llora, inventa y se muere... Incitando al juego, el llanto, la invención o la muerte, en ese espacio donde no es posible la inercia. A Tomate por las palabras que dijo y, sobretodo, por las que ya no dice. (www.circotomate.com.ar/) A Chaco y toda su trouppe, por convidarme la magia de su mundo, por desafiar el «riesgo de verdad» en cada espectáculo, por seguir elevándose instándome a no quedar achatada en las fotos de ayer... Por el poder sin mala fama. (www.chacovachi.com/) A Alba, Cone, Gaby, Martín y Néstor, Circo Chico, especialmente a ellos, porque me abrieron la puerta de este maravilloso universo del Circo. Porque evolucionan constantemente, traduciendo en el trabajo la fuerza y la nobleza de sus personalidades. Por no caer en la tentación del espejo... Por dar preciadas imágenes para agilizar el ojo y preciadas palabras para no dejar descansar la mente...
· http://circomenjunje.com.ar/
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Web de la autora: www.nilcenrietti.com.ar
Alrededor de la autora
Cursó fotografía en la Escuela
de Arte Fotográfico (Avellaneda), seminario Agfa de imagen digital y ensayo
fotográfico. |
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