Víctor Alfaro
por
Guillermo Ortiz
López
Víctor Alfaro en la mesa de una cafetería de Antón Martín. En la terraza, para ser exactos. Hemos comido en el Malaspina, como siempre, y hacemos repaso de los últimos meses en los que he estado algo ausente del mundo cantautoril… ¡Ah, el mundo cantautoril! Un tema, sin duda. Víctor es una eminencia en el asunto. Desde hace pocos años pero con una intensidad increíble: por su programa de radio, «Al Caer el Sol», de Radio Sol XXI han pasado prácticamente todos los habituales del circuito en los últimos cuatro años.
Sin ir más lejos, y a otro nivel, hoy viene de entrevistar a Carlos Goñi, de Revólver.
Víctor es un personaje extraño, en cierto modo, esquivo. Algo así como el Mago de Oz de Judy Garland. Lo sabe todo de todo el mundo, pero apenas se muestra. Se entusiasma cuando habla de política —«me gusta demasiado opinar pero no me siento preparado, así que prefiero ver y escuchar y que intenten convencerme, aunque no lo consigan»— y va contando maravillas de todos los músicos que llenan Clamores, Búho Real, Libertad, Galileo, Astrolabi, Monasterio…
«Paco Cifuentes se merece el cuádruple de lo que se ha llevado. Igual que Montoto, Álex Martínez… Me encanta Tiza. Marwan y Luis Ramiro están condenados a destrozar los límites de los cantautores, aunque mantengan su gusto por las letras inteligentes… La vez que más me equivoqué fue con Conchita, cuando la entrevisté para el programa y le dije que tuviera cuidado, que las discográficas eran muy hijas de puta, que igual no le hacían promoción o no triunfaba… y luego mira, en los 40 y en Cadena 100 todo el rato».
Víctor es entusiasmo puro y duro —«Me lo curro todo, en el programa y en la cadena, pero es porque me apasiona, si no fuera por ese programa, me plantearía muchas cosas… Las discográficas nos cuidan mucho porque llegamos a un público distinto al de las radiofórmulas comerciales: música en español para todas las edades… Igual me toca poner una ranchera que el último disco de Celtas Cortos»—. Aparte de la radio, escribe en un blog con 200.000 visitas por año. Una locura. Todos los conciertos, todas las entrevistas, todas las noticias… «No me siento un referente, pero sí un altavoz. Casi todo el mundo que me escribe acaba teniendo un hueco en el blog o en la radio».
De las Spice Girls a Revólver
Y, sin embargo, Víctor es un referente. Lo quiera o no. Un referente extraño. Un tipo lleno de contradicciones, como uno de esos personajes de novela negra de los que vamos descubriendo poco a poco aspectos insólitos de su vida. De entrada, no es periodista. O al menos no estudió periodismo —«suspendí la selectividad, me inscribí en el paro, hice unos cursos y acabé en ONDA Imefe, luego fui a Radio Sol XXI y llevo ahí más de cinco años»—. Es un experto de la música española, pero de chaval le gustaban las Spice Girls y quería ser crítico de cine. Hace radio, pero querría escribir. Es un tipo muy de izquierdas pero admira a Pedro Ruiz —«el entrevistado se olvidaba de su rol y empezaba una charla, una conversación…»—.
Entrevistas. Su especialidad. Le pregunto y hace memoria.
«Mi primera entrevista, todavía en IMEFE, fue con Coti, cuando aún no le conocía nadie. El segundo fue Pancho Varona, y me quedé sorprendido con su amabilidad, todavía recuerdo aquella entrevista con muchísimo cariño», dice mientras de vez en cuando llama Raquel para organizar su nuevo piso en Moratalaz. «En Al Caer El Sol, empecé con Rafa Mora y Moncho Otero. ¿La entrevista de la que estoy más orgulloso? La que le hice a Ismael Serrano. Y la que más ilusión me hizo fue una a Joaquín Sabina, muy breve, en el Ayuntamiento de Madrid, de sólo un minuto».
Víctor se embala y se detiene, midiendo siempre sus palabras, pronunciando y silabeando perfectamente, como buen locutor. Un chico tranquilo.
«Luego hay tres muy surrealistas. Por ejemplo, una con las Supremas de Móstoles, que me pasaron por encima. Eran tres terremotos, no podía controlarlas. Luego, con Falete, que no sabía por dónde entrarle y finalmente con Esperanza Aguirre: presentaba un programa para Local Media TV, el 2 de mayo, desde la Puerta del Sol y yo estaba ahí e iban pasando los entrevistados, todos del PP, consejeros, Acebes… y la propia Aguirre. ¡Y yo no sabía nada de nada! Fue cordial, al menos».
El Severo le mata
Pero Víctor no se pirra por Esperanza Aguirre y sus consejeros, precisamente. De hecho, su mejor trabajo hasta la fecha, para él, fue el que hizo con motivo del concierto en apoyo al doctor Montes del Hospital Severo Ochoa de Leganés, un concierto con Miguel Ríos, Ana Belén, Soledad Giménez, Ismael Serrano… y Luis Ramiro. «Hablé con David, su manager, y decidimos hacer un seguimiento de toda la experiencia para él: tocar delante de 10.000 personas en una plaza de toros. Creo que quedó un reportaje fantástico».
Hay veces que parece que lo puede todo: «Escribí para El Mundo un artículo para su colección de Cine del Oeste y otra cosa sobre deportes, también hago artículos sobre viajes y tengo varios blogs temáticos», dice, por sorpresa, sin que yo tuviera constancia en absoluto de ello. «Además, al año, presento unas 10 galas: para la radio, concursos de misters y de misses en pueblos de la Comunidad de Madrid… Me lo paso bien y pagan de maravilla. Luego está lo que hicimos de Al Caer Las Nits, agotador, pero mereció la pena».
No recuerdo cuándo conocí a Víctor. Recuerdo una de esas galas improbables de las que habla. Una gala con Dani Flaco, Edurne de OT, Roser, los tres sudamericanos caminando como espectros por los camerinos del Teatro Alcázar… Recuerdo las «noches salineras» en las que me colaba, los citados karaokes de Al caer les nits, en los que la banda de Sabina tocaba y los demás nos desgañitábamos encima del escenario. Nuestro escenario por cinco minutos. Un concierto warholiano.
Lo que me interesa es lo que me interesa
Lo curioso, lo realmente curioso de él, es su capacidad para desaparecer de los sitios antes de que sea demasiado tarde. La combinación de entusiasmo, trabajo, actividad, variedad… y una vida privada totalmente tranquila. Víctor es el referente del mundo del artisteo y el famoseo y el mamoneo. El mundo en el que nos movemos todos los demás… y sin embargo, es el hombre conocido por irse justo después del concierto, a coger el metro o el autobús, el tipo que no aparece en ninguna de las actuaciones que anuncia en su blog —y si le ves en alguna, puedes estar seguro de que no es un compromiso, es que de verdad le gusta—, un prodigio de distancia entre el arte y su complejo entorno.
«Lo que me interesa es lo que me interesa», resume, «es decir, el concierto». Luego lo piensa, como si no lo tuviera muy claro, como si al fin y al cabo, 24 años fueran muy pocos para tener tan claras estas cosas. «Vamos a ver, a mí me gustaría quedarme hasta las 7 de la mañana con Lichis y contigo, pero no puedo permitirme estar afónico, tener sueño… Mi turno en la radio es siempre de mañana, así que llego al concierto, saludo y me voy».
Así es. Podríamos calificar a Víctor como el observador por excelencia. El hombre que llega, saluda y se va. Como Julio César pero al revés, casi. Un hombre que sabe reservar sus fuerzas y centrar sus objetivos. Sin duda, uno de los nombres de la radio del futuro. «Quizás podría estar en otra emisora más conocida ahora», reconoce, «porque sé que siguen mucho mi trabajo… pero Radio Sol XXI me cuida mucho y me da mucha estabilidad y ahora mismo es lo que prefiero».
Estabilidad en un mundo de funambulistas.
Un soñador absolutamente entrañable.
Un referente, a su pesar, en una marea de aspirantes a juguetes rotos.
Fotografías remitidas por Víctor Alfaro ©
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EN LA 1.ª ENTREVISTA:
Laura Cuello · Luis Ramiro · Vega Pérez-Chirinos · Pablo Ager · Lara Moreno · Emite Poqito · M.ª José Moreno · María Riveiro · Carmen Simón · Inés Thiebaut · Víctor Alfaro
- Web
de Guillermo Ortiz López: www.guilleortiz.com/
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Artículo publicado en
Revista
Almiar, n. º
42,
septiembre-octubre de
2008.
Reeditado en septiembre de 2020.