IV

Que venga la muerte
saltando en las esquinas
con dolores de parto
guardando el equilibrio

Que venga la muerte
vestida de luna
en una tarde roja
rompiendo a gritos

Que venga la muerte
bailando a solas
vestida de verso largo y negro
sin caricias bajo el silencio

Que venga la muerte
con sus aullidos aburridos
zambulléndose en las campanas que suenan
en una iglesia disfrazada de gaviota

Que venga la muerte a buscarme
que venga fresca y pura
rompiendo sosiegos a destiempo
regalando vacíos

Que venga la muerte
a desafiar a los vivos en mi alma gris
y brindaremos por última vez
con la risa en la ventana.

IX

Añoro las noches con tu piel mojada
tu piel impresa en mi piel
desnuda y fría
tus lágrimas tristes
tus pechos acariciando mi corazón dormido.

Añoro tus besos,
tus labios, manantiales de los míos
la ternura de tu rostro en el espejo.

Te añoro a ti, que has comprendido mis noches
que has derramado tus risas sobre mí
que has compartido algo más que abrazos.

Te añoro a ti, árbol y nido en mi tejado.

Te añoro a ti flecha de cupido
amor de dioses,
amor comprendido.

XII

Regálame el silencio de tu amistad
las palabras de tus labios
la herida de tu pecho
la muerte prematura de tus células frente al mar

Regálame el tímido despuntar del alba en tu ventana 
tu mirada en mi mirada
el vuelo de la libélula en la brisa de tus sueños
la libertada de tu sonrisa en la verde hierba

Regálame una noche donde las palabras sean eternas
y la luz del mediodía/
bese la sangre de tu boca pintada/

Regálame una noche donde
tu mirada en mi mirada
sea sólo el sinónimo de amistad.