Retorno
Es más fuerte,
la luz
que las tinieblas.
Y la noche más larga,
jamás será eterna.
El hombre que adormece,
su razón con el silencio,
llenará de oscuridades
todo el universo,
y será su amanecer,
un desolado retorno.
Nos vemos en sueños
Eres dueño de mi admiración
mereces todos los pedestales que asedian
eclipses de corazón sobre túneles en la luna
recorriendo las estrellas
a la par que amamos una distancia cercana
una geométrica satisfacción de ondas dulces
de flechas que te saco de tu pecho henchido de penas,
de ojos que se beben las mías
y me devuelven la ilusión que hace tiempo fue de otro
que me puebla de cómodas dudas
de dulces detritos que escarchan tu llanto
acompañando soledades y deseos
de otro viaje por las estrellas.
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Ilustración del poema: Fotografía por
Pedro M. Martínez ©
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