Del amor,
me gusta el silencio
con el que nos hablamos
y la complicidad callada
con la que nos injertamos.
Haya sigilo,
me cautiva la voz sin voz
tejida en el aire al abrazarnos.
El goce de escuchar latidos
de un corazón al otro,
es como no ser y ser,
dos en uno… donándose la vida.
Hay que vivir bebiendo amor,
amor del que se pasa y no pasa,
que las horas con amor restan soledades,
suman primaveras, multiplican alegrías,
dividen dolores, ¡todo se comparte y parte!
¿Qué sería mi saliva sin tu saliva?
Nada… De amor también se muere.
Amar como
verbo humano
Antes de desear amar hay que amarse.
Después de amarse hay que querer amar.
Porque amar es vivir en el amor.
Amar y ser amado, querer y ser querido,
hasta sentirse el otro dentro de uno;
y uno estremecerse por el otro,
y enternecerse los dos por vivir amando.
Cuánto más se ama más se comprende,
el amor con amor todo lo abraza;
y cuánto más se vive el níveo amor,
menos se aletarga la pasión por ser.
Porque nadie es nada, si nada indiferente
en el diario de los días y las noches.
Porque todo es todo; si besas con amor,
si hablas con amor, si callas con amor.
El amor es grande y nos agranda el alma.
Cuando se calza amor, se alcanza el cielo.
Del cielo a la vida, amar es lo que importa.
______________________
Víctor
Corcoba
es un escritor que
vive en Granada; licenciado en Derecho y Diplomado en Profesorado de E.G.B,
tiene varios libros publicados.
Contactar con
el autor: corcoba[at]telefonica.net
Ilustración poemas: Fotografía por
Pedro M. Martínez
©
|