ALMIAR

Margen Cero


n.º 16 - Segunda época
julio / septiembre de 2010


Ernesto Frattarola Alcaraz

Memorias del viento


No pasa nada.
No pasa nadie.

El viento ya murió.

Crujen rescoldos de ciudad en la ciudad oscura.
Crujidos y luego nada.
Vigas de hierro, papel pintado,
puertas tullidas, pétalos falsos,
crujen en un crujir de lamentos.
                                            Aullidos lejanos
parten el cielo en pedazos.
El cielo encapotado, bajo.
Sólo el silencio guarda silencio.
(El viento ya murió).

Ascensores varados entre muelles grises.
Si suben
no saben
o bajan.
Escaleras de cera caliente,
pasamanos de astillas de vidrio.
Únicamente el hueco.

Hedor a cadáver de automóvil.
Humo en la guantera.
Esqueletos quietos,
disfrazados de óxido,
esperan la mordedura de la muerte.
Restos de dientes y sangre seca en las aceras.
Nadie las pisa.
Nadie las pasa.

A lo lejos, una cara.
A lo lejos, una sombra
se difumina.
No pasa nada.

El viento, ya sabes…

El tiempo en mis ciudades

Es extraño el tiempo en mis ciudades,
como el sudor pegado a las paredes del verano.
El tiempo es como el sol, como la arena.
Un vidrio viejo con manchas dactilares.

Mi reloj busca un lugar donde pasar la noche,
un refugio seguro contra el ruido.
Una mesa para que trepen las hormigas
impacientes, lentas, atropelladas, escuálidas.

A veces pienso en ello las cuarenta y ocho horas del día,
los veinticuatro minutos del cielo,
las treinta semanas en la sala de espera,
los trescientos sesenta y seis años que dura un beso.

A veces cambio de habitación de hotel
sin motivos y sin huellas en la alfombra.
Me traslado del segundo piso al undécimo,
visito los huesos desnudos de mis antepasados
y regreso a la incubadora sobre una grúa con cara de nada.
Esta casa caliente como un útero
como una madre
como un nicho
como un recuerdo
como esta habitación de hotel en la planta once,
donde dormiré esta noche larga de tigres dolientes.

Es extraño el tiempo en mis ciudades,
como un jueves sin ascensor en el pasillo,
como una vía de aceite en las arterias.
Esta zarza que no sabe consumirse a solas.
Esta sábana que sueña conmigo entre las dunas.
Este juego sucio de pistas falsas y final incierto.


Jump

Lanzó su cuerpo al vacío
alegremente.
Y olvidó de pronto,
tal vez para siempre,
la soga abrazando sus tobillos hermosos.

No Jump

Miedo a la muerte.
A una cuerda consciente y cansada.
Los ojos, sólo los ojos
asomados a un espejo de agua quieta.
Y aquí estoy.
Arriba.
Abajo.


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Ernesto Frattarola Alcaraz nació en Barcelona en 1965, y vive actualmente en Terrassa.
Ha realizado diversas lecturas de poemas en el Bar Elèctric, de Barcelona. Igualmente, realizó en marzo de 2007 (en el aula Proverbum) y junio del mismo año (en el Aula del Estudiante de la UPF), el recital de poesía Catorce poemas irresponsables, junto a Rocío Calvo Fernández, en el que leyeron poemas propios. Durante los años 2008 y 2009 realizó diversos recitales poéticos: Papeles mojados, palabras ahogadas, Desórdenes y Desencuentros, Jamás en el mismo día (todos ellos junto a Rocío Calvo Fernández); y Sol de invierno, en solitario. Dichos recitales se celebraron en Barcelona, en lugares como la Casa Orlandai, La Cova de les Cultures, el bar Lletraferit o Espai Cala d'Art. Actualmente ultima su poemario Alas de gato.

Weblog del
autor: www.ojalancia.blogspot.com

Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M. Martínez ©



Sumario del n.º 16 de Mar de Poesías:

Andrea Olson Antonio Romero Montilla Camilo Valverde Mudarra Claudia Bravo Martínez Ernesto Frattarola Alcaraz Gonzalo Salesky Harmonie Botella Ingrid Chicote José Garés Crespo José Manuel López Juan Carlos Vásquez Liobanis Rubio Ramírez María Laura García del Castaño Mariela Puzzo Omar Livano Óscar Marchesin Pavel Juárez Rubén Lapuente Rubén Romero Sánchez Soledad Sánchez Mulas Vanessa Navarro Reverte Víctor Corcoba Herrero



Archivo histórico de poemas en Margen Cero
Separata publicada en el n.º 54 (septiembre/octubre 2010)
Revista Almiar - ISSN 1695-4807 -
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