ALMIAR

Margen Cero


n.º 12 - Segunda época
julio/septiembre de 2009



Javier Claure C.

Tres poemas


Son las de ayer


          Ayer, precisamente ayer
                                                me dijeron te quiero
                   con una fantasía de Agatha Christie
                   con una sonrisa oculta entre los labios
                   y gloriosos juramentos de azúcar dorada
                   símbolo candente
                   que nos prometimos con buenos augurios
                   cuando los besos solían perderse
                   en el musgo de las canaletas

                   Ayer desde adentro
                   entre edificios, parques y orquestas vecinales
                   quemé nombres escritos en papel
                   con el único convencimiento
                   de brujo mirador de certeras cartas
                   por eso me fui de espaldas
                   al sitio donde quince minutos
                   son una eternidad

                   Ayer, precisamente ayer
                   yo también les dije que las quería
                   y las abracé sintiendo sus senos en mi pecho
                   les perdone cien veces
                   y me perdonaron mil veces
                   les enseñé a amar entre el 7 y el 9
                   entre incendios y girasoles
                   que giraban junto al fuego

                   Ayer desde el muelle
                   escuché aullar a las desesperadas lobas
                   en el instante que cargaban
                   sus cruces de salvación
                   y se fueron dragando por el mar
                   dispuestas a coser sus ombligos
                   con alambre oxidado
                   dispuestas a cruzar sus sexos
                   como fantasmas a medio vuelo

                   Ayer, precisamente ayer
                   las imaginé desnudas con la boca abierta
                   grité con voz tridimensional:
                   son las de ayer
                   y eso no es mortal
                   desde que soy cometa en el averno
                   ya no sé nada de ellas
                   menos de los demás
                   no sé a ciencia cierta
                   con cual mano comen
                   qué tono tienen sus sombras
                   no sé de sus caprichos femeninos
                   ni siquiera sé con exactitud
                   la medida de sus íntimas prendas

                   Ayer desde mi balcón
                   tracé el límite de lo invisible
                   por eso
                   las dibujé con punto cruz
                   las pinté a todas ellas color esmeralda
                   les puse aire acondicionado
                   y pecas de mil colores
                   les hice señas con mis manos de pianista
                   les canté por el micrófono de la plancha fría
                   y, finalmente, les llené de coraje
                   para que lloren con mis lágrimas.


La Poesía

La poesía no es materia bruta
       (como muchos piensan)
la poesía es petróleo ardiendo en tu ventana
la poesía no es un coágulo de sangre en la cafetera
la poesía es preámbulos y ausencias
la poesía no es una mortaja riéndose del desgraciado
la poesía es un farolito rojo militando por las calles
la poesía no es un cubo congelado en la carretera
la poesía es mi hija andando con sus ojitos de sol
la poesía no es una máquina de calcular
la poesía es una integral entre el otoño y el verano
la poesía no es una flor desencajada en el espacio
la poesía es un tablero que pone en jaque a los corazones
la poesía no es en definitiva Banzer, Pinochet y menos
Mauricio Rajas.



A ustedes que caminan por ahí

A ustedes que caminan por ahí
haciendo tanto ruido
a los políticos de doble cara
a las monjas hechiceras
a Doña Beatriz que nunca supo comprender
el secreto de lo infinito
el lado izquierdo de la P
y ahora se queja
porque lleva piedras ásperas y oscuras
en la espalda

Yo he llegado hasta aquí
besando tres veces la tierra
entre racimos que colgaban de los techos
y el arco iris muerto
como un corazón roto en el alma nocturna
del cielo las estrellas se desplomaron
del tiempo el dolor se desgarró
porque yo he visto llorar
a las prostitutas en el Prado
cuando mordían a chacales en sus regazos
y florecían soles negros a los pies de Cristo

También he visto
pájaros tragando árboles navideños
beatas comiendo su rosario
niñas y niños jugando al huracán perdido
y ancianos gritando
sus penas y alegrías al viento
rostros que se encogían
como las hojas de otoño
sin más aire que la propia noche

Después cayó el día de puntas
adolorido con su vientre deshabitado
con los ojos hinchados de pavor
con las piernas temblorosas
soportando la injusticia
en este maldito mundo

Y así me fui a comer
al mercado de los agachados
como aparapita frente a
la pared
bastante perejil en mi plato
y pan duro que crujía entre mis dientes

Luego salí al encuentro de la tarde
y me encontré con seres
que adoraban a dioses mutilados
yo que nunca fui a la Universidad
ni a escuelas del dogmatismo
yo que jamás utilicé ropas de marca
ni automóviles sofisticados
sospeché entonces que el Viejo Antonio
había resucitado
sospeché que las infames tiranías eran historia
y no le di vida al adjetivo que nada dice

Pero yo, viejo yatiri de poncho multicolor
jamás creí en las uvas de Nochebuena
en querubines que custodian a los santos
y en sacerdotes de sotanas embrujadas
siempre he dicho
que la muñeca Barbie
es negra de nacimiento
que las leyes están hechas
para el que sabe burlarlas
que África es una mina de oro blanco
y que el eje del mal viene del Norte
atravesando el mundo
como un volcán en plena erupción.


NOTAS:
Los tres poemas que anteceden pertenecen al poemario inédito Adentrarse por la tangente.

Aparapita: Palabra de origen aymara que significa 'el que carga'. El gran poeta boliviano, Jaime Sáenz, escribió un bello ensayo titulado El aparapita de La Paz.
Yatiri: Curandero, hechicero. Indígena que practica ciencias ocultas.

* * * *

JAVIER CLAURE COVARRUBIAS. Nació en Oruro, Bolivia, en 1961. Es miembro del Pen-Club Internacional, de la Unión Nacional de Poetas y Escritores de Oruro (UNPE) y de la Sociedad de Escritores Suecos. Ejerce el periodismo cultural. Tiene poemas y artículos dispersos en publicaciones de Suecia y Bolivia. Fue uno de los organizadores del Primer Encuentro de Poetas y Narradores Bolivianos en Europa (Estocolmo, 1991). Ha estudiado matemáticas e informática en la universidad de Estocolmo y de Uppsala. Además, es egresado de Pedagogía en Matemáticas de la Universidad de Estocolmo.
Formó parte de la redacción de las revistas literarias Contraluz y Noche literaria. Algunos de sus poemas han sido seleccionados para las siguientes antologías: El libro de todos (1999), La poesía en Oruro (2005) y Poesía boliviana en Suecia (2005).
Ha publicado Preámbulos y ausencias (2004) y Con el fuego en la palabra (2006).

Contactar con el autor:
javcla[at]yahoo.se

Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M. Martínez ©


Sumario del n.º 12 de Mar de Poesías:

Alejandra Gianello Alejandro Morales Alfredo Lavergne Ana Patricia Moya Carlos Almonte Cristina Ghiorghiu David Fernández Rivera Elizabeth Quezada Eulogio Díaz Florentino Gutiérrez Gabela Francisco Pinzón Guillermo Sastre Ignacio Viana Javier Claure José M.ª Barredo Juan Pomponio Juan Carlos Vásquez Juan Leandro Alzugaray Luis E. Mejía Godoy María Alejandra Crespin María Carmen Guzmán María Laura Gandolfo Norton Contreras Paolo Astorga Pedro Pérez Vilas Rocío Soria Romina Bobadilla Rubén Lapuente Víctor Corcoba Yamila Greco




Separata publicada en el n.º 47 (julio/agosto 2009)
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