Es una
tarde casual
una tarde de ésas,
calladas con frío
entraste mirando la hora
deshabitado del mundo
descalzo de memoria
solitario triste y vivo
respirando por casualidad
cerca de mi boca.
En un
segundo tus manos
fugaces eternas
escarban el polvo
que será algún día mi cuerpo
tus manos incontroladas
corriendo a prisa entre mis senos
y la falda.
Aguas
libidinosas, oscuras, obscenas
inundan nuestra piel
el fuego de las bocas estrellándose
buscando el natural y apurado descanso
para esta fiebre que sale descontrolada
en forma de gemido y alivio.
La ciudad
espera, no hay tiempo, miras la hora
el pulso agitado no responde a lo formal
de nuestra ropa.
Salimos
como entramos,
siendo dos perfectos extraños
y el ascensor como nosotros
vuelve al curso normal
de un buen día terminado.
¿Cómo se vive?
Después de traducir el
frío
en hojas cubiertas de luna
encender truenos
con el fuego de la sangre
caminar a oscuras
bajo un sol estrellado
pintar rosas en otoños suicidas
pesar vida y muerte
y quedarse a orilla de un río
mascando atardeceres.
Después de enloquecer
en un calendario normal
de olvidar pulso y funerales
de caminar sobre la eternidad
y volver a la esquina de costumbre
rayando horizontes sobre la niebla.
Después de comulgar con lo in-nombrado
y beber vino hasta cobrar sentido.
Después ir a gólgotas y paraísos
¿Cómo se respira mi Diosa?
¿Cómo se regresa y se vive
después de escribir poesía?
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SILVIA RODRÍGUEZ
BRAVO. Poeta chilena.
En el género de poesía ha publicado Entre la Poesía y Yo; Versovulos
y Profeta de Bares; en narrativa Despertar Confuso. Participó
en el libro colectivo Entre cuento y cuento. Incluida en las antologías
regionales Poetas del Maule; Travesía por el río de la Niebla
y en los Poemarios Primavera Eterna y Penumbras y Sombras
del Centro de Estudios Poéticos, Madrid España.
Contactar
con la autora:
profetabar[at]yahoo.com
Ilustración poemas: Fotografía
por
Pedro M. Martínez ©
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