
Diario de un Cyberpunk (Tanatos Vs Eros)
Leo Zelada
I
Solo
frente a la pantalla virtual
encargo mi humanidad
entera
al portal aleatorio de lo inocuo:
«siempre le tuviste miedo a las esfinges».
II
Has despertado con el rozar de un ratón por encima de tu cabeza y te estremeces —joven escritor— hasta el ultimo vello de tu cuerpo:
¡Mas un roedor que se desliza agazapado entre tus cabellos, es sólo un roedor buscando a otro roedor!
IV
La muerte aquella implacable mujer
me seduce
cada vez que camino turbio
por el centro
exclamando:
«hasta que no te tenga reposando en mi lecho
eterno, no serás totalmente mío»
y ella paciente
todos estos años me acompaña en las mesas y
esquinas de los bares tratando en vano de alcanzarme:
«el dragón ha abierto una vez más sus fauces,
una mujer se ha cruzado de piernas».
VII
Ingreso a mi password
y busco tu Email
«no sabes la ansiedad
que he tenido de hablarte en estos días».
contigo ahora, somos dos
en este fragor intenso
de imágenes rotas
«yo creo paraísos
donde tu cuerpo no existe».
VIII
Luz:
cuando estás conmigo
la magia
nebulosas giran a lo lejos
como bellas luciérnagas despidiendo
aquella melodía misteriosa del origen
del universo.
tú no te das cuenta de ello
mas la naturaleza se estremece toda
cuando mi cuerpo está con mi cuerpo
bésame con tus rojos labios y hazme creer en el paraíso.
X
A veces,
cuando el viento
toca
mi ultima inspiración
- voces
obsesas
melodías
me invocan
sé tú paraíso
hacia
el éxodo
por el desierto crepuscular
de tu aliento voy.
XII
Ha vuelto a ser
el misógino exiliado
en la tétrica sordidez
del software
en su cuarto
la luna baña maternal sus cabellos
y sus ojos hundiéndose más allá de lo evidente
donde todo lo irreal es sagrado para él
se auscultan en extraños e insólitos poemas
el ocaso se cierne
como un lienzo extendido de Rembrand
y el poeta delira
—como Kierkergard—
entre luces de neón
por los cyber
espacios.
XV
Frente al obelisco de piedra
«vuelvo a remontar el vuelo bajo el blanco sol»
geométricas figuras
delinean
el tejido entrañable
de tu piel
hoy es hoy
el lóbrego recuerdo
y la azucena azul que corona el jazmín
presiono enter
y otra es la imagen simuladora
la que atenaza el escorpión en su cola.
XVI
Capricornio hasta dónde ascenderás por la ruta
insomne de la desesperación, deja ya el neutro
contemplar de las cosas abstractas, ensúciate las manos
y
baja al valle
eterno de los
hombres,
que hace ya demasiado
tiempo
que tu hermosa y frágil antílope espera de ti una decisión.
No
por mucho
ascender por los peldaños
incólumes de los
enunciados alcanzarás la iluminación, recuerda:
«el conocimiento es solo eso, una construcción imaginaria
del lenguaje y nada más»
—siente
el vértigo
—tanto he luchado oh mi dios por alcanzar
apenas un destello dorado del paraíso
«hijo mío, abandona ya el laberinto virtual al cual
solo tú te has condenado y regocíjate, ¡que el amor hacia
una mujer es lo más cercano al amor hacia mí!».
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Leo
Zelada
(Lima, Perú; 1970). Estudió Filosofía en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos. Ha publicado los poemarios Delirium tremens
(Perú, 1993), Diario de un Cyberpunk (Méjico, 2001), el ensayo
Nueva cultura poética en el siglo XXI (Perú, 1999) y la
antología Poetas peruanos del nuevo siglo (España, 2001).
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leozelada [at] yahoo.com
Ilustración poemas: Imagen por
JaycerART,
en Pixabay [public domain].
N.de R.: Se han procurado mantener las
sangrías en los versos tal como se realizaron en la publicación
original.
▫ Poemas publicados en Revista Almiar (2003); web reeditada en noviembre de 2019.