ÚLTIMO ACORDE QUE ESCUCHÓ HENDRIX
Escrito en el Percepción La Balconada,
en el año 1996.
Esa noche mágica
mezclada con un interminable atardecer
y un silencio de viento en tu
cara.
Tuve tristezas por olvidar las
lágrimas.
Sabes
—en
algún momento estaremos juntos
y en ninguno separados—.
La imaginación de mi labio está
inventándote.
Hacele acordar al sentimiento
que es un habitante del alma.
Del magnifico reflejo del momento
se formó nuestra energía.
El que murió pensando en voz alta
sabía que te amaba
Conocía mi horizonte mirada.
En las colinas del viento que
acarician al verde...
Uniendo al sol con mis risas azules...
En el medio de la luna clave mis
ojos
contemple el silencio, los anaranjados
atardeceres.
Mujer luz, mujer grunge
Sé mar
Sé sol
Avanza desde el horizonte hacia
mí
El pasado hipnotizó mi futuro
con una luz crepuscular
Hoy te escribo aunque ya sabes
que te quiero.
Siempre igual al niño del viento
azul
Y despertando en la noche duermo
a mis sueños
El grito del eco se acerca al
ausente
Desde adentro de mi alma encuentras
las respuestas
...siempre el sol con sus tres
letras
Al pensar en vos recaigo en el
extraño
¿Es aquel sueño el menos sufrible?
aquél instante... ese silencio.
En el árbol las palabras, en el
azul el sentimiento
¿Conoces: El mural del mundo en
el que «yo» vivo?
Decime que vas por los campos
donde en la tierra hay sonrisas
que invaden tu mente.
Decime que hablas con las nubes
en los días que sufro el bajón del enfermo
Nena, ¿sabes mi presente en esa
canción que grita aquel viejo?
La luz aquella que ilumina mi
adentro se fue atrás tuyo
haciéndome volver a esa limbo
rodeados de frutas que no fermentan con vino
El campo se abre a los ojos del
niño
del viento azul, él te extraña.
En su mente el viento envuelve
tristezas.
La imaginación que tiene se acerca
a lo cierto
y es invencible a la mancha de
todos.
Nadie en el camino, mis luces
ven lo todo
La palabra aquella que sellé en
tu alma
Y de pronto esa mirada, tu cara
¡el relámpago inmenso!
No está más conmigo la defensa
de aquel mar tan increíblemente verde.
El silencio de los médanos dejando
sin voz por ti hasta sus vientos.
El niño local nos mira alejarnos
yo estoy aún más lejos
No es la pintura del mar más extenso
Es esa noche oscura, en ese amanecer
naranja
en tu cuerpo.
Lugar en el mundo que pisé con
mi mente.
Tus palabras más simples encandilan
mis inmensas verdades
El campo magnético nos muestra
el camino, la energía
Decime ¿qué remolinos formas en
tus sombras?
¿Cuál invento crees que te sobra?
El campo nos mira sin saberlo
Y seguís tú en mi mente, en mi
mente color crema
....en mi vida
Sólo nena pregúntame a mí tus
respuestas
Abrí sólo a mí la gran puerta
And
nena cree en los trompos veloces, en los finos rientes.
Tiendo una nube a tu paso
El sol se esconde entre los medanos
de la Balconada
en el horizonte, en el mar
Arriba del techo de Percepción
lo veo
a lo lejos pero cerca
Hoy es naranja y redondo
ayer fue rojo.
Es el inconfundible grito en el
silencio
y sigo mirando atardeceres increíbles
Estoy en mí adentro aunque hable
¿Es el mar arena tu destino?
En Antoniopolis, el cielo
entró un día y no pudo irse
...el más azul.
La Balconada tiene su mística
y no es el sol
La luz rodea mi cara y tu misterio
El árbol sigue intacto en sus
colores
El significado inmenso de tu destino,
el himno del sol
Y el viento en mi cara me dice
que estás
El pájaro azul aquel que por
alas lleva el misterio
Como un pez naranja en las grutas
de las profundidades
del inmortal mar
Paré ahí, donde encontré el tesoro
perdido más valioso
Los dos caballos blancos salvajes
galopan sin rumbo
cerca explotan las olas tan verdes
¿Música, ya vienen tus días?
las canciones verdades
Las olas por estar ahí enamoraron
a las más divinas rocas
Más seria roca sin tus movimientos
Nunca intente conocerla es que
ella ríe
y Pearl Jam sigue sonando
La tranquilidad del mar en todo
su infinito.
El arco iris se filtra dentro
de mi mente
Estabas ahí en ese momento de
la vida igual al mío
El tiempo duele con sus ojos y
hay un paralelismo a vos
al ultimo acorde que escuchó Hendrix
Sabes desde aquí oiré el llanto
Envolveré la lágrima
Sé que mojadas caen tus lágrimas
Si cierras los ojos que enseñan
el alma los abrís de golpe
y no olvidas esas palabras,
el canto del ángel
El significado inmenso de mi destino
Las risas de la gente humilde
son la boca de tu sed.
Volvés conduciendo un vientre,
una destrozada palabra un anterior ser viviente
Camino bajo las estrellas de las
rutas por la esperanza de encontrarte
desde que me hablaste hasta siempre
Dibuja una mirada que sea la mía,
como yo, como vos, encontrame
—El sonido del amanecer que nos
encuentra despiertos—.
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Alfredo Vaeza.
Nacido el 21 de Febrero de 1970, en
la ciudad de Montevideo, República Oriental del Uruguay. Autor de poemas
y canciones. En el 2004 publicaron sus poemas en diferentes antologías:
Antología Un puente en el arte (Editorial
Novelarte); Lenguaje de pluma
y tinta (Zen Ediciones)
y Letras
del mundo (Editorial Nuevo
Ser). En el 2006
terminó su
primer libro inédito El niño del viento azul. Seleccionado entre
un total de 2.143 aspirantes en el certamen de Editorial Nuevo Ser y publicadas
sus
poesías en el libro llamado Mundo literario 2006.Productor audiovisual
egresado de la Escuela de Cine de Montevideo (generación 2000). Director
de la Galería de artes plástica Vaeza Arte. Productor de eventos culturales
y empresariales. Director de arte.
Web del autor: http://www.vaezaarte.com/
* ILUSTRACIÓN POEMA:
Jimi Hendrix by Stuart Hampton,
By Stuarthampton (Own work) [CC-BY-SA-4.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)],
via Wikimedia Commons.
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