Aleqs Garrigóz

Puerto


Melancólico recinto abierto naturalmente
para recibir a la embarcación grande y pequeña;
para dar hospitalidad a los extranjeros
que traen enfermedades, costumbres extrañas
y dejan un puñado de cobre
a las sigilosas mujeres que en el suelo
extienden sus muñecas de trapo, sus crucifijos toscos.
¡Qué algarabía de prosapias y de tránsitos!
¡Qué ruido de silbatos y grosería de marino!

Adversaria la marejada que azotará el muelle,
desanudará las lanchas zozobrando bajo un cielo gris
de estrepitosas y cobardes gaviotas,
dejará en las redes del paciente pescador pobre
un pez globo boquiabierto de perturbantes ojos
y un nudo de algas ponzoñosas.
Enemiga la tormenta flaqueando las palmeras,
perdiendo los humildes tejidos de los techos
en el océano como una boca voraz abierto.

Áspero este lugar de los adioses
donde los amantes ondean pañuelos blancos
y despiden los barcos que no vuelven.


LLORAR


Si a todos nos duele vivir; si a todos mata
una duda, un amor, una alegría atroz;
si la fruta se pudre y el trigo se acaba
y las rosas se agostan y el niño crece
y se vuelve ermitaño y hostil…
Quiero decir: Si a doquier que volteamos
un cadáver se trasmuta para generar más vida
y la pezuña de la bestia va hollando la flor
¿Qué somos junto al cielo que no alcanzan las ansias
o a la tierra que se abre para dar paso al magma?
¿Qué es la música que nos distrae?

—Nada. Nada valen ceremonias y concilios,
ni los bosques intrincados de los textos,
ni los empeños de la diligencia y la perseverancia ,
ni las máscaras que usamos para medir la maldad.
Sólo nos queda llorar.

Llorar hasta florecer el peñasco umbrío,
hasta que el desierto vuelva a ser mar.
Hasta subir en una ascendente marea lacrimal
y alcanzar la luna de hueso, los astros esféricos
girando siempre en su perfecta órbita de vidrio
y plegar a nuestro pecho el cono de una estrella azul.

Hasta que peces multicolores jueguen a nuestros pies.
Hasta hacer romper las presas, los diques, los muros
que separan y estancan las aguas inefables de Poesía.

Hasta que la generación espontánea nos diseñe
un hermoso mundo marino de tréboles náuticos,
de algas luminosas y medusas de neón
y seamos como el delfín cósmico que tiene
memoria universal, y alas, para nadar.



DEL MAÑANA


¿A qué hablar del mañana imposible
si el hoy nos corroe con su lepra incurable?
Si el ambiente es un siempre un cúmulo de sustancias mortales
y respiramos sólo para oxidarnos más, y más.
Si siempre, para siempre, caerá la noche sepultándonos,
matando la ilusión, arrasando la esperanza.

El es hoy que se nos va tan lentamente.
Impotentes nos rendimos al naufragio.
El hoy que toca a nuestra puerta exaltándonos,
dejando una carta vacía, abatidos los ánimos.
El hoy cayendo como gotera en el sueño,
como el cabello que se desprende
cuando te estás peinando frente al espejo.

Porque no hay futuro.

Porque hablar de lo que vendrá
es anticiparnos a querer asir la niebla,
es señalar en el mapa un tesoro que no existe.


____________
Aleqs Garrigóz. Autor de: La promesa de un poeta (Editorial Humo, Secretaria de Cultura Jalisco). Muestras de urbanidad (H. Ayuntamiento de Puerto Vallarta). Premio Adalberto Navarro Sánchez de Poesía. Incluido en la antología: Nueva poesía hispanoamericana, de Editorial Lord Byron a cargo de Leo Zelada. Actualmente espera la edición de De naturaleza amarga a cargo del gobierno de Guadalajara.


nazty_punk [at] hotmail [dot] com

- ILUSTRACIÓN POEMAS: Fotografía por Pedro M. Martínez ©



Mar de Poesías


Poemas publicados en Revista Almiar, n. º 32 (febrero-marzo de 2007). Web reeditada en octubre de 2020, durante la pandemia de la Covid-19.

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    Revista Almiar (2007-2020)
    ISSN 1696-4807
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