relato por
Ray Respall Rojas

 

M

e siento en una de las banquetas del bar y coloco a mi lado el portafolio. El cantinero me reconoce, se puede decir que soy un cliente habitual.

—¿Se encuentra bien? —pregunta mientras me ofrece un whisky—. Hoy le noto más triste que ayer.

—Estoy igual que cada noche, ni más, ni menos —respondo y vacío de un trago el contenido de mi vaso—. Mi situación no mejora por más que trato. Sigo aquí, lejos de mi hogar. Lo peor es que cada vez que intento volver, me lo impide el dolor. Es lo que ha hecho imposible mi regreso —le indico con un gesto que quiero que se mantenga sirviéndome whisky—. Si tan solo pudiera llamar por teléfono y pedir ayuda, pero no sirve de nada. Solo me queda tener fe en que algún día volveré… Por suerte, la bebida es buena para curar las heridas.

Pasan las horas; ya he vaciado dos botellas. Miro mi reloj y advierto que falta poco para que sean las doce. Apuro los últimos tragos, liquido la cuenta y tomando mi portafolio me dirijo a una puerta que está al fondo del local. La he usado otras veces, sé que conduce a un callejón. Una vez ahí me aseguro, como siempre, de estar solo. Suena la alarma en mi reloj, es media noche. Miro al cielo y veo abrirse las puertas de mi hogar. Son tan puntuales como siempre.

Saco del portafolio un Halo y lo coloco sobre mi cabeza. Me abro la camisa y dejo libres mis alas. Las estiro y lleno de esperanza comienzo a batirlas. Como siempre, el dolor se hace insoportable y caigo al suelo. Esta vez logré elevarme unos metros más que ayer. Pero aún no logro que sanen mis lesiones.

Me limpio el polvo de la caída y guardo nuevamente el Halo. Con agonía pliego mis alas bajo la camisa. El whisky ayuda a curar estas heridas, pero creo que las mías son graves y he de aumentar la dosis. Probaré de nuevo mañana.

 


 

Ray Respall Rojas

Ray Respall Rojas Ciudad Habana, 17 de abril de 1987. Pintor y grabador, graduado de la Academia de Bellas Artes San Alejandro, especialidad de Grabado. Trabajó tres años como profesor en dicha academia. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Fundador de Kodama ArtStudio junto al artista Julián Alpízar. Miembro de la Red Mundial de Escritores en Español, REMES. Autor de cuatro libros de relatos: Amigo de las doce de la noche, Fundación Drac, Mallorca. El potro indomable, Ediciones El Salvaje Refinado, EE.UU. Un verdadero dolor de cabeza, Editorial Extramuros, Cuba. El salvador de los sueños, Inventiva Social, Argentina.
Más de cincuenta reconocimientos nacionales e internacionales en concursos literarios y de artes plásticas. Colabora con publicaciones periódicas nacionales e internacionales, como escritor y como ilustrador. Publicado en antologías literarias, de artes plásticas y de fotografía. Se han publicado reseñas sobre su obra en páginas nacionales e internacionales, entre ellos la web oficial de la Biblioteca Nacional José Martí. Fue jefe de redacción de la revista La edad de oro en nosotros y miembro del consejo editorial del noticiero Ponte al día. Ha realizado numerosos trabajos de Ilustración, entre otros: Un verdadero dolor de cabeza, Extramuros, Cuba. El salvador de los sueños, Inventiva Social, Argentina. Antología Poética Arbitraria, Chiapas, México. Adoptando a Mini, Marié Rojas, Fundación Drac, España. Café Guadix, Luis Asenjo y Ron y Miel, Publicaciones Comala, España. Arte gráfico cubano contemporáneo, Northwest Missouri State University, EE.UU y Exposición Colectiva y Velada Artística Salto de Fe, Galería Casa 8, La Habana, Cuba (2016).

@ Contactar con el autor: kodama [at] cubarte.cult.cu

Web: kodamaartstudio.cubava.cu/ · redescritoresespa.com/ R/respall.htm

Ilustración relato: Fotografía por TheDigitalArtist / Pixabay [CCO Public Domain].

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Revista Almiar · n.º 101 · noviembre-diciembre de 2018 · MARGEN CERO™

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