artículo por
Adán Echeverría
Yo nunca me equivoco en mis actos,
pasa que no tienes la capacidad de entenderlos.
T
odos los libros nos dejan algo, incluso el decir: «¡Qué libro tan malo, jamás vuelvo a leer a este autor!». Y en esta diversidad lectora es en donde ponen sus cimientos las ferias del libro, las bibliotecas, las librerías, la historia del libro, y el poder de la lectura.
Volver a ver a jóvenes mexicanos quemar libros, en esta ocasión afuera de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Jalisco, es de una total pena. ¿Qué pobre educación permea sobre las personas que presentan su odio sobre los objetos? Ya alguna vez Beatriz Preciado había dicho: «Todo lo que causa placer es un dildo, incluso el pene». Y desde esa objetualización del placer sexual es cuando se da por terminado el Falocentrismo. Nos hace falta leer tanto.
Quemar un libro habla de Censura. La Censura es un signo de violencia. La violencia es lo que las sociedades buscamos erradicar del imaginario colectivo, de la educación de los niños y de los jóvenes. No podemos seguir pensando en la necesidad de resarcir todo el daño que se ha causado a la mujer, a los homosexuales, a los migrantes, a los pueblos originarios, cargando la violencia como estandarte, porque nos convertimos justo en aquello que nos ha causado tanto daño.
La quema de libros es algo que no podemos permitirnos como sociedad. Ellas queman libros que hablan de «Cómo curar la homosexualidad». Un tema tan estúpido. En qué te convierte pelear con un estúpido.
Ya en 1564, la iglesia católica publicó el Index librorum prohibitorum que, en español, se refiere al «Índice de libros prohibidos»: una lista de aquellas publicaciones que la Iglesia católica catalogó como libros perniciosos para la fe y que los católicos no estaban autorizados a leer. ¡En 1564!, hace apenas un poco más de cuatro siglos. En una época en que la Santa Inquisición torturaba y mataba mujeres acusándolas de brujas, gracias al manual conocido como: Malleus Maleficarum, escrito por los monjes Kramer y Sprenger; y de pronto, hoy volvemos a esas épocas, al tiempo en que lo que no nos gusta hay que quemarlo. ¿Acaso no podemos darnos cuenta de que los que se sienten afectados van a reaccionar en nuestra contra? ¿Acaso creemos que aquel que consideramos El Monstruo, se va a poner a llorar por nuestras marchas y cantos, y dejará de hacer maldades? Estamos nalgueando al toro, en marabunta, en jauría, esperando vencerlo por la fuerza, pero el toro ante el acecho igual reaccionará.
¿Qué se ha logrado con el simbolismo de la quema de esos libros? ¿El autor de aquellos libros lo entendió y sacará sus libros del mercado?
Los que están en contra de quienes quemaron el libro, y jamás hubieran leído tales conceptos, ahora irán a leer ese libro. Triste sería que, por este acto, las ventas de aquel libro, cuyo tema es «Curar la homesexualidad», aumentara, porque ahora muchos corran a comprarlo, y el libro comience a tener un número tal de ventas que ni el autor ni los editores hubieran esperado. Ergo, el autor escribirá más y más textos sobre lo mismo.
Los libros no son más que un mercado también. La sana crítica lectora pudo hacer que aquellos libros se quedaran en el olvido.
En una época de fácil acceso a cualquier tipo de tema en el Internet, en verdad creemos que la quema de libros ¿cambiará el concepto de quienes creen en dichos temas? La censura es un arma de doble filo. Cada vez que yo Censuro al Otro, siento las bases para que un día, las autoridades de un pueblo tengan las herramientas para censurarnos a nosotros. Tienes que pensar que Tú eres el Otro para los demás. Y los demás un día podrán censurarte a ti.
Apréndete este Mantra: «Podré no estar de acuerdo con tu forma de pensar y lo que dices o escribes, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a pensarlo, decirlo y escribirlo».
ADÁN ECHEVERRÍA GARCÍA. Mérida, Yucatán (1975).
Integrante del Centro Yucateco de Escritores, A.C. Realiza el Doctorado en Ciencias Marinas en el Cinvestav del Instituto Politécnico Nacional – Unidad Mérida con una beca del Conacyt. Biólogo con Maestría en Producción Animal Tropical por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Ha cursado además el Diplomado en Periodismo, Protocolo y Literatura (ICY, CONACULTA-INBA y Editorial Santillana, 2005). Por su obra literaria ha sido considerado en el Diccionario Biobibliográfico de Escritores de México que realiza la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Ha publicado los poemarios El ropero del suicida (Editorial Dante, 2002), Delirios de hombre ave (Ediciones de la UADY, 2004), Xenankó (Ediciones Zur-PACMYC, 2005), La sonrisa del insecto (Tintanueva ediciones, 2008), y Tremévolo (Ed. Praxis – Ayuntamiento de Mérida, 2009); así como el libro de cuentos Fuga de memorias (Ayuntamiento de Mérida, 2006). Compiló junto con Ivi May el libro Nuevas voces en el laberinto: Novísimos escritores yucatecos nacidos a partir de 1975 (ICY, 2007), y con Armando Pacheco la compilación electrónica en Disco Compacto Del silencio hacia la luz: Mapa poético de México. Autores nacidos en el período 1960-1989 (Ediciones Zur y Catarsis Literaria El Drenaje, 2008). Es Premio Nacional de Literatura y Artes Plásticas El Búho 2008 en poesía, Premio Nacional de Poesía Rosario Castellanos, convocado por la UADY (2007). Ganador del X Premio Nacional de Poesía Tintanueva 2008 (convocado en 2007). Premio Estatal de Poesía Joven Jorge Lara (2002). Mención de honor en el Premio Nacional de Cuento José Amaro Gamboa, convocado por la UADY (2004); Mención de honor en el Premio Estatal de Poesía José Díaz Bolio (2004) y Mención de honor en el Concurso Nacional de Cuento Carmen Báez (2005), de Morelia, Michoacán.
Leer otros textos de este autor (en Almiar):
Pasos para escribir una novela | Mirar desde Clarice Lispector
| Dos libros de poesía que no vale la pena leer | Pequeña historia de la danza en Yucatán | Trastorno bipolar | Todos somos forasteros
Contactar con el autor: adanizante [at] yahoo.com.mx
Ilustración artículo: Fotografía por Movidagrafica / Pixabay [public domain]
Revista Almiar – n.º 107 / noviembre-diciembre de 2019 – MARGEN CERO™
Lecturas de esta página: 446
Comentarios recientes