Un poemario de Matteo Barbato
Entrevista al autor

 

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emotas cercanías es el tercer poemario del italiano Matteo Barbato (Nápoles, 1973) que estos días sale a la venta en toda España. Editado por Cuadernos del Laberinto, el libro refleja la obsesión por la infancia como generadora y domesticadora del carácter, y además profundiza en temas como la soledad en el amor, lo irrecuperable y la propia literatura. Matteo escribe directamente en castellano, a pesar de que su lengua materna es la italiana. Afincado en Madrid desde hace casi 20 años, Matteo nos hace partícipes del placer que supone la lectura o la cultura como esencia de la civilización latina.

El libro (editado con esmero y elegancia) viene acompañado por un USB en donde voces famosas de actores de doblaje, de rapsodas o del mundo de la cultura recitan los versos del napolitano.

 

—Acaba de llegar a las librerías de toda España Remotas cercanías, su tercer poemario. ¿Qué va a encontrar el lector bajo este título con oxímoron?

—El viaje de un hombre, la experiencia de un tiempo pretérito que marca el presente, el agradecimiento y el canto a lo vivido, la conciencia de la pérdida, la memoria peregrinando entre el espacio y el tiempo: Remotas Cercanías excava entre raíces, hurga en las imágenes familiares que forjaron la infancia de un poeta, entra en una casa de antaño, revive los amores que acompañaron su juventud, sobrevuela su tierra natal, observa las personas que siguen acompañándonos con su velo invisible.

El título de este libro intenta capturar esta realidad, intangible a ojos ajenos.

—El libro va acompañado por un audiolibro en formato USB con las voces de un gran número de magníficos profesionales de la voz: actores de doblaje, rapsodas… ¿Es la voz la forma natural de trasmitir la poesía a modo de los antiguos juglares?

—Cuando la editorial Cuadernos del Laberinto quiso editar esta obra supe que mi trabajo (y el de los intérpretes) reunía los requisitos mínimos de calidad para salir al mercado. Su lanzamiento es apto para un público poco acostumbrado a la poesía porque permite no solo leer sino escuchar los textos. Los lectores podrán abrirse a su poesía de una forma fácil, moderna y novedosa: las grabaciones que acompañan los poemas enamorarán a los oyentes porque son el trabajo de treinta y cinco auténticos titanes en el mundo de la voz (uno distinto por cada poema). Sus voces acompañan de forma diaria nuestras tareas domésticas, nos hablan en la radio, nos relatan un documental o son la voz y el sentimiento de actores y personajes famosos. No tengo ninguna duda de que este producto les encantará.

La voz ha sido desde siempre el principal instrumento de transmisión y legado de los textos más antiguos. Después, con la llegada del libro y de los modernos sistemas de comunicación, el uso de la voz sigue siendo fundamental.

—El poemario está plagado de referencias al paso del tiempo, a la nostalgia o al miedo. ¿Qué les pasa a los poetas que parece que se regodean con el dolor, es esa la esencia de la creación?

—El dolor es una experiencia emocional o sensorial que puede llegar a ser muy intensa: escribimos para plasmar esas instantáneas que nos forjan, para trabajar las emociones y liberarlas a través del verso. Los poemas son estaciones fijas, el dolor puede ser parte de un verso, pero el poeta cambia al finalizar su propia obra, al cumplir con la catarsis.

—Es usted napolitano, pero toda su obra está escrita en español. ¿Cómo se logra crear en una lengua que no es la natal y hacerlo con esa soltura y perfección que muchos nativos quisieran?

—Le agradezco mucho sus palabras: la verdad no sé qué debo o qué debería decir. Quizá el secreto de cualquier oficio es dejarse llevar por la pasión y por el placer de practicarlo, ejercerlo, cultivarlo. Nada más y nada menos.

—¿Sigue siendo la poesía un arma cargada de futuro?

—La poesía es, en esencia, una creencia que puede convertirse en realidad: es una herramienta que puede cambiarnos, es una imagen con la que podemos contemplarnos.

Todo aquello que ennoblece el espíritu y resalta la conciencia es una herramienta de futuro.

—¿Qué opinión le merece la métrica y la rima en la actualidad?

—Afortunadamente la poesía hoy es libre. La liberaron de ciertas creencias técnicas obsoletas, de cánones innecesarios. Otro discurso merece la eufonía o la estructura de un poema: la musicalidad de las palabras siempre será sinónimo de poesía y belleza; una estructura técnica bien fundamentada siempre añadirá calidad a un texto literario.

—¿Cómo ve el mundo cultural español actual?

—El panorama cultural español es un escenario tan amplio que un servidor tan mínimo como el que escribe no puede alcanzar. Solo me gustaría que tanto la política, como el mercado, no entraran en este mundo.

—¿Las redes sociales de Internet han influido mucho en el actual boom de la poesía?

—Hoy gracias a las redes sociales podemos leer mucha poesía. Mala, buena, regular… Facebook, Instagram y Twitter son mundos virtuales cada vez más grandes: es un fenómeno positivo si ayuda a que la poesía no sea el ejercicio exclusivo de unos pocos, si aporta frescura sin ser excluyente, si llega a un público masivo generando interés y estudio. Sin embargo, sus algoritmos se han creado por satisfacer productos y consumidores. Cuando entramos en las redes sociales entramos en un mercado: hay autores más cotizados y otros casi desconocidos… y la calidad de los textos no siempre acompaña el consumo. Piensen en el recién premio Espasa de poesía o al recién premio Nobel: setecientos mil seguidores en el primer caso y doscientos libros vendidos en el segundo, mala calidad frente a buena poesía.

Siento lástima cuando se promocionan autores mediocres, pero quién soy yo para cambiar el mercado…

—¿Qué consejo da a los jóvenes que comienzan a escribir?

—Leer, leer y volver a leer.

—¿Qué libro está leyendo, qué libro nos recomendaría y cuál es ese que no ha logrado terminar?

—Este año he leído mucho menos de lo que he querido. Por circunstancias personales y por la llegada de una pandemia que, de forma directa e indirecta, me ha causado varios percances. Durante el confinamiento no fui capaz de leer. Sin embargo, tengo entre manos varios libros… Federico Gallego Ripoll con sus travesías, Francisca Aguirre y Elvira Daudet con sus antologías, Pablo d’Ors con sus Andanzas del impresor Zollinger, Irene Vallejo y su infinito en un junco. Entre las obras que no he podido terminar, de momento, recuerdo el libro de Antonio Scurati (El hijo del siglo), Elena Ferrante y el poemario de Erri de Luca (todos son italianos).

Recomiendo La Casa Grande de Rosana Aquaroni, Autorretrato sin mí de Fernando Aramburu, y cualquier libro de Raquel Lanseros o Rosa Montero.

 

EL SECRETO

 

Hay todo un mundo detrás de nuestros ojos

—el universo invisible mueve nuestros hilos—.

Nuestra esencia es un cofre de fuerzas,

de leyes, de pasado,

de sentimientos, de genética…

La vida, nuestras vidas,

las emociones, los sinsabores de los días…

Las mentes arrastran preguntas

y solo existe una llave maestra

para abrir nuestras puertas,

para revelar el misterio

escondido detrás de nuestros nombres…

 

El secreto es vivir sin las respuestas.

 

EL CUERPO SINIESTRO

 

La sombra invade territorios,

trepa las paredes,

alcanza la luz, barriéndola.

 

Huele a viento, evoca el silencio,

su niñez balbucea de atardeceres,

su vejez se jubila en pleno día.

 

Su cuerpo siniestro

cura la herida sangrante del crepúsculo

y la luz descolorida camina agónica

entre el resplandor y el sueño.

 

La noche se agranda

con su telón de incertidumbres

y el sol, decaído,

busca nuevos eclipses.

 

EL OFICIO DE OLVIDAR

 

La poesía,

cuaderno virgen de esperanzas,

es solo una pluma

que planea sobre una hoja blanca.

El poeta,

sentimiento forjado con corazón y huesos,

es solo una voz desbocada

que (re)surge desde las venas.

Las palabras viven

hasta morirse en el papel,

hasta trasladarse, tal vez, al alma de un lector…

Sus historias,

a menudo no leídas,

son letras encarceladas

y su desdichada ilusión

levantará trincheras

tan altas como estanterías.

 

Hay miles de volúmenes como personas solas

que esperan celebrar su lectura;

algunos poetas, sin embargo,

esperan renovarse en una hoja blanca.

 


 

Matteo Barbato

Hijo de una ciudad bimilenaria y de una familia humilde, Matteo Barbato estudió Sociología en la Universidad Federico II antes de mudarse a Madrid y enamorarse de su gente, cultura y costumbres. Actualmente es miembro de la Unión Nacional de Escritores de España (UNEE) y de la tertulia literaria presidida por el poeta Enrique Gracia Trinidad. Ha colaborado con las revistas Crátera, Revista de Crítica y Poesía Contemporánea, y Proverso. Ha publicado los poemarios Recuerdos, amores y sueños y Mis versos, tu nombre y Remotas cercanías (Editorial Cuadernos del Laberinto, 2020). Fue premiado en octubre 2019 en la gala de premios Fénix por su trayectoria y aporte al mundo de la cultura y de las artes. Galardonado en junio 2020 con el primer premio del VII concurso internacional de poesía «María Eloísa García Lorca».

 

Remotas cercanías - Tapa

Remotas cercanías
• Prólogo: Gloria Díez • Colección Anaquel de Poesía, n.º 103 (Cuadernos del Laberinto, 2020) • I.S.B.N.: 978-84-122076-4-4 • 88 págs. (Contiene tarjeta USB AUDIOLIBRO) • Ilustraciones artículo: Portada del libro y fotografía, con autorización para su uso y publicación en esta reseña; © de sus autores.

🌐 Más información:
cuadernosdelaberinto.com/Poesia/MATTEO_BARBATO_REMOTAS_CERCANIAS.html

 

Reseñas en Margen Cero

Revista Almiar · n.º 113 / noviembre-diciembre de 2020 · PmmC · MARGEN CERO™

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