Poemario de David Fernández Rivera
reseña por Laura López Fernández

L

ibertad no se adapta a los modelos prescriptivos de género y se resiste a una metodología reduccionista y monodisciplinar de análisis. Libertad —como su título insinúa— es un poemario que, en su hibridez de medios, lenguajes, estilos y técnicas, cuestiona la continuidad hegemónica de las taxonomías clásicas de género literario y aboga por una indefinición de límites entre las artes. Afín a múltiples líneas vanguardistas (G. Apollinaire, F. Soupault, T. F. Marinetti, A. Spatola, D. Higgins, J. Miró, A. Artaud, etc.), el autor compuso doce textos con sus propios códigos rítmicos y retóricos de lectura revelando una gran autonomía entre sí, pero también una interconexión semántica que transforma las expectativas convencionales de recepción del poema.

Libertad es un libro intermedial e interartístico, constituido por poemas verbales, visuales, fonéticos, sonoros, y gráficos que versan en torno al tema de la creación artística y su paralelo, el aspecto biológico (vida y muerte). Desde el primer poema “Vacío” hasta el último “Infinito”, nos hallamos ante unos textos, que si bien son muy versátiles, técnica y compositivamente, están temáticamente entretejidos entre sí y muestran una voluntad no solo de liberación del lenguaje como sistema de comunicación logocéntrico sino también de liberación de los códigos canónicos de género, a través de la hibridez y la ruptura; véanse, por ejemplo, los poemas visuales “Agonía”, “Tridente”, “Hydra”, el poema verbal y fonético “Zashima”, el poema visual y performativo a cuatro voces “Iceberg”, o el poema visual de carácter ideográfico “Infinito”.

En la andadura reflexiva y versátil que simboliza Libertad, vemos que habitan metáforas lingüísticas, sonoras, performativas y visuales, caracterizadas por alterar la experiencia separada de lectura, visualización o audición. Libertad nos invita a una recepción multisensorial del texto, así como también a reflexionar en torno a las leyes materiales de la vida y del decaimiento de la materia, delineando una conciencia verbo-gráfica, verbo-rítmica y verbo-sonora de la creación.

El poema verbal y fonético “Zashima” es digno de análisis pues materializa una línea creativa muy original. El sentido verbal, visual y fonético de “Zashima” transciende todo proceso cognitivo. El poema está en una lengua desconocida o inventada. El aspecto verbal, gráfico y sonoro del poema evoca una lengua en el grupo filogenético de las lenguas semíticas, o una lengua de los nómadas del desierto, pero esto no es lo que más importa en el sistema comunicativo del poema. El poema recitado en su justa frecuencia y vibración abre fronteras más allá del lenguaje —alfabético o inventado— y se antepone a siglos de predominio logocéntrico. La naturaleza sonora de “Zashima” (voz y silencio), produce una resonancia especial, que parece ir dirigida al nivel celular, activando un sistema comunicativo que va del sonido a la materia primigenia, saltándose las reglas de descodificación del lenguaje —procesamiento consciente— y superando así cualquier significado lógico, con la particularidad de que la ausencia de control ejercido por la razón opera aquí de modo diferente a los principios usados en el surrealismo y otras vanguardias. “Zashima”, con un código verbal, sonoro y rítmico propio (hermético), constituye un artificio muy exitoso y sofisticado añadiendo una nueva dimensión al poemario y rompiendo fronteras no solo de género sino también cognitivas. Qué más se le puede pedir a un poema y a David Fernández Rivera, poeta, dramaturgo, director, artista sonoro y visual.

Agonía (del libro Libertad, por David Fernández Rivera)

 

Luto

El delirio
succiona
el orfanato
hacia
la veleta
subyugada
en la retina.

Balas, balas…

Allí,
el desfile
teje
la demencia
sobre un columpio
engrasado
en los muslos
del collarín.

Balas, balas…

 


 

David Fernández Rivera

David Fernández Rivera (Vigo, 1986). Poeta, dramaturgo, director de teatro, artista sonoro y visual. Destaca también su labor educativa gracias al desarrollo de diferentes talleres poéticos enfocados a la infancia y juventud.
Ha publicado los poemarios Caminando entre brumas (2004), Sentimiento y luz (junto al fotógrafo Luis Lorenzo, 2005), Corceles (antología, 2006), Calipso (incluye los títulos Canciones de mi ausencia y Entre la sombra y el grito, 2009), Alambradas (2010), Sahara (2011), Ágata (2014), Fractal (libro-disco antológico, 2016) y Libertad (2021), además de textos teatrales como Hipnosis/La Colonia (2012).
Como rapsoda y productor musical ha grabado los discos Ecos de la Noche (2011), Romancero Gitano. Poemas selectos (2010) y Miguel Hernández. Poemas selectos (2012).
Su poesía visual ha formado parte de diferentes exposiciones, tanto individuales como colectivas; asimismo, algunos de sus poemas visuales han sido pintados o instalados en diversos municipios.


📗
Libertad
Ed. Amargord; 2021 • I.S.B.N.: 978-84-122728-9-5 • 64 págs. • Prólogo de José Luis Zerón Huguet • Ilustraciones: Tapa del libro y poema visual por David Fernández Rivera ©, con autorización para su uso y publicación en esta reseña. Para adquirir este libro: amazon.es/Libertad-DAVID-FERN%C3%81NDEZ-RIVERA/dp/8412272897

 

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Revista Almiar · n.º 123 / julio-agosto de 2022 · 👨‍💻​ PmmC · MARGEN CERO™

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