Un poemario de Montse Escribano Ruiz
Entrevista a la autora por María Luz Arroyo Viz
C
on un destino en el aire, es la ópera prima de la poeta Montse Escribano Ruiz (Badalona, 1969), que nos abre un mundo de versos rico en imágenes, en circunstancias que se reflejan como vidas pasadas, como si la esencia de la existencia se volcase de golpe en el papel. «El imprevisible espectáculo de la vida», dice Escribano Ruiz, y nos invita a pasear de su mano por calles, jardines y lugares peculiares de su Cataluña natal: calle Prozna, calle Arquitecte Fradera, Café de la Ópera o Fábrica de Juguetes se mezclan en un cóctel de literatura, nostalgia y aprendizaje para recordarnos que el tiempo gira, que la cultura se puede descomponer si no se cuida y que hay tesoros que permanecen en nosotros porque fuimos sus descubridores y dejaron huella en nuestra sensación del arte: Eternamente, alcanzando lo más sublime, / agitada por la fuerza de las pasiones / discurre por el arte la imaginación.
Con un destino en el aire (editorial Cuadernos del Laberinto. Madrid, 2020), viene ilustrado por los óleos sugerentes de José Ramón Díez Rebanal, que acompañan los versos como una alegoría, como una huella literaria realizada con pinceles.
Es la poesía de Montse Escribano Ruiz un juego ancestral, un paisaje de cultura y amor; una especie de summa sentimental que pretende aliviar y conjurar las pasiones del alma y que culmina con un epílogo explicativo en donde la historia prevalece para finalizar con un álbum fotográfico que hace las veces de desafío narrativo y simbólico.
—Llega a las librerías de toda España tu ópera prima poética Con un destino en el aire, ¿Qué va a encontrar el lector tras este título tan sugerente?
—Unos poemas en prosa de la poesía de la experiencia de mi ya largo recorrido vital, con una temática amplia. Poemas De inquietud, búsqueda y creación, De esa ajena muerte y De ese amor realizado. Unas Introspecciones de Otoño y también Una licencia primaveral. Con la erudita colaboración de Carlos Blanco en el prólogo, quién mejor que él, filósofo, teólogo y egiptólogo; unos espléndidos óleos de José Ramón Díez Rebanal, arquitecto de profesión y en esencia otro poeta; un epílogo de mi autoría titulado El azar en Con un destino en el aire donde divagando entorno a su azarosa creación, hago un repaso por algunos de los poemas en un intento de que el lector no abandone la lectura perdido, y si no compartiendo mi punto de vista por lo menos haya tenido ocasión de leer mis razones; y un apéndice fotográfico final con imágenes cercanas a mi entorno. Pero lo primero que va encontrar el lector es la fantástica ilustración de la cubierta, de lo más sugestiva.
—¿Cómo ha sido el proceso de creación de la obra, cómo se va perfilando la voz del poeta hasta lograr plasmarlo en los versos?
—La voz del poeta desde mi experiencia, pertenece en buena parte al terreno de la memoria, la imaginación, las emociones y del subconsciente, aunque con una buena dosis de conciencia y apercibimiento de todo lo que le rodea. Es un proceso similar al pintor con sus bocetos, en el caso del poeta más que cualquier otro género. Primero está la chispa detonante del poema, la inspiración, y luego comienza la fase de gestación, los sucesivos borradores en los que va tomando consistencia y forma la idea original, cuyo final puede derivar en algo muy distinto a lo imaginado en un principio. Pero como dice un soneto de Lorca: El poeta siempre dice la verdad, (la suya, al menos, en un acto íntimo).
—¿Qué le ofrece la poesía frente a la narrativa?
—Un solo poema brillante puede decir más que una novela de trescientas páginas sobre el mismo tema. Aunque las historias necesiten ser contadas en una novela de esa extensión o mayor. Creo que la poesía es el mejor comienzo para un escritor sea cual sea el género que cultive después, porque le lleva a expresar más con menos, en una búsqueda de lo esencial.
—Con un destino en el aire viene ilustrado por José Ramón Díez Rebanal, y con un álbum fotográfico final que hacen del libro un trabajo original y hermoso. ¿Cómo surgió la idea de complementarlo con imágenes?
—Como dijera Da Vinci, «La pintura es poesía muda; la poesía es pintura ciega». Los óleos de José Ramón Díez Rebanal son también poesía, además de cultivar él mismo la poesía escrita. La pintura, sobre todo la simbolista, y la poesía, son dos artes que se complementan mutuamente. Y el apéndice fotográfico final pretende acercar al lector mi imaginario más querido, amenizándole la lectura del poemario.
—El amor, el paso del tiempo o el proceso creativo como ejes centrales de la poesía. ¿Cómo se logra ser original en un asunto tan tratado?
—Siendo genuino. La vida tiende al artista, en general, las mismas cosas, se repite en él con los mismos ciclos vitales; el mismo Sol y la misma Luna, pero cada cual lo vive desde una posición y unas circunstancias únicas con la mirada de su particular mundo íntimo.
—Últimamente parece que la poesía goza de muy buena salud, se ha relanzado la afición por la rima y la métrica, sobre todo entre la juventud. ¿A qué cree que es debido este despertar poético?
—Quizá por la cultura en digital que ha animado a la participación de los más jóvenes que son usuarios en mayoría. Allí donde confluyan belleza y emoción habrá poesía. La poesía está en todas las manifestaciones artísticas. En la fotografía, con imágenes puramente poéticas, aunque no la recoja por escrito ningún poeta. La palabra es un buen canal transmisor pero no el único. Lo de la rima y la métrica da musicalidad al poema, un aliciente más. Y aunque yo no la utilice, obviamente aprecio un buen soneto de Lorca.
—¿Cómo ve el mundo de la cultura en la España de hoy en día?
—Las obras deberían valorarse en sí mismas, al margen de la ideología política y el credo de su autor, aunque evidentemente esto cuente. Y a veces una buena obra se ve salpicada por la mentalidad de su autor a nivel de la reacción del público, y de las subvenciones a nivel institucional. Pero siendo más ecuánimes y menos partidistas nos podríamos enriquecer todos mucho más.
—¿Qué le mueve a escribir?
—Mis lecturas desde la adolescencia, mi admiración por un autor después, al que le irían siguiendo otros. Porque es mi pasión, no hay otra cosa en la vida que me procure mayor satisfacción que la escritura, recreación, vínculo y sentido de la vida. Como expreso en el epílogo, porque mi existencia no ha encontrado vínculo más fuerte ni permanente que el de lecturas y escrituras.
Transitando esta vida
Ciclos de sol y de lluvia afuera se suceden;
alegrías y tristezas adentro van y vienen:
la vida nunca se detiene,
solo mi mera existencia queda transitoriamente
tras mi primera muerte más cercana,
suspendida en el espacio con su ausencia.
Y entre inquietud, búsqueda y creación,
ajena muerte y amor realizado;
entre la claridad que penetra
y la oscuridad que se cierne
sigo transitando esta vida con un destino en el aire.
La autora: Montse Escribano Ruiz
(Badalona, 1969)
Desde niña sintió fascinación por la naturaleza, sobre todo por los animales, a la vez que iba creciendo su interés por la literatura. Ya a los catorce años la escritura era su epicentro y el diccionario se convirtió en su Biblia.
Los veranos de su adolescencia en Benicàsim marcaron el germen de este Con un destino en el aire. En ese entorno inspirador saboreó también sus mejores lecturas, siendo la prosa poética de José María Merino en La orilla oscura la que la invitaría definitivamente a cruzar la otra orilla, la del escritor.
Actualmente escribe sus Contingencias de diario, un anecdotario cargado de poesía y de historias de sincronicidades, en el que relata lo que de extraordinario tiene la cotidianidad.
Con un destino en el aire
• Ilustraciones por José Ramón Díez Rebanal • Prólogo: Carlos Blanco • Colección Berbiquí de Poesía, n.º 26 (Cuadernos del Laberinto, 2020) • I.S.B.N.: 978-84-121309-0-4 • 84 págs. • Ilustraciones artículo: Portada del libro y fotografía, con autorización para su uso y publicación en esta reseña; © de sus autores.
🌐 Más información:
cuadernosdelaberinto.com/Berbiqui/montse_escribano_ruiz_con_un_destino_en_el_aire.html
Revista Almiar · n.º 112 / septiembre-octubre de 2020 · PmmC · MARGEN CERO™
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