ensayo por
Héctor M. Magaña

 

E

n el libro Emilio, o de la educación se puede leer lo siguiente: «La inteligencia humana tiene límites; y no sólo un hombre no puede saberlo todo, sino que ni siquiera puede saber aquello poco que saben los demás hombres». Más adelante continua: «Hay por tanto, una elección que hacer en las cosas que deben enseñarse y en el tiempo que conviene aprenderlas» (Rousseau, 2008, p. 245). Alrededor del libro fundacional de la pedagogía, Rousseau aborda una serie de problemas para la educación futura: la inteligencia y sus limites, la elección de lo que debe saberse, lo que «conviene aprender» y finalmente, formar seres humanos capaces dentro de sus limites naturales. «No se trata de saberlo todo, sino lo que realmente es útil» (Rousseau, 2008, p. 256). Lejos del «yo pienso», que lleva a la atomización del individuo, Rousseau propone armonizar al individuo con el mundo, con la sociedad, con el Estado. Crear seres humanos que se esfuercen en ser seres humanos. «La pedagogía de Rousseau es, al fin y al cabo, una pedagogía del esfuerzo. Y no puede ser de otro modo, porque la condición humana es la de un ser que no realiza su vocación natural más que a fuerza de convenciones y artificios» (Château, 2022, p. 226).

No obstante, la obra de Rousseau ha sufrido la maldición que le suele suceder a todos los pensadores universales: la simplificación grosera. El pensamiento de Rousseau ha sido reducido a una máxima simplificadora: «el hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad le corrompe». No obstante, pese a las lecturas de muchos filósofos, pedagogos y psicólogos, pocos son los que han podido hacer una lectura novedosa, lejos de los lugares comunes. La psicóloga Alice Miller, quien ha investigado el abuso, la violencia y el trauma en los procesos de formación del niño, ha identificado a Rousseau dentro de la llamada «pedagogía negra»: «(…) la pedagogía de Rousseau es manipuladora en el sentido más profundo del término. No siempre parecen haberse percatado de esto los pedagogos, pero Ekkehard von Braunmuhl lo ha estudiado a fondo y ha llegado a demostrarlo» (Miller, 1980, p.100). El texto prosigue con una cita del Emilio, pero según Ekkehard von Braunmuhl, lo que demuestra que Miller conoce a Rousseau de fuentes secundarias.

Jean Jacques Rousseau

El ejemplo anterior muestra que la obra de Rousseau necesita de una nueva visión que arroje luz sobre su pensamiento. En 1959-1960, Gilles Deleuze emprendió una serie de cursos dedicados al pensador ginebrino en las aulas de la Sorbona. Es a través de esta serie de lecciones que Gilles Deleuze pudo hacer ver que Jean Jacques Rousseau tiene un homólogo en Barcuh Spinoza, y que la llamada moral sensitiva o el materialismo del sabio puede arrojar luz sobre cómo interactuamos con el mundo, con la sociedad, la moral y el pensamiento.

Ante el problema de cómo la libertad puede relacionarse con la libertad (problema capital en el Emilio), Gilles Deleuze responde: «El objetivo del Emilio es encontrar una educación que sea una dependencia de las cosas y no de las voluntades. Es preciso que los niños sientan su impotencia respecto de las cosas» (Deleuze, 2016, p. 27). Al igual que en la fenomenología («volvamos a las cosas mismas»), Deleuze identifica en la pedagogía de Rousseau la necesidad del hombre de someterse al mundo, pero no a los demás hombres. Se puede ver claramente la influencia del cristianismo en esta postura. Hay que recordar que para el cristianismo, el hombre no se somete a la voluntad de otros hombres (el rey, el monarca, el político) sino que se somete directamente a Dios. Esta postura será de interés para Rousseau a la hora de formar al hombre social, donde «la ciudad es también una Iglesia, (y) el cuerpo del Estado responde al cuerpo místico de la Iglesia» (Château, 2022, p. 194).

Muchos autores también han mencionado el dicótoma educacional entre la «educación doméstica» y la «educación pública» que está presente a la largo de todo el libro de Rousseau. Gilles Deleuze (2018) también la destaca:

La primera considera al hombre como un todo, por tanto es una educación del hombre natural. Lo pone en relación con las cosas y sus semejantes, formando cada uno un todo para sí mismo.
La segunda considera al hombre como ciudadano, parte en relación con otras partes.
Estas dos educaciones son contradictorias. En la sociedad actual, queremos las dos a la vez y no llegamos a nada. «Ni hombre ni ciudadano». Es preciso tomar conciencia de su diferencia de naturaleza. Rousseau dice: ya no hay educación pública. Hace falta ir entonces en la vía de la educación privada y llegar hasta el final (p. 31).

La postura de Gilles Deleuze con respecto a Rousseau es clara: el ciudadano, como tal, está imposibilitado de forjarse en una sociedad que tiende a la corrupción de sus miembros. «Adaptad al hombre la educación del hombre, no a lo que no es él. ¿No veis que con trabajar en formarle exclusivamente para un estado, le hacéis inútil para cualquier otro, y si la fortuna le place, os habréis afanado solo en hacerle infeliz?» (Rousseau, 2008, p. 293). Deleuze destaca así que para Rousseau lo importante es formar «hombres», en lugar de «ciudadanos», he ahí la importancia del carácter privado del proceso pedagógico.

Deleuze (2016) también nos recuerda el fondo estoico del pensamiento de Rousseau: «las necesidades separan». «Nuestras necesidades son proporcionales a nuestras fuerzas y nuestras fuerzas a nuestras necesidades: regulación recíproca» (p. 34). Por ello, la pedagogía rousseauniana es, en esencia, una pedagogía del equilibrio entre fuerzas (y esfuerzos). Como señala de forma atinada Jean Château (2022): «La educación no consiste en una serie de metamorfosis, sino en un continuo acrecentamiento. Son los mismos móviles los que actúan, pero en planos cada vez más amplios y en niveles cada vez más amplios» (p. 214).

Finalmente, Deleuze aborda la llamada educación moral del hombre. Aquí se encuentra el señalamiento más original de Deleuze con respecto al pensamiento del ginebrino. «El hombre es bueno por naturaleza, pero la sociedad lo corrompe». Error. «Son las situaciones las que nos vuelven malvados. De allí su idea: él, que se siente particularmente bueno «—soy el mejor de los hombres—» va a poder devenir efectivamente lo que es si se sale de las situaciones, es decir, si ejerce una acción selectiva sobre los datos de la situación» (Deleuze, 2026, p. 75).

La propuesta de Deleuze para una relectura de Rousseau es, al final, un pensamiento de los limites: sopesar los limites de la inteligencia, de las fuerzas y los esfuerzos. La educación de carácter privado en el Emilio es el descubrir el límite principal: el límite que tiene el hombre con respecto a «las cosas mismas». Un estoicismo intelectual que virtualmente puede devenir la formación del hombre en situación. Un hombre que, lejos de alienarse con la sociedad, sopese cada situación para que sus actos lo alejen de situaciones potencialmente corruptas. «No es que el niño sea malvado, dice, es simplemente que lo ponemos, la sociedad lo pone inmediatamente en situaciones en las que tiene tal interés en ser malvado, que entonces se vuelve malvado a toda velocidad» (Deleuze, 2016, p. 75).

Gilles Deleuze

 

Bibliografía:

  • Château, J., (Ed.). (2022). Los grandes pedagogos. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Deleuze, G., (2016), Curso sobre Rousseau. La moral sensitiva o el materialismo del sabio. Buenos Aires: Cactus.
  • Miller, A., (1980). Por tu propio bien. Raíces de la violencia en la educación del niño. Barcelona: TusQuets Editores.
  • Rousseau, J., (2008), Emilio, o de la educación. México: Universidad Veracruzana.

 


 

Héctor M. Magaña (Xalapa, Veracruz, 1998). Autor de relatos publicados en revistas (Los no letrados, Monolito, Nocturnario, Revista Almiar, Elipsis, Diablo Negro, Tintero Blanco, Periódico Poético, Prosa Nostra Mx, Les Escribadores), reseñas literarias en revistas como Criticismo. Tradujo a autores como el emperador Akihito, la emperatriz Michiko Shoda y a la poetisa Cora Coralina. Ha participado en el taller de creación literaria de Fernanda Melchor.

Contactar con el autor: hmm271527 [en] gmail [punto.] com

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🖼️ Ilustraciones artículo: (Portada) Fotograma mejorado con IA del vídeo sobre la música de la película L’enfant sauvage (François Truffaut, 1970), en YouTube: youtube.com/watch?v=2xkHvJ-64uk&ab_channel=Costantino · (En el texto) Portrait of Jean-Jacques Rousseau, Maurice Quentin de La Tour, Public domain, via Wikimedia Commons · AVT Gilles-Deleuze 6342 (foto retocada con IA por la redacción), Tintinades, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Artículo Gilles Deleuze

Revista Almiar (Margen Cero· 👨‍💻 PmmC) · n.º 139 · marzo-abril de 2025

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