Tres pequeñeces

Tres pequeñeces

Hoy apareció una calumnia, se quedó parada sobre mi hombro y me daba picotazos en la oreja, así… despacito; con algo de dolor un poco ajeno quería espantarla pues era molesta y no me dejaba concentrarme y escupir mi ennegrecida rabia sobre la hoja blanca… (Tres relatos breves por Adán Echeverría).

El patio de su casa

El patio de su casa

El patio es amplio e irregular, abierto por uno de los lados, encajado de cualquier manera bajo los bloques de ladrillo naranja y desgastado. Alguien mandó construirlos hará unos cincuenta años y desde entonces nadie se ha preocupado de remozarlos… (relato por Raimundo Martín Benedicto).

Amor de otoño

Amor de otoño

El viejito Francisco trabajaba limpiando carros en el ángulo de la calle Humboldt y calle O, en el límite este del Vedado, en La Habana. Era menudo, flaco, mulato y con nariz torcida. No era, que se diga, un dechado de belleza… (relato por Jesús Greus).

Una esposa empeñada y vendida

Una esposa empeñada y vendida

¿Le cuento cómo Di Sheyne Jane se marchó de Zamaline, cómo todas las mujeres lloraban y el rabino la bendijo, cómo los gendarmes la empujaron dentro del vagón?… (Traducción del relato Una esposa empeñada y vendida, de Jacob Gordin, por Ruth Murphy; corrector de estilo: Benjamin Kӧnig).

Diario del recuerdo

Diario del recuerdo

Pienso en el cálido saludo de tus labios, los amotinados recuerdos de tu sonrisa, la intrepidez de tu carácter. Pienso en todo lo que soñamos antes de perdernos en el bosque de la espera. (Relato por Alexander Pascual Estrada).

Una piscina en la bodega

Una piscina en la bodega

Algunas noches la señora cena con amigos en el comedor de fiesta. Dice que son reuniones informales, esta casa ya no es lo que fue, pero la Nochebuena en mi familia es mucho más sencilla. Y mi madre se esmera, que conste, langostinos incluidos… (relato por Carmen Sogo).

Nefertiti sin peinar

Nefertiti sin peinar

La vida no es cursi (por mucho que nos lo quiera hacer creer Paulo Coelho) es uno de los veintinueve aforismos del autor coruñés Javier Sanz Gómez.

Reflejo en la niebla

Reflejo en la niebla

[…] le doy cuanto me pide (no todo lo que llevo, sino más o menos la mitad, siguiendo sus instrucciones: Un poco de dinero y un reloj de escaso valor) y el tipo me agradece, guarda la pistola, dice que ha sido un placer tratar conmigo. (Relato por Sergio Borao Llop)

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