artículo por
Beatriz Celina Gutiérrez

H

ay una anécdota poco conocida y es que el tenor de ópera Caruso visitó la playa de Jaimanitas, en La Habana, Cuba. Hecho, que aparece recogido en la Revista Náutica del Havana Yacht Club del año 1957, y dice textualmente:

En el mes de mayo de 1920 vino Caruso a La Habana por primera vez y única, siendo contratado por Bracale, empresario de ópera. En Jaimanitas tenía René Berndes, personaje de origen alemán una casa de verano y allí surgió la idea de invitar a Caruso a la localidad  para ofrecerle un almuerzo. Se reunieron todos en el hotel Sevilla, donde se hospedaba el cantante con el objeto de hacer el viaje a Jaimanitas por mar en el crucero Toledo de Manuel Aspuru. Los invitados fueron: Caruso, como huésped de honor, la Besanzoni, contralto, Carmen Melis, soprano; el Ministro de Italia en Cuba, el Marqués de la Penna y otros invitados. El almuerzo desde luego fue criollo, copioso y de lo mejor.

A más de ello, la revista Bohemia del 17 de junio de 1920 publicó un artículo, que tituló «Caruso tuvo un día feliz en Jaimanitas» sobre la visita de Caruso a esa ribera costera.

Se dice que no faltó la interpretación de Caruso y cuenta Ramón Arias González, que Caruso dibujó su propia caricatura en un muro y que el cocinero fue un vecino de la localidad de Jaimanitas que llevaba por nombre Antonio Valdés Álvarez.

Jaimanitas y Santa Fe son localidades costeras habaneras que desde 1517 aparecen como merced de tierras según cartas capitulares. Por evidencias encontradas se sospecha que fueron tierras habitadas por aborígenes debido a la cercanía a las costas y a las desembocaduras de sus ríos y por poseer grandes bosques en su entorno; zona que se convirtió también en una vía de intenso movimiento migratorio y de la ruta de indocubanos hacia Bauta y Baracoa, comarcas que pertenecían al cacicazgo de Mayanabo.

Estos bellos parajes, un tanto remotos de la capital de la República de Cuba, para aquel entonces, comienzan a poblarse a partir del siglo XIX por campesinos pobres, pescadores, trabajadores de las canteras y carboneros. Al pasar los años estos lugares se convierten con rústicas casas de madera, en zona de veraneo para los habitantes de los territorios vecinos, entre ellos Punta Brava, Cangrejeras, Bauta y Arroyo Arenas.

Jaimanitas siempre fue un pueblo pesquero ubicado en el oeste de La Habana. En la primera mitad del siglo XX, y gracias a su hermosa playa, allí se erigieron varios clubs como Havana Biltmore Yacht and Country Club, hoy el Club Habana, La Playa Miami o Club Cabo Parrado, hoy Los Marinos y balnearios como Lucilo de la Peña, hoy Círculo Social Marcelo Salado. En la actualidad, lo que conocemos como Playa de Jaimanitas son algunos pedazos de costas, que han perdurado a lo largo de los siglos.

Y dicen sus pobladores, que en noches de luna, escuchan a Caruso a través de la mar, ellos saben que existe, no es vano sueño y viven con el anhelo de volverlo a encontrar…

 


 

Beatriz Celina Gutiérrez Gómez. Escritora y compositora. Tiene diferentes libros publicados en España y otros países. Actualmente vive en La Torre de Esteban Hambrán, Toledo, Castilla la Mancha.

🖥️ Web de la autora: http://www.vozquejo.es

👀 Leer otros artículos de esta autora (en Almiar): Dulce María Loynaz ▪ La Mata Hari cubana 

🖼️ Ilustraciones del artículo: (Portada) Enrico Caruso XII, Reproduction of painting by Fritz Closs., Public domain, via Wikimedia Commons | (En el artículo) Página de la Revista Bohemia (17.06.1920), remitida por la autora.

 

Artículo Caruso

Reseñas en Margen Cero

Revista Almiar (Margen Cero™  👨‍💻 PmmC) · n.º 124 · septiembre-octubre de 2022

Lecturas de esta página: 246

Siguiente publicación
¿Por qué levantar velas desde un escenario social e histórico…