(reseña de la novela de Antonio Muñoz Molina)
por Ricardo Rodríguez Boceta
E
n Un andar solitario entre la gente encontraremos los elocuentes paseos de un flâneur, de aquel caminante – observador del que tanto se ha nutrido, y sigue nutriéndose, la novela moderna. Pero con Antonio Muñoz Molina el estilo indirecto libre, que ligaba la narración en tercera persona con el personaje y el escritor, se ha diluido completamente. El ambiente impone mensajes tan agresivos que es difícil encontrarse con alguien entre la algarabía de la metrópolis (ya sea París, Nueva York o Madrid); eso, en la lectura, sucede realmente nunca. El escritor real, habitual articulista de El País, estará presente entre los vaivenes de su personaje; y a partes iguales la voz ininteligible de la ciudad.
Produce una sensación de ahogo encontrar tantas citas textuales de anuncios en carteles, pantallas y demás plataformas. Nos hace conscientes del continuo bombardeo de estímulos que recibimos a cada segundo; por encontrarlos en un libro. Mensajes con una gramática torcida que se cuelan y toman forma entre el discurso interno del caminante habitual. Ya nada es lo que era, posiblemente no lo vuelva a ser. Tampoco parece nuevo este sentimiento en la literatura y quizás por eso el flâneur de este siglo rastreará los pasos de otros escritores que vieron cómo su mundo cambiaba drásticamente en pro de luz de gas de la modernidad —T. de Quincey, C. Baudelaire— o del horror más abominable —E. Allan Poe, W. Benjamin—. No obstante, para todos ellos, como también para el escritor – narrador – protagonista, la literatura constituirá un techo en la tormenta.
Entre los varios detalles que dibujan la singularidad del protagonista, está el de recoger objetos que encuentra por el suelo, de ordenarlos e irlos coleccionando en una suerte de catalogación extraña cuya finalidad se queda entre líneas —al estilo de W. B.—. Se aúnan así en esta obra el intelectual y el vagabundo, el genio y el proscrito, la civilización y la barbarie, la cultura y las ruinas, la gran literatura en los libros de bolsillo, la Historia en los periódicos que tan pronto serán basura: el endecasílabo conceptista de Quevedo y la soledad del hombre corriente, cuya única salvación sigue siendo, según parece, el amor.
Chapeau.
📓 Antonio Muñoz Molina. Un andar solitario entre la gente, Seix Barral, 2018, 494 págs.
Contactar con el autor de la reseña: ricardorodriguezboceta [at] gmail [dot] com
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🖼️ Ilustración artículo: Alluhitesh1, By Hitesh reddy allu [CC BY-SA 4.0], from Wikimedia Commons.
Revista Almiar · n.º 99 · julio-agosto de 2018 · MARGEN CERO™
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