Cruza esta
puerta y...
escribe
Publicada
hoy la propuesta/puerta número 6 de esta sección, os ofrecemos una valoración
de lo que ha sido, en nuestra opinión, el desarrollo de la misma hasta este
momento.
Os agradecemos las numerosas colaboraciones recibidas, que han supuesto la
creación de una excelente colección de mini relatos (o hiperbreves) y poemas
que, estamos seguros, son un atractivo importante para los lectores de Almiar.
Hemos realizado la misma por puertas y por autores (recogemos aquí
sólo a aquellos/as que han remitido tres o más colaboraciones),
esperando que estas opiniones aporten una perspectiva de reflexión sobre este
trabajo colectivo que nos llena de satisfacción.
Un saludo
para todas y todos.
Os esperamos... al otro lado de la puerta.
Carmen López
Madrid, 28 de febrero de 2004
Por puertas
El elemento
determinante es el haz de luz que atraviesa el pasillo, en general las historias
tienen cierto contenido metafísico.
El elemento
determinante es el entorno rural, lo que ha producido que se cuenten historias
relacionadas con ancianos o con recuerdos de la niñez teñidos de la nostalgia
de lo perdido.
El elemento
principal es la decrepitud de la fachada, lo que lleva a historias en cierto
modo de novela negra, salvo excepciones notables como las de Antonia y Guiomar
que perciben en ella mucha «vida».
El elemento
determinante son las cortinas estampadas y el hecho de que haya dos planos
claramente definidos. Una puerta detrás de la que enmarcan las cortinas, las
cortinas parecen sugerir ocultación lo que lleva a historias de celos, y,
en el otro extremo, a historias de corte doméstico, inducidas por lo hogareño
de la imagen.
El elemento que ha determinado es el sol. Aparece en casi todos los relatos,
aunque las implicaciones varían desde recuerdos felices a historias trágicas.
La puerta amarilla parece no permitir medias tintas.
Por autores y autoras
Issa M.
Ha participado en las cinco propuestas. Nos ha enviado unos
textos en prosa poética o verso libre en los que predominan los recuerdos,
la nostalgia, el sentimiento de la añoranza por lo que pudo ser y no fue,
pero para lo que aún queda una última esperanza.
Utiliza metáforas estimuladas por los elementos físicos de
las puertas, lo que las dota de unas características de organismo viviente
muy interesantes.
Misteri:
Ha participado en cuatro de las propuestas (2,3,4,5). Sus
textos tienen una prosa novedosa y viva, de frases cortas y metáforas armadas
sobre la arquitectura de las puertas muy originales, especialmente en la tercera
puerta.
Aparecen también presentes los recuerdos y la nostalgia, superada
y
teñida de radiante vitalidad.
Consuelo:
Ha participado en cuatro propuestas (1,2,4,5). Muestra una
amplia versatilidad, tanto en el fondo como en la forma. Nos presenta un texto
que sugiere una lorquiana, junto a otro relato que recuerda un romance medieval
jugando con el guarismo cinco, a la vez que otros dos de contenido más intimista
y personal.
Antonia:
Participa en cuatro propuestas (2,3,4,5). Nos ofrece unos
textos con un relato bien armado, completo, contando una historia desde el
inicio, pasando por el desarrollo hasta el desenlace final.
Salvo en el primero, utiliza la primera persona, pero en todos
parece esconderse más o menos sutilmente la sombra de una frustración.
La puerta como elemento en sí, no es determinante, es más
bien la excusa para los relatos que contienen hallazgos lingüísticos notables.
Pedro M.:
Ha participado en tres propuestas (3,4,5). También ha utilizado
la puerta como mero detonante para construir sus relatos. Son textos que tienen
un argumento completo, con un desenlace que va apareciendo a través de un
crescendo dramático.
La sombra de la muerte anunciada se percibe en los tres, si
bien se maneja en cada uno de ellos en un ambiente bien distinto, lo que demuestra
la versatilidad de que es capaz.
Maneja un lenguaje sencillo, pero muy efectivo y adecuado
para un relato breve.
Nahum:
Participa en tres propuestas (1,2,4). Presenta unos textos
en los que los elementos «carnales» tienen mucha presencia. El cuerpo se muestra
como protagonista y como metáfora. No se trata de un simple contenido erótico,
sino de un juego estético en el que las partes de la anatomía cobran vida
propia, independiente y autónoma con lo que se llega a imágenes totalmente
surrealistas.
Esther:
Participa con tres colaboraciones (3,4,5). Relata tres historias
en las que hay una pérdida, una carencia, un abandono. El formato de narración
tradicional encierra este sentimiento de algo que no podrá ser recuperado
y deja por ello un vacío.
Tras las «puertas» de esta autora se agazapa la nada de lo
que quedó atrás.
Utiliza un lenguaje formal y bien organizado, comprensivo
y explícito para trasmitir sus ideas.
Ana M.ª:
Participa en tres propuestas (3,4,5). Se inclina más por las
reflexiones personales que por relatar historias. Las puertas le sugieren
la posibilidad de ver el mundo de otra manera, parece querer trasmitirnos
la idea de que al abrir una puerta podemos cambiar nuestra perspectiva.
Formalmente ofrece una prosa directa y clara, con diferentes
estilos de comunicación en cada uno de los textos.
Riforfo R.:
Ha participado en tres propuestas (2,3,5). Son textos de gran
versatilidad en cuanto a su contenido, pero los tres gozan de una gran originalidad
a la hora de enfocar el tema. La puerta es utilizada como elemento detonante
para crear a su alrededor, más que una historia, una atmósfera, lo que les
dota de vitalidad y novedad.
El lenguaje está perfectamente en consonancia con el contenido
de cada uno de ellos, reforzando así su viveza.
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