Cuatro por cuatro
Un trabajo conjunto de Yolanda Jiménez (poemas) y Juan Peláez (fotografías)
agua
La orilla imaginada
se baña de azul.
Grises de luz,
abluciones de blanco.
Efigie de hielo
en la puerta del templo
vigila horizontes
donde solo penetran
los murmullos del
viento.
Caprichosas formas
moldean gigantes.
El territorio sagrado
que habitan las almas
sin medida
en la infinitud del tiempo.
aire
En la infinitud de un instante
almas
vestidas de abismo.
El gris de la tierra
se torna albero,
se tiñe de negro.
El escultor invisible
cincela
soplos de viento.
Un manto de aristas
recortan el paso
con la sola permanencia
de mutar lo que llega.
El poder de fuerza
desde el tiempo cero
sostiene las nubes;
me invita a fundirme
en el sortilegio de éter.
Soy, soy de alas,
color aire.
fuego
Laberintos de piel
asoman los sueños.
Más allá de los pliegues
arden las entrañas
de atanores secretos.
Cuchillos de lava
rasgan los tactos.
La noche, refugio,
gruta, insólito altar
de templar emociones
que, sagradas, me brotan.
tierra
En la mezcla de interrogantes
texturas y matices.
Lo inexplicable y las formas.
Tu tacto tierno de sílice,
tus guijarros afilados
en el abismo de la despedida.
Suavidad, aspereza,
expuestas y primitivas,
permanecen en la materia
cambiante
de una anarquía estructurada.
Invisibles dendritas
amalgaman el conjunto.
Tierra, madre,
ancestro, presente.
Voy, vengo,
de ti, a ti.