Me regalaron un libro suyo y antes de leerlo pregunté si era un autor conocido en el Perú, a lo que se me respondió que conocidos en la actualidad son Vargas Llosa y Bryce Echenique. Y empecé a leer. Unas horas después no me quedó ninguna duda de que mi pregunta debería haber sido otra: «¿Ha hecho méritos para ser conocido?» A lo que la respuesta indefectiblemente habría sido «Tanto como el mejor poeta peruano de su tiempo». Y es que no en vano ya dijo Benedetti que se trata de un valor indiscutible no sólo de la poesía de su país sino también de América Latina.

Su mejor libro, dicen, es Noé delirante. Yo no sé si es el mejor pero desde luego en él se encuentran algunos de los bestiarios más ingeniosos, mágicos e imaginativos que he podido leer sobre animales, desde los gallos a los tiburones y desde el Ratón Mickey a Bugs Bunny. Son no menos reseñables sus variaciones poéticas y juegos con el lector, al que incluso anima a prorrogar sus propios poemas (o esbozos, o ideas, o propuestas...).

Un popurrí de poesía experimental, infantil, fabulesca, natural y moderna es lo que se encuentra el lector a lo largo de cientos de versos. Si ya de por sí cada individuo —demostrado está— realiza una lectura distinta de un mismo texto, no quiero ni pensar la cantidad de prismas desde los que cada lector tiene la posibilidad de situarse a leer, a entrar en la poesía de Corcuera.

Da gusto leer su escritura de forma tan simple y diáfana.

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FÁBULA DE PLUTO Y SU
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

Muevo la cola
y olfateo
Lassi, Argos,
Laika, héroes
universales míos

Seré perro de historieta
un perro en technicolor
hasta perro de Walt Disney.
¡GUAU!
de pura rabia mía

—¿Pariente de Rin Tin Tin?
—¡Merde!

¡Jamás perro policía!

JUEGO DE LUCES

1

¿Al darse sus zambullidas

bajo el agua las luciérnagas

continúan encendidas?

2

La luciérnaga asesina

amenaza con lanzarse

en un tanque de bencina