Santi tiene un iPod y Clara admite que aprovecha para quitárselo de vez en cuando y escuchar a los Pixies. Hace falta muy poco más para ganar mi corazón. No sólo eso, sino que él reconoce en seguida la libreta Moleskine y me dice dónde puedo comprar otra porque es evidente que la que tengo ahora —regalo tuyo, como la anterior— se está acabando y no le quedan muchas entrevistas.

Tampoco es que tenga muchas apalabradas, precisamente: las cosas, en ese sentido, no están yendo demasiado bien, Las Niñas se esconden, Estopa viaja demasiado, mi tío anda intentando localizar a Fito Cabrales y a Bebe, y suficiente hace... Los Sunday Drivers no quieren saber nada y La Mala Rodríguez parece un sueño imposible... qué le vamos a hacer.

En el horizonte queda sólo la de Nacho Vegas, y puede que sea la última. Las exigencias sólo me las pongo yo, pero puedo ser realmente pesado.

Es la misma habitación de la misma discográfica —Mandarina Records, Diego Cantero— pero Santi y Clara, Los Peces, tienen otra actitud, se mueven con mayor facilidad y además es por la mañana y no están cansados, como mucho eufóricos: por la noche tienen el reto de tocar en Madrid, Aqualung, junto a Pereza, una de las revelaciones rockeras del año.

Los dos llegaron de Zaragoza hace cinco años, cada uno para seguir con su vida y sus proyectos en solitario, pero desde hace tres trabajan juntos y tras el habitual paseo de maquetas, editoriales, compañías... han conseguido sacar su primer disco y hacerse un nombre en la escena nacional.

En un principio, gracias a Merodeando. «Cuando la terminamos, pensé que era un hit...», cuenta Santi, que lleva la iniciativa de la entrevista porque Clara está con gripe y tiene que cuidarse, al fin y al cabo es la que va a poner la voz en el concierto, «...pero luego la grabamos en maqueta y no nos gustó, de hecho, no queríamos ni meterla en el disco, sólo que Alejo se empeñó y al final salió todo bien».

Alejo Stivel, ex-cantante de Tequila y uno de los productores más famosos de este país: M-Clan, Andy y Lucas, La Cabra Mecánica, aquel 19 días y 500 noches, de Joaquín Sabina... «Nos metieron mucho miedo», aseguran, «porque decían que iba a hacer con nosotros lo que quisiera y pensamos que quizás acabaríamos sonando como Andy y Lucas pero todo lo contrario, Alejo respeta mucho al artista porque ha sido artista antes de productor y sabe en seguida lo que quieres y cómo no forzarlo».

La conversación es fácil con los dos, muchas tablas, eso se nota en seguida. Clara, por ejemplo, trabajó en una televisión local de Zaragoza e incluso llegó a entrevistar a su actual compañero de grupo. Para los dos esto de la «fama» es algo reciente pero la música siempre ha estado ahí: «Yo tenía un grupo de punk», afirma, orgullosa y algo ronca, Clara. «Sí, tenían al tipo con la cresta más grande que he visto nunca», bromea Santi, mientras sigue hablando de Paul Weller, los Beatles, Stevie Wonder...

«No hemos perdido mucho tiempo porque ya sabíamos lo que queríamos: un pop que mezclara elementos de soul y de música negra, aunque no sea muy evidente en una primera escucha». No, no lo es, la verdad, pero tiene su lógica en un tipo que tiene su mejor aliado en el piano. «Hay una tradición muy argentina, que pasa por Charly García y llega a Andrés Calamaro y Fito Páez, de músicos acompañados de piano, por eso Alejo (Stivel) nos entendió desde el principio».

No hay ni una sola señal de miedo ante el concierto en Madrid, al fin y al cabo estos chicos han tocado ante 50 personas cuando empezaron, ante 500 o 1000 en las galas de verano, ante 3000 en la gira de «Zona 40»... y ante 15.000 en Barcelona y Madrid teloneando a Juanes. «Sí, está muy contento con nosotros, le llenamos el Sant Jordi y el Palacio de Deportes, y esta noche le vamos a llenar Aqualung a los Pereza», comentan entre risas.

«Juanes es un tipo encantador, nada estrella, pero al principio fue duro...», apunta Clara, cada vez más suelta, «...El primer concierto fue en Elda, Alicante, y no estábamos ni anunciados y de repente se apagaron las luces y todo el mundo esperaba ver a Juanes y aparecí yo y me querían comer...pero luego fue ya todo mucho mejor».

Pero no es una entrevista para hablar de Juanes porque para eso ya hay 2.630.000 entradas en «Google» —último dato, según mi ordenador— y mejor cambiar el tema y hablar de los que aún no han llegado pero siguen por ahí, por Zaragoza, a la estela de lo que fue el esplendor de los 90: Héroes del Silencio, Niños del Brasil, Amaral... «Había un pequeño circuito, también, pero ahora ya estamos un poco alejados, no sé, Krahe, Kiko Ledesma, El Plan...», asegura Santi, mientras Clara no muestra demasiado interés, está decididamente «off» en el tema.

Ella escucha Julieta Venegas —«nos han comparado a ella, pero también a La Oreja de Van Gogh» dicen con cierto pánico— Led Zeppelin, los mencionados e inigualables Pixies —«yo estuve en el Festimad del año pasado y fue como volver a ver a Kurt Cobain en directo», afirmo, aunque mi perfil en esta conversación es decididamente bajo— pero también Jorge Drexler o David Bowie. Eso es variedad, desde luego.

Santi está más cómodo hablando de estos temas y cita grupo tras grupo: de los 60, de los 70, de los 80... se los sabe todos y menciona a gente como Delasoul, que parecían perdidos en los principios del «hip hop» o Elvis Costello. Lo dicho: un grupo que conoce a Costello y escucha a Los Pixies merece una oportunidad.

Las cosas les están yendo bien, aunque poco a poco. Y mejor que van a ir, sin duda. De momento hay que disfrutar con En la línea 2, su último «single» —«estamos muy orgullosos de esa canción», aseguran los dos— intentar buscarlos en la gira de este próximo verano y esperar al nuevo disco, «probablemente en febrero de 2007». Y los tres nos miramos —compartimos la misma edad, año arriba, año abajo— y coincidimos: qué raro suena eso de planificar para febrero de 2007.

* FOTOGRAFÍAS publicadas originariamente en la página de Los Peces
(reproducción autorizada para esta entrevista): www.lospeces.es/ y Mandarina Records © 2005
🔗 Página web de Guillermo Ortiz: www.guilleortiz.com

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▫ Artículo publicado en Revista Almiar (2005). Reeditado por PmmC en octubre de 2019.

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