…Con más que fuego en las palabras

Juan José Soto

I
Estetoscopio las cavidades
Los abismados pasadizos
El reino inferior de la memoria
El grito sujeto de los cabellos
El brazo extendido a lo ancho
El ojo hallado en el vacío
Los besos en cuartos de fracción
El nervio desprendiéndose de las sienes
La furia desplegada de Eolo
Los barrancos suspendidos de miradas
La heredad poblada de mar
La brazada alígera de Leandro
El meridiano perdido de los nictálopes
Los senos fraccionándose entre los dientes
Calles amaneciendo a las tres de la mañana
Neonatos emergiendo del vientre de la aorta
Extremidades resolviendo Laberintos de Creta
Las puertas                                          abiertas
Las manos                                           abiertas
Las heridas                                          abiertas
Las palabras                                        abiertas
Órganos desangrándose abiertamente
Barro observando silencios
Su lado no humano
Sus mitades extraviadas de sombra
Mientras dedos rozan los senos de la noche
Y Dioses juegan a olvidar lo creado:
                                                          Lejano
Remoto
Encadenado a la vigilante memoria del dolor


II


Estetoscopio las profundidades

Los celados paraísos

El refugio hacinado de las almas

El pie sostenido de la cuerda

La pupila enceguecida de pupila

La sangre de la sangre de la sangre

La roca clavada en la espalda

Los labios agotados de río

De soplo estremeciendo los umbrales

De millones de millones ¡Dios mío!



Caminamos soledades
                        de pasos desiertos
                        de cuencas vacías
                        de hombres deshabitados
                        de amaneceres extraviados al amanecer
Con la soledad apenas sola
                             bajo el brazo
Y la muerte —de larguísima vida—
                                   en las entrañas
Exiliados
Enfermos de tierras prometidas
              de justicias injustamente
              de evocarte siempre
                                   bebiendo océanos de otros cuerpos
Mientras proseguimos
                      las sombras cayéndose
                      las paredes cayéndose
                      las memorias cayéndose
Insomnes
Expuestos a súcubos insaciables
               a los gemidos de Eco en la noche
               a la tardía súplica de Pandora
Enceguecidos
Furiosos
Locos
Con más que fuego en las palabras
Con sangre enraizada en los caminos
Con muertes larguísimas en las entrañas.


_________________________
JUAN JOSÉ SOTO BACIGALUPO.
(1965). Nació en el distrito de Barranco, Lima (Perú).

Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad San Martín de Porres obteniendo el grado de Licenciado en Ciencias de la Comunicación y el título profesional en la especialidad. Asimismo, egresó de la Escuela de Postgrado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la USMP cursando la Maestría en Periodismo.

El autor ha publicado los poemarios: Cárcel de mi ojo (1994), Morada Diosa (1997) y Palabra sobre los abismos (2005).

Además, parte de su obra poética figura en revistas, libros, muestras y antologías: Edificio del fuego, en la Revista OLANDINA (1995); La generación del 90, de S. Risso B. (1996); Poetas de fin de siglo, de C.Zúñiga S. (1998); Poesía concreta del Perú, de J. Beltrán P. (1998); Canarios en el árbol, de C. Toro M.; y en MP4, de Pedro López G. (2005).

Actualmente dirige la agenda cultural peruana Itinerario de la Palabra que se difunde vía correo electrónico a través de la dirección: avefenix3333(at)yahoo.es.

Estos poemas forman parte del libro Morada Diosa (1997)

Monográfico publicado en Revista Almiar con motivo de su V aniversario (2006)

PmmC (2020)

Sugerencias

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  • Créditos

    Revista Almiar (2006-2020)
    ISSN 1696-4807
    Miembro fundador de A.R.D.E.
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