Entrevista al autor de la novela
Julián Ibáñez
por Diana Segovia Pérez
P
ara saber si alguien es un entendido en novela negra sólo hay que hacerle una pregunta: «¿Conoces a Julián Ibáñez?».
Si la respuesta es afirmativa estaremos ante un verdadero amante del género negro. Porque Ibáñez es una exquisitez entre tanta novela prefabricada, tanto marketing y tantos textos vacíos llenos de misterios tramposos. Así que si no han leído nada de él, no pueden decir que les gusta el género negro. Una buena forma de descubrir a este maestro es Todo Bellón, un volumen con ocho de sus últimas novelas, recién publicado. O ir a Barcelona el próximo 2 de febrero y verle junto a Leonardo Padura en el festival BCN Negra.
—Siempre he querido preguntarle esto a un escritor de novela negra: ¿Ha empuñado alguna vez un arma?
—No. Soy de los que sostienen la chaqueta del amigo cachas en las peleas. Mi especialidad es mostrar las palmas de las manos.
—Tengo la impresión de que los criminales de ficción son más interesantes que los reales.
—¿Sí? No creo. Los reales son interesantes en que, casi siempre, son idiotas. Así y todo cuesta atraparlos, o no los atrapan.
—¿Qué tiene que tener una novela negra para ser considerada como buena?
—Es cuestión de gustos. A mí no me interesa la trama y en lo primero en que me fijo es con lo que te encuentras nada más empezar a leer: el estilo. Luego viene el (o la) protagonista, los secundarios, diálogos, etc.
—El género negro ha sido siempre considerado como un género menor, menospreciado, algo de lo que debería uno avergonzarse como lector.
—No hay géneros buenos y malos. El que menosprecia un género no es lector. (Mi madre, que era maestra y una regular lectora, despreciaba las películas «del Oeste» y las de «tiros»). Dentro del género negro hay demasiadas obras de altos vuelos como para menospreciarlo. Claro, es entonces cuando se dice eso de ES QUE ESA NOVELA ES LITERATURA. Acabáramos, entonces sí, si quitas las buenas novelas el género negro es una mierda.
—¿Por qué la gente lee tan poco en España?
—Al parecer el año pasado ha subido el índice de lectura. Curioso. Supongo que habrá diversos factores, uno de ellos es el clima. Hoy en Estocolmo no suben de -5, y sólo tienen algo que no se puede llamar sol; en Málaga están a 20 grados con un sol serio. Los suecos leen, los malagueños hablan, ¿qué es mejor?
—¿Qué opina Julián Ibáñez de su propias novelas?
—Que han hecho su labor: me lo he pasado en grande escribiéndolas. ¡Y encima me pagan! Es la leche.
—Hay quien piensa que por meter un muerto en una novela ya se convierte automáticamente en una novela negra. ¿Hay mucho impostor dentro del género?
—Eso es cosa de los editores, si piensan que el género está de moda, pues todo es género negro. Sí, es deshonesto, confunden al lector. A la larga resultará negativo.
—¿Qué es lo que más le divierte de escribir novela negra?
—Supongo que los gags que se me ocurren de forma espontánea, me río solo, como si estuvieras paseando por los jardines de un frenopático.
—¿Si en vez de llamarse Julián Ibáñez fuera Johnn McDermond, vendería diez veces más?
—No, ¿por qué? Aquí hay americanos que no se comen una rosca. De Jazz Blanco, una de las mejores de Ellroy, me consta que la primera vez que la editaron, aquí, no llegaron a vender dos mil ejemplares.
—Tiene usted fama de políticamente incorrecto.
—¿De veras? Me voy arruinar invitando a cañas.
—Hace unos meses publicó Todo Bellón, un volumen con las ocho primeras novelas de su personaje fetiche; y a principios de febrero estará usted en el Festival Barcelona Negra junto a Leonardo Padura, premio Princesa de Asturias de las Letras. Parece que Ibáñez vuelve a estar de moda.
—Todo Bellón fue una apuesta de la editora y parece que está saliendo bien. Me alegro por ella, y un poco por mí.
Un escritor de hard-boiled no creo que esté nunca de moda. Eso lo dejamos (porque no tenemos más remedio) para las chicas de la novela «enigma» (que os vaya bien, muñecas).
—¿Es más interesante un criminal que un notario?
—No, ni hablar. Notario es una profesión muy misteriosa. Aparentemente es la profesión más inútil y aburrida del mundo. Pero malgastan la juventud en sacar unas oposiciones… Algo hay ahí, sin duda; me intriga su sonrisa enigmática cuando te pasan la factura, las puertas de todas las notarías con siete cerraduras, y al otro lado los apagados ecos de una orgía (toda clase de gemidos) las noches de sábado… En fin: que no.
—¿Cuál es el final de una novela que nunca ha escrito?
—Finales, finales… Normalmente estás deseando acabar y te precipitas. O el lío que has organizado es tan enorme que no sabes por dónde salir. Nada de finales felices (hemos visto demasiados con el chico quedándose con la chica para él solo), con un pequeño toque amargo, que nuestro héroe, abrazando a la chica, vea en espejo cómo ésta, por encima de su hombro, le guiñe el ojo a ese guaperas que parecía tonto.
Julián Ibáñez (Santander, 1940). Considerado uno de los padres de la novela negra española junto a Andreu Martín y Juan Madrid. Autor de culto para los mejores aficionados al género negro, quienes admiran sus personajes, tallados con cincel, versiones del mismo tipo duro y patético que no se preocupa más que del presente, y para cuyo retrato siguió el consejo de Chandler: «Analiza e imita». Entre otras distinciones, ganó en 2009 el prestigioso Premio L’H Confidencial, en el 2015 le fue concedido el Premio Novelpol Honorífico por toda su obra, en el 2016 se alzó con el Premio de Novela Pata Negra Universidad de Salamanca, y en el 2017 fue I Premio Castelló Negre. Además ha sido miembro del jurado del Premio Hammett. Entre sus novelas de género negro destacan La triple dama (1980), Mi nombre es Novoa (1986), ¿A ti dónde te entierro, hermano? (1994), Entre trago y trago (2001), La miel y el cuchillo (2003), Que siga el baile (2006), El invierno oscuro (2008) Perro vagabundo (2009), Giley (2010), El viejo muere, la niña vive (2014), Todas las mujeres son peligrosas (2015), Gatas Salvajes (2015), Canino (2016), Las pelirrojas no se arrojan al vacío (2016) o El matón al que engañaban las mujeres (2017).
ⓘ Todo Bellón
(Cuadernos del Laberinto, 2017) • ISBN 978-84-947595-1-2 • 1048 páginas
• Más información: http://www.cuadernosdelaberinto.com/ EstrellaNegra/TODO_BELLON.html
🖼️ Ilustraciones artículo: Tapa de la novela y fotografía del autor
remitidas por la Editorial, © de sus autores.
Revista Almiar – n.º 96 / enero-febrero de 2018 – MARGEN CERO™ – PmmC
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