poemas por
Jorge Decarlini
Igual que la botella
que encierra un mensaje
sólo es un vidrioso pez
que navega sin rumbo
por el océano
y puede romperse
al impactar contra una roca,
un mensaje de móvil
sólo es una estrella fugaz
en el oscuro cielo
que conforman
las ciudades sin alma
y puede desaparecer
si el teléfono se moja
o se queda sin batería.
A las palabras escritas
también se las lleva el viento
y el tiempo.
En la cola del supermercado
Siempre pasan cosas interesantes.
Hoy, había una pareja
delante de mí
con la compra de la semana.
Él debía rondar
los setenta años
y ella
alguno más.
Aunque, por decir una verdad,
no soy muy bueno
calculando eso
y mucho menos
a esas edades.
Igual me pasa
con los niños.
A los dos
los veo
demasiado lejanos.
Pasaban por la cinta transportadora
los tomates, el puré en polvo, los yogures, la miel,
las botellas de agua, el pescado congelado, la leche,
la garrafa de aceite, las galletas de chocolate,
los filetes de pollo, el queso fresco
y todo lo demás.
Por último, pasaba un paquete de seis cervezas
sin alcohol.
0,0.
Justo cuando yo ponía
en la cinta
toda mi compra:
tres paquetes de seis cervezas
con alcohol.
5,2. O algo así.
Y el viejo
las ha visto,
ha suspirado,
se ha dado la vuelta
y me ha mirado
fijamente
a los ojos
y con esa mirada
me ha dicho
tantas cosas
que ni viviendo
el tiempo que él ha vivido
sería capaz
de ponerlas
por escrito.
Acabo de abrirme la primera lata
y brindo
a su salud.
Jorge Decarlini ha publicado otros poemas en revistas digitales como Ariadna, La bolsa de pipas y Cuadernos del Matemático.
Ilustración poemas: Fotografía por Diego Martínez ©, realizada para la portada del libro de relatos Nunca llueve sobre el Sáhara.
Revista Almiar – n.º 60 / septiembre-octubre de 2011 – MARGEN CERO™
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