artículo por
José Antonio Soria Estevan
Muere la poeta Julia Estevan Echeverría en Almería, el día 12 de marzo de 2018, a la edad de 98 años.
Nace en el año de 1919, hija del también poeta y abogado, David Estevan, secretario del Ayuntamiento de Almería, y de María, pianista y traductora de francés.
Aquí pasa su juventud cursando los estudios de Bachillerato y Magisterio. Nunca ejerció como docente ya que su meta era estudiar en la universidad, deseo truncado al no ser posible en Almería. Esto queda reflejado en sus poemas de adolescencia.
Hizo oposiciones a la Administración del Estado desde donde pidió traslado a Madrid atraída por el mundo literario y poético, en el que ya contaba con grandes amigos, destacando entre ellos Gerardo Diego de quien fue su mano derecha desde los años sesenta hasta la muerte de este. Gerardo Diego la obsequió con algunos de sus más sentidos poemas y le abrió las puertas del mundo mágico de la poesía y la literatura. Colaboró con las revistas más importantes con la publicación de poemas y ejerciendo la crítica literaria.
En 1996 vuelve a Almería por motivos familiares y queda aquí hasta este día de su muerte.
Tiene tres libros de poesía editados:
Entimismada, un poemario místico editado por la fundación Fernando Rielo.
La Cuesta Sagrada, un poemario religioso donde también se mezclan algunos poemas místicos no recogidos en Entimismada. De estos dos poemarios, los responsables de la revista El Magníficat entresacan cada mes varios poemas para publicarlos.
A Pleno Sol, un poemario profano dedicado en su mayor parte a Almería como se desprende de su poema titulado “Almería”: Azul de cielo, / cal de azotea, / vaivén de ropa / blanca a secar. / Eso es mi tierra / si le añadimos, / como un volante / de espuma, el mar.
En el año 2014, el Instituto de Estudios Almerienses recopila sus tres libros y los edita con el título de Poesía Completa.
Sirva este poema de su libro Entimismada para homenajear su recuerdo:
OLA II
Ola soy en tu mar, de Ti crecida
y subo y bajo en tu vaivén, tan plena
que estallo de fervor sobre la arena
llevándole el mensaje de tu vida.
En este cabalgar sólo me embrida
tu mano que me ondula o que me frena.
A su roce mi impulso se serena
y en caricia de sol quedo dormida.
A veces me haces fleco de tu manto,
culebrina de luz, leve puntilla
en volante rizado por la orilla
que invita a entrar sin miedo.
Y entretanto,
ya lo ves… enmudece aquí mi canto
incapaz de expresar la maravilla.
D.E.P.
Contactar con el autor: tartucas [at] hotmail.com
ⓘ Ilustración: Fotografía remitida por el autor del artículo. © de su(s) autor(es)
Revista Almiar · n.º 99 · julio-agosto de 2018 · 👨💻 PmmC · MARGEN CERO™
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