por
Luis Amézaga
El hecho de que la vida
no tenga ningún sentido
es una razón para vivir,
la única en realidad.
Émile Cioran
La muchacha, al caminar, transparentaba el azul del miedo.
Su vestido era vuelo de guacamayo con un ala rota.
Su sexo estaba oculto en una caja fuerte con dos combinaciones
hechas cenizas.
Salía ella de las sombras cuando nos cruzamos
en un escenario de tarimas viejas.
Iba yo a mis cosas, en busca de contenido,
haciendo biografía como otros hacen manualidades.
Ni me vio.
Caminaba cegada por la incomprensión de callejones sin salida.
Me quedé mirando cómo su luz oscurecía las farolas.
Detrás de ella, una figura cadavérica
se desvanecía en la pastosidad del placer barato.
El insomnio, aquella noche, se me disfrazó de mujer.
Cada línea tiene su sitio,
no suficiente cuando es ambiciosa,
cada línea aspira a mejorar su posición
en el párrafo de la vida
aunque eso lleve a una irrespirable distopía.
La rivalidad entre líneas
provoca un reguero de palabras
a las que han despellejado
dejando las letras en carne viva.
Tendidas en la azotea
las manos amputadas
que las escribieron
esperan ser rescatadas
por helicópteros de guerra.
El ruido es la mordida ulcerosa de lo falso
que roe las cavernas del hombre moderno
y se viste de colores para engañar al necio.
El ruido es un invento para hacernos creer
que existimos fuera del silencio original.
Las uñas crecen al ritmo de la memoria,
se llenan de un ruido pasado de fecha.
Las uñas nos sobreviven
porque siempre estuvieron muertas.
El ruido es tortura para el cerebro
que solo aspira al sueño
y desea llegar al final de la vía
donde los trenes se toman una cerveza
después de una larga jornada de raíles
oxidados por la distancia.
Desde el primer sollozo
hasta el último estertor
todo es ruido y todo es falso
excepto tú
que caminas de espaldas
hacia el cañón del arma
con la sonrisa helada de la locura.
Le rogué que viniera a hacerme compañía
Al verla se me cambió la cara
Le dije de salir a la calle
Quería que me vieran a su lado
Me volví y se había ido
La soledad es obligada
Para quien la compañía es decoración
Se divorcian los otoños del invierno
La nariz se pega al cristal de la ventana
Un niño respira el frío
Los árboles están agitados
Me dicen que es cosa del viento
No veo a ese viento del que hablan
Solo veo a los árboles y sus ramas inquietas
Algo pasa donde ocurren las cosas
Donde las raíces traman
Algo se urde cuando las hojas escapan
Y hasta el tronco parece vacilar
Estoy a punto de desvelar el enigma
Cuando llaman a la puerta
Abro y no hay nadie
Una broma de mal gusto
De alguien que sabe de que la soledad vive aquí.
Si doy con el tesoro oculto
Volveré a buscar con quien compartirlo
No sé guardar un secreto
Ni me cabe la verdad en el pecho.
Luis Amézaga. Nacido en el año 1965 en la ciudad de Vitoria (España) donde vive actualmente. Entre lecturas y escritos concibe la medida del tiempo. Mantiene habitualmente el blog El búnker travestido (http://bunkertravestido.blogspot.com/) y su página En Busca de la Palabra (http://asicran.galeon.com/).
Ha escrito numerosos artículos y actualmente participa en la sección de «Opinión» del periódico España Liberal. Ha colaborado en diferentes revistas literarias: Bolsa de Pipas, Letralia, Ariadna… y ha participado en antologías de relatos y poesías. Es autor de varios libros de poemas: El Caos de la Impresión publicado por la editorial madrileña Sinmar del grupo Vitruvio. A Pesar de Todo… Adelante, publicado por la editorial canaria Baile del Sol. Los Alrededores del Idiota, publicado por la editorial Remolinos. Con su libro Dualidad: onda/partícula, fue finalista del premio literario Café Mon 2008. Con el poemario Bolsa de Canicas obtuvo el segundo premio en el certamen convocado por la revista literaria Katharsis (2008). También ofrece a los lectores el libro de máximas y aforismos El Gotero, publicado por la Revista Groenlandia. Y acaba de publicar el libro La Mitad de los Cristales de forma conjunta con el escritor Adolfo Marchena. En 2012 publicó, asimismo, Una semana de arresto domiciliario.
Contactar con el autor: luisamezaga43 [at] gmail [dot] com
🖼️ Ilustración poemas: Imagen realizada mediante técnicas IA.
* N. del E: En los poemas aquí publicados se ha procurado que las líneas guarden la extensión tal y como las escribió su autor. Para la lectura de esta página en un dispositivo móvil aconsejamos que el aparato se sitúe en posición horizontal.

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