Puede que no sea el río
donde veas tus pies,
o la piedra que te resguarde
de caer al mar.
Puede que no llore tus lágrimas,
que no sea el eco de tus latidos,
el reflejo de tus anhelos
o tu santo grial.
Puede que sea más bruja que santa,
más puta que virgen,
más daga que viento,
pero aquí estoy
frente a ti,
siendo lo que soy.
A veces victima,
a veces victimario,
humana
como tú.
Perdona,
pero la linealidad
representa la muerte,
el descenso del corazón.
Perdona,
pero la perfección
no se ha hecho para mí,
es un trabajo de muchas horas
con sueldo miserable.
Perdona,
soy humana errante,
piensa bien,
¿no lo eres tú también?
Encuentro
Lejana,
aguda,
invisible
se escuchaba una voz
del pasado.
Cantaba canciones,
aligeraba mi alma,
reía con alegría.
No conseguía el rostro de aquella voz.
Busqué fuera de casa,
pero siempre estuvo dentro.
En el espejo,
una niña frente a mí,
era yo,
preguntando:
¿Qué pasó con nuestra mascota?
¿Por qué dejaste de pintar?
¿Por qué ya no juegas?
¿Por qué ya no cantas en la ducha?
¿Por qué ya no te bañas en el mar?
¿Por qué huyes de la lluvia?
¿Por qué le temes al amor?
¿Por qué ya no piensas en salvar el mundo?
No me olvides
que yo te recuerdo siempre:
al jugar con los tacones,
al ir al colegio.
Cuando beso a mamá
pido que seas tan cálida como ella.
No me olvides,
pues yo te dibujé una casa,
con un gran perro para que te guíe.
No me olvides,
que si me olvidas,
estaremos perdidas.
Al viento
Nací para ser esta hoja errante
que se transporta con el viento,
que no pertenece a ningún árbol,
que dejó de alimentarse de alguna raíz.
Soy esta hoja que viaja sin motivos,
que se consuela con el tiempo,
que observa en silencio
y que verde no será
nunca más.
Bis
Se perpetúa la historia con el tiempo,
sobrepasa generaciones,
sobrevive al cambio de fronteras.
Se regodea una y otra vez,
en océanos rojos,
en océanos azules,
produciendo mareas
que no desembocan en ningún río.
Nos arrastran al error,
a la ingenua certeza
de lograr el objetivo,
de acertar
a pesar de los desaciertos,
a pesar de las hambrunas,
de los crímenes,
de los gritos suplicantes
de las victimas del poder.
Pero es imposible escapar del olvido
Y sus consecuencias.
Nunca más
Tanto sufrió por amor
que pidió a los dioses
no amar
nunca más,
terminó muriendo de frío
pues su corazón
no calentó su alma,
su boca se secó sin besos,
los brazos se volvieron rígidos
de no abrazar
y sus surcos
no vieron correr el mar del deseo
nunca más.
¿Yo?
Esta que no soy yo
mora en su soledad,
escucha voces desconocidas,
voces que callan certezas.
Esta que no soy yo
prefiere vestir de viento,
dormir arropada de estrellas,
hablar en silencio.
Esta que no soy yo
huye del reflejo del río
y disfruta del hábito
de no saber a dónde ir.
Esta que no soy yo
es feliz de vivir a sus anchas,
sin el ojo critico
de tu cobardía.
Mi circo, tu circo
Aquí me presento
carpa de circo,
león furioso,
triste risa de payaso.
Aquí me presento,
colgando de hilos,
pasando entre aros de fuego.
Muchos aplauden,
muchos sacrifican su diezmo
por un ticket de mi circo.
Tú te horrorizas,
Te da asco esta tramoya,
repudias con cruces
estas luces con que resplandezco,
sin notar
que vives en el triste circo
de tu falsa sapiencia,
de tu triste mentira,
girando en el trapecio
de tu fantasmal humildad,
creyéndote el cristo salvador
de nosotros los paganos.
Añoranza
Sus ramas mi refugio,
su color fuego
mi candor.
Me recuerda de dónde vengo
y me ilumina
en donde estoy.
No se olvida la cuna,
no se borra el arrullo de un cuatro,
ni se desvanece el gran amor.
En el corazón se llevan
los amigos,
padres,
y hermanos,
hasta los vecinos se recuerdan
a cada instante
al ver hojas amarillas,
cuando se divisa una montaña,
con el aroma del café.
Gala Gabriela: «Nací en Caracas, Venezuela, un 14 de diciembre de 1982. Soy sagitariana, de espíritu inquieto y con una necesidad importante de expresarme. Es por ello, que estando muy chica, me adueñé de la máquina de escribir de mi madre y comencé a teclear pequeños cuentos, que ilustraba precariamente con colores de cera. Durante mi adolescencia, el melodrama hizo parte importante, estimulándome a escribir poemas de desamor.
La adultez me exigió una carrera, por lo que me decidí a estudiar publicidad. Desde entonces, la escritura se destinó a comunicados de mercadeo y mensajes publicitarios. Sin embargo, el coqueteo con la literatura siguió su curso, a través de cursos y talleres que florecieron la posibilidad de hacer aportes formales para algún medio.
El comienzo fue con mi propio blog Gala Gabriela en letras (https://galagabrielaenletras.wordpress.com/), seguido de colaboraciones a otros sitios como El Cambur, Guayoyo en letras y Sorbo de letras».
📸 Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M. Martínez ©
Revista Almiar – n.º 81 | julio-agosto de 2015 – MARGEN CERO™
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