poemas por
Laura Fernández Valdés 

Te deseo
desnudo frente a un campo desierto
para arrancarte
la verja que custodia tus recelos,
y susurrarte,
mientras domestico tus miedos,
que no hay libertad
sin saborear el vértigo
de saberse alma
                discorde,
                                            mutilada,
                                                                        y dispuesta
                                                                                                    a brotar entre el estiércol.

 

 

poema AutómatasAutómatas

 

Somos dos autómatas
que siguen los instintos atávicos
de aquellos que miraron fijamente al sol
y le juraron,
con dientes apretados y manos enlazadas,
que brillarían con luz propia.

 

Somos el ahora que deslumbra,
el instante que se derrite ante la fuerza
de un nosotros que tirita,
repleto de gozo y de luz blanca
tras el orgasmo.

 

Desiertopoema Desierto

 

Me acariciaste la cara
intentando arrebatarme
todos los pensamientos que se plegaban
sobre mis ojos.

 

Deseabas quitarme la mochila,
arrancarme las penas de raíz
para rastrear a continuación todos los pozos negros
que me hacían convulsionar

en las noches sin estrellas.

Pero tus manos,

aprendices en el arte de la magia negra,

se petrificaron

como tus ojos,

al evidenciar,
de soslayo,
que las partes más recónditas de mi cuerpo
reflejaban un desierto de órganos
y sentimientos.

 

Deseabas trasladarme a tu universo,
llevarme cual princesa
a un mundo de porcelana y copas doradas,
pero todo terminó cuando,
por la torpeza de un amor recién estrenado,
te di sin premeditación,
y mucho menos alevosía,
las coordenadas que vaticinaban
mi destino. 


 

Imagen poemas Laura Fernández Valdés


Guitarra

 

Pienso en la agonía de tu ausencia,

en la ruptura de mis huesos

al constatar que tu boca

ya no pronuncia más palabras.

 

Pienso en la lejanía de tus dedos,

en la línea tan frágil

que desligó

nuestros senderos.

 

Pienso en la niña desdichada

que se retuerce en mis entrañas,

recordándome,

una vez más,

que te he perdido.

 

Pienso en la ligereza de tu cuerpo,

en la tranquilidad sedosa

que debe custodiar tus movimientos

(ahora que me has abandonado).

 

Pienso en mi propia ausencia,

la separación innata que gobierna

este cuerpo remoto,

                                   inaccesible,

                                                           repudiado

                                                           tanto por tus besos

                                                           como por mi amor.

 

Escindida entre tu ausencia
y mi rechazo,
fragmentada por la sequedad
de pensarme indigna de amor.

 

Pienso en ti,
pienso en mí,
y siento un dolor agudo,
como una guitarra agonizante
en mi estómago.

 

 

Rastro 

Te esperaba
mordiéndome las comisuras de los labios
y derribando,
como si de un dominó se tratara,
todas las casualidades que nos fueron uniendo.

 

Te esperaba,
sentada en el sofá,
acompañada de una botella de vino
a la que me enroscaba

como hacía con tus piernas

en las noches de tormenta.

 

Luego llegaba la impotencia,
las ganas inauditas de borrarme el rostro
de saciar mi deseo de reinventarme lejos,
y de verte,
a ti,
corriendo tras mi rastro.

 

Fuiste una estrella fugaz
que dejó su estela impresa
en el descampado de mi cuerpo.

 

 

imagen párrafo Laura Fernández Valdés

 


Laura Fernández Valdés
. Se encuentra a la espera de publicar su primer poemario con la editorial Huerga y Fierro y ha participado en la antología Versos al aire II, así como en diversas revistas literarias y en el ya desaparecido fanzine Letra y puñal. En 2009 recibió el primer premio de poesía en el XIV Concurso de Creación Joven de Soria, España. Actualmente trabaja como profesora de español en la Universidad de Ruán, Francia.
Contactar con la autora: laurafdezvaldes [at] hotmail.com

 

🖼️ Ilustración poemas: Girl with Green Dogs, By Antoni Karwowski (Own work) [CC BY 2.5], via Wikimedia Commons.

 

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