poemas por
María Ángeles Dumoulin
Imagino que te observo
mientras lees tu libro favorito,
la luz entrando por la ventana
que me llama a jugar
con las muecas de tu cara
Imagino
sonríes, das vuelta páginas, suspiras.
Imagino que te observo
y pienso en jugar a la rayuela con vos
sobre el cielo que se desliza en mi almohada.
Donde el cielo se une con el mar
(Alfonsina, ¿hay playas donde tú estás?)
Allí están sus huellas, huellas que van
no hay pisadas de regreso.
Se sumerge en un mar,
mar que hace callar cualquier silencio
que pueda perturbar su calma.
Huellas que van pero no vuelven,
el grito de su último verso
es más fuerte que la tempestad.
No habrá lluvias que mojen su cara,
no habrá luz que se refleje en su rostro.
Su mirada estará fija en ese mar,
donde el cielo se toma de las manos con el horizonte.
Es el final del sendero de huellas mojadas,
es el final del camino y Ella desaparece.
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Ilustración poemas: Fotografía (detalle) por Asunción Aparicio ©
(de su muestra en Almiar)
Revista Almiar – n.º 78 | enero-febrero de 2015 – MARGEN CERO™ – Aviso legal
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