poemas por
Patricia M.ª Luque

 

Última Eva
destetada
desfruta la vid
que cubre el sexo.
No corrige
el vino los desnudos.
Deshágase en ti
la sierpe.
Mide el cordero que muta
el pecado del mundo.
Clónalo
metal del óvulo.
Menstrúate,
espina mínima.
Sienta sobre el padre
tu creación conforme.
Desbroza
su primer edén.
Deja que caiga
a tu boca la manzana.
Parirás sin dolor una costilla.

 

El seudónimo de Dios

 

Muere la tarde. La bóveda de manos
acaricia el perro hostil que te articula.
Como un lagarto, se aproxima la fiebre a su madre;
su impronta sonora descubre su rodar por la hierba.
El lenguaje busca, en la diáspora de la sangre,
paciente su astilla de origen; la densidad del hambre
hecha síntesis total en el nido.

 

Por las costuras del afecto, la piel empapa
sus vendajes en el recuerdo de violines.
Exacto, el reloj da la hora de la epidemia;
a edenes redondos vuela ya tu semilla mordida.

 

Mira ahora al Dios del que obtuvieron,
el reptil y el hombre,
el corazón de plomo que los arrastra.

 

Ovillo de reuma en el sofá de sky

 

Gatos que paseáis mi casa,
tótems peludos que ofrecéis limosna
de apego minimalista,
que asaltáis mi despensa de apetito
                                                            procesado
y orináis la moqueta porque no hay
arena ni recuerdo
                       nítido de playa.
Sabedlo:
sois el desacato y os concedo
                                                el ultimátum.
Lleváis apellidada la familia.
Purgadme y haced de mí
uno de los vuestros
o comed al fin mi corazón
de cría enferma
                          y acabadme.

 

Accidente doméstico

 

Hay en los pasillos un rumor de hormigoneras.
Los días recaudan su póliza de inercias
en salas cosméticas
sin víspera ni contagios.
Dicen que esta casa tuvo puertas
y que tú amabas
el olor a masa del desahucio.
Debimos —entonces— perfilar,
calcarnos en los hijos,
en sus formas de esfinge o de palmeras,
criar sus ritmos,
pero nombramos la carne
y llegaron los transgénicos.
Por eso
el dolor en la vagina,
el hambre como apéndice,
tu cuerpo inmune a los desnudos.

 

 

Patrricia Luque Pavón

Patricia M.ª Luque Pavón (1987), Aguilar de la Frontera, Córdoba. Es diplomada en Turismo y licenciada en Ciencias del Trabajo y posgraduada en Gestión de Espacios y Proyectos Culturales. En 2015 obtuvo la mención especial del jurado del grupo AMAMANTA y fue incluida en el volumen Versos, trazos, tetas y abrazos. En marzo de 2017 su poemario El depósito del llanto fue premiado con el accésit del I Certamen de Poesía Luis Cernuda, convocado por el Aula de Cultura de la Universidad de Sevilla y publicado por Ediciones en Huida. Resultó ganadora del VI Certamen de Poesía ASEAPO y fue seleccionada en el XXX Premio Voces Nuevas de Poesía de Ediciones Torremozas, que incluyó su obra junto a la de otras nueve poetas del ámbito internacional en un volumen que lleva el mismo nombre. En junio de 2018 su poemario Semanario del desaire logró el primer premio de poesía en el Certamen de Muestras Culturales MÁLAGACREA, publicado por el Ayuntamiento de Málaga. En diciembre de 2018 obtuvo el primer premio de poesía en el Certamen Literario Universidad Popular de Almansa. Sus poemas han sido elegidos en el XXIV Premio de Poesía Luz del Ayuntamiento de Tarifa y ha resultado finalista en el VIII Premio Picapedreros, en el I Concurso Literario Villa de Fuente Álamo, XXXV Premio Cálamo Gesto de Poesía y en el II Certamen de Poesía Enrique Pleguezuelo. Sus textos aparecen recogidos en diversas revistas como Paraíso (Diputación de Jaén), Maldita Musa, Azharanía, Oculta Lit, La Oca Loca, Arena y Cal o Ariadna R-C y en antologías como Quejío. Grito de mujer, Los nudos del tiempo III. Al-Andalus en la poesía actual cordobesa» o Antología poética de los pueblos del mundo. Es miembro de la Asociación Cultural Naufragio y actualmente colabora en proyectos de poesía visual.
Contactar: patrilup87 [at] gmail [dot] com

 

🖼️ Ilustración poemas: Imagen por matthew bowen / Pixabay [CCO]

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