poemas por
Emilia Vidal
Una intermitencia de sombras le dio alas
transparentes
nefastas
habitantes de ese otro mundo
que se anima en los techos, las paredes, el ocaso.
Alas para reptar
para seguir andando
para subir y bajar escaleras
y vigilar la cena.
Alas de luz renga
de noche preñada.
Alas que persiguen como un perro y ladran
como un baldío lleno de perros asustados
sin dueño ni sueño
que les ahuyente el día.
A la hora queda
cuando las sombras se agitaron como alas
de pájaros deshilachados
en vuelo
o fuego
que se despide en penúltimo crepitar
los huesos de la noche bailaron
ellos dicen que algo está mal…
¡Más (nos) vale sentir!, imploran,
que abandonarnos al nervioso aleteo
de sombras
pájaros o
fuegos.
El fuego
(si la noche es honda y no hace pie)
A veces, algunos, escasos
momentos perennes
es todo lo que hay en ellos lo que los hace
continuos, eternos, ¿por qué?
Porque el rojo y el negro
porque la luz se mudó a un punto
y el brillo del punto ciega
porque cada abismo infinito en el negro
y la danza que los condena
porque el amarillo se cuela
protegido de Apolo
para recordarnos la fatuidad del camino
¡Vete! gritan rojo y negro
y aún así lo asilan
y, ¡milagro!,
nace el fuego
que sólo aúlla en los ojos
si la noche
es
honda
y no hace pie.
Enredadera
En tu desdoblamiento habitual, estacional y vital, no me sorprendes.
Una tibia aceptación aquieta sin dormirte el alma.
Y en esta repetida mansedumbre, incluso las motas de polvo en el aire
hechas faros al sol, espejos de estrella,
te parecen importantes.
¿Qué distancia convierte la compañía en soledad?
¿Qué gentes son compañía y qué gentes soledad?
Eres una gran enredadera
debería llamarte
enamorada del mundo, odiada del mundo
a veces
a sabiendas, apenas (que no es un poco)
cuando Todo es bueno y maravilloso
parís una Nada que lo abriga en su seno
y lo permite.
Enamorada de todo, odiada por nada.
Nadadora del tiempo que se enamora del mundo.
Emilia Vidal (Mar del Plata, Argentina, 1979). Licenciada en Ciencias Biológicas, filósofa amateur y estudiante de Psicología. Realizó tres años de postgrado en microbiología aplicada y es autora, y coautora, de un par de artículos científicos y un capítulo de libro. Fuera del ámbito científico, colaboró con algunos relatos –y otras yerbas– en las revistas electrónicas Crepúsculo, Letralia, Visor, Narrativas, Factum e Y latina.
📧 Contactar con la autora: mariavidaldom[at]gmail [dot] com
Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M. Martínez ©
Revista Almiar – n.º 88 | septiembre-octubre de 2016 – MARGEN CERO™
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