poemas por
José M.ª García Nieto
RESPLANDOR DE ACERO (Antonio Machado)
Renuncio a todos los juegos
con el afán de hacerme mayor,
como si sirviera de algo
el no saber para ignorar.
De nada nos vale renegar.
Se avanza en base
a miradas y testigos mudos
que sólo hablan para escupir.
Perdidos los sueños,
en el sótano embalados,
planean su victoria
después de mi muerte.
¿Y tu risa es espontánea
o esconde algún hueco?
¿Es acaso azul
pues un cielo se incrustó
en los marfiles y un penacho
de grises se afirmaron
en la paciencia de tu lengua?
Tampoco me salvarán.
Sólo son guijarros de salud.
Me hieren de tan insana
sustancia que inyectan
en mi alma.
Qué cerca del caos,
qué lejos de mi intención
el ver cómo se te pudren
las carnes del desaliento
y se ajan las mayúsculas
palabras en tu boca.
En las orillas
una tabla como un lenguaje,
una pasarela infinita de mares
que se hubieran reconciliado
a pesar de nuestra tozudez.
Y en las palpitaciones
de un corazón de hierba
segada y olor de otoño,
la flor de una foto perdida
mezcla de oros y violetas.
Se va, parece remansar,
pero acaba puliendo sus esquinas
en el tránsito con los hombres,
en la felicidad que navega
por ríos dorados con barcos
de violeta empapelados.
La tarde cae cuando echamos la persiana.
Al otro lado la vida y a este soledad.
Si no hubiese sido por ella,
la única que fue amada.
RECUERDOS
Vendrán a la casa del padre
familiares muertos, enterrados algunos;
otros, sin suerte,
le harán astillas o cosquillas:
todo sin sangre ya.
Removerán los cuartos que fueron
suyos en busca de algún
juguete perdido, un trozo
de papel, una rosa ajada,
un festín de invierno.
Y el padre encenderá el fuego
o saldrá bajo el árbol
de la noche a refrescarse, tomará
el aliento necesario
y habrá de esperar a que los huéspedes,
unas veces deseados y otras no,
recojan su cosecha
y no desvelen su sueño
nunca más.
Mas nunca es posible.
ESCULPIDO EN MI ALMA
Te he brindado mi rostro a ti,
carnaval de desesperanzas,
el chorro de avatares calculados
con la precisión de quien
tiene el cielo terreno perdido.
Han acudido en tropel oscuro
las fragancias de juventud;
un alba intermitente
vislumbrado en perpetua zozobra.
Unas secretas voces,
como de dioses cómplices
o imaginaciones mías,
ascendían del infierno.
Calentaban el dolor,
licuado este, levitado en vapor,
cubría de palabras el cuarto
donde moraban los resortes
del talento perseguido.
Me he reconocido en tu faz,
cuando era joven y febril
tras de inalcanzables pasiones,
ardiendo en la gloria voraz.
Adivíname en la luz.
Bajo ella, secas están
las ocasiones de felicidad.
¿Monstruo, dónde está tu belleza
si no hablas ni escribes,
ni generoso con los demás eres?
¿Tu parapetada hermosura
de qué sirve?
Arroja la verdad de tus actos.
Mañana será tarde.
Sonríe y muestra
tus dorados dientes, clava
el meloso aguijón
en las entrañas de la calavera.
Monstruo de mil inocencias,
sin sangre en sus manos,
ve a reventar
las herméticas cañerías,
devuélveles el hedor que rebosan
las cárceles de pensamiento.
Revuelve tu angustia
y vomita las palabras
que han de vencer.
CAMINO PRIVADO
«Desde ahí encuentras
tu camino privado».
Odysseas Elytis
Mírale buscando su espacio,
sudando en los surcos,
ahondando en la guarida.
Se desplaza, se aturulla,
revuelve las nubes y azota
el cáliz de sangre evaporada.
Mece las sílabas
y calienta la guadaña.
Espanta los vaivenes con café
escarchado, pétreo, cargado
en su taza desconchada.
Absorbe los entresijos
del animal que lleva dentro,
que no puede soltarse y le hunde
en su pecho una pluma
punzante de carmín dorado.
Mírale, dragando las minas,
ahogado de velos ceñidos
obstinadamente a sus manos.
Se encoge, se vicia,
duerme en su tálamo
de palabras hurtadas a Dios.
Deambula, penetra
en los jardines habitados
de reflexiones calculadas.
Todo imperfecto,
en espejo de su yo.
José María García Nieto. Barakaldo (Bizkaia. España). Lleva escribiendo más de veinte años poemas, novelas y relatos. Ha escrito diez libros de poemas; los que aquí se publican pertenecen a Composición de la esperanza, el primero de ellos.
Contactar con el autor: yovankatxema [at] gmail [dot] com
Ilustración poemas: Fotografía por Pedro M. Martínez ©
Revista Almiar – n.º 66 / noviembre-diciembre de 2012 – MARGEN CERO™
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