Poemas
por Ulises Varsovia
Maraña
Dos a la mediamañana
inclinados sobre el abismo,
con la conciencia alarmada
en la intrincada maraña
de los destinos.
Un sólo paso en falso,
una palabra proscrita,
y rodarán nuestras vidas
al sumergido espanto
de la luz dormida.
Aquí tu cuerpo desnudo
atrapado en su maraña
de invisibles lianas
creciendo desde el humo
de la infancia.
Valor en la mala hora
de las persecuciones,
circuídos de antorchas,
y a ciegas por un bosque
de altas sombras.
Dos hacia la mediatarde
a orillas del abismo,
con su duro destino
de vástagos totales
interrumpidos.
Todavía tu resolución,
todavía un paso a tientas,
y la luz somnolienta
desde su vieja prisión
alas abiertas.
Todavía tu abrazo
de fuego en desmesura,
ardiendo en la espesura
de tu propio fárrago,
virgen desnuda.
Y por el mismo camino
de los viajeros ciegos,
una niña encendiendo
sus símbolos dormidos
en otro sueño.
Dos hacia la medianoche
al fondo del abismo,
con todos sus sentidos
lúcidos en el roce
de sus destinos.
Lilas
Antes que las lilas
sepulten su perfume
racimal,
antes que la intensidad
de sus pródigas ubres
se apague en el clímax
de su lácteo esplendor,
antes, Claire,
que sus secos pistilos
se adormezcan y duerman
su ávido sueño invernal
dispersos por la tierra,
antes que su color
de desnudas diademas
en el misterio matriz
de la primavera
palidezca,
antes que su hálito azul
se disuelva en la amplitud
del aire irrecuperable,
y pierda el polen púdico
su efímera doncellez,
antes, antes, amor,
que las lilas racimales
sepulten su perfume
de espesa intensidad,
y apaguen las ubres
su flujo de linfas
no terrenales,
antes, Claire, que sus alas
depongan su circuito
dentro del aire,
y ya nada en la tierra
tenga sentido,
antes que se extravíen
nuevamente
en su propio perfume
las lilas racimales…
Rosa de Pentecostés
Primavera de violentas ráfagas
en mayo crepuscular
desgarrando su vegetal vestidura,
resquebrajando el aire
a eléctricas dentelladas.
Marcial mi triste actitud
de varón iracundo en las lindes
de lo vesperal y lo viviente,
habitado por guerras
atravesando el umbral
del águila y del azufre,
viril en el cruce atmosférico.
No capitular, manos silvestres,
no deshojar la humedad
hasta la desnudez terrestre,
no descender el hilo órfico
por el escalofrío del sueño.
Allí sus pétalos carnales
congregando la nitidez
del agua y sus transeúntes,
allí su arrebolada copa
llena de efímeros zumos,
llameando de luz vesperal.
Primavera de incendios
desnudando su festividad,
atravesando en ráfagas
de húmedos cuchillos
su bello color transitorio.
Pero marcial mi actitud
de triste guerrero erguido
en las lindes de lo viviente,
viril en los sombríos cruces
de trigo atmosférico.
Cualquier día
Cualquier día del remolino
de los meses vertiginosos,
soltar todas las amarras,
incendiar todas las naves,
cortar todos los puentes,
bloquear todos los caminos,
borrar todas las imágenes,
y volver a empezar de cero.
Olvidar que estuvimos, que fuimos,
que pasamos por aquel sendero,
que dormimos con ella en un puerto
en algún lugar de los mares,
que atravesamos la noche
tenebrosa de una cruel infancia,
y volver a empezar de cero.
Cualquier día quemar los cuadernos,
quemar las letras de la ira,
quemar el talismán, la cruz,
quemar las ropas usadas,
las maletas del largo viaje,
y volver a empezar de cero.
Salir desde alguna mañana
cantando por las nuevas sendas,
libres de toda condena,
livianos de toda carga,
vacíos de todo reproche,
renacidos desde las cenizas
de uno que en la autoinmolación.
Algún día levantarnos
y haberlo olvidado todo,
haber cortado las amarras,
volver a empezar desde cero,
y ya nunca más mirar atrás.
Trenes
Los trenes que parten
hacia cualquier destino
en la extraña geografía
de los amaneceres,
los trenes rumbo a la noche,
rumbo a ya no regresar
con su carga de vidas
en fuga de sí mismas,
en fuga de la memoria.
Atravesaréis los días
llenos de valles y de bosques,
atravesaréis los ríos,
los maizales y viñedos,
y nunca llegaréis,
ni sabréis dónde estáis,
cuando el largo convoy
detenga sus máquinas
en algún lugar.
Subid conmigo, viajeros,
almas atrapadas
en una laguna obscura
al fondo de vosotros,
subid, subid al convoy
de vagones zigzagueando
como vuestras vidas
por las largas semanas,
subid a que nunca lleguéis,
a que dejéis atrás
largas distancias,
sin llegar a destino
en alguna estación
que no conocéis.
Trenes espectrales
zarpando al amanecer
desde un puerto en tinieblas,
rumbo a ya nunca volver.
Nuevos pasos
No me abandones, poesía,
ahora que he salido de mi tumba,
y comienzo a dar los nuevos pasos
hacia un destino todavía en brumas,
sostén sobre tu recio andamio
ésta, mi vida rescatada
desde una hoguera ardiendo sin tregua
en una profundísima hondonada,
no me abandones, poesía,
ahora que mis pies resolutos,
ahora que mis retoños despiertan
y echan a andar por el ancho mundo.
Ulises Varsovia: «Nací el 2 de julio de 1949 en Valparaíso, cuyo mar y sus tempestades marcaron definitivamente mi persona y mi poesía. Estudié varias asignaturas humanísticas, y trabajé en tres universidades, tanto en historia como en historia del arte, al mismo tiempo que escribía poesía. En 1985 salí a doctorarme a Alemania, y como mi mujer es suiza, pude trabajar y quedarme en San Gallen, ciudad en cuya universidad hago un par de lecciones. He publicado 28 títulos de poesía, cinco de ellos en Chile, y tres dedicados a Valparaíso, el último: Hermanía: La Hermandad de la Orilla, en Apostrophes de Santiago (www.apos.cl).
El libro más antiguo que he publicado es Jinetes Nocturnos, de 1974, pero tengo otros inéditos más antiguos. En 1972 publiqué un cuadernillo, Sueños de Amor, que circuló sólo entre amigos. Me han publicado más de 70 revistas de literatura de todo el mundo, en varios idiomas, y repetidas veces, y estoy en numerosas páginas web. En agosto del año 2006 salió a la luz en Sevilla, España, mi libro de poemas Anunciación. Ángeles y Espadas, publicado por la Asociación Cultural Myrtos. Esta misma entidad acaba de publicar mi Antología Esencial y Otros Poemas (1974-2005), que incluye dos poemas de cada poemario publicado, es decir, 52 poemas «esenciales», y tres poemas de 12 libros inéditos, lo que hace un total de 88 poemas. Lo último mío aparecido es Vientos de Letras, también antológico, en colaboración con el poeta andaluz Alexis R., editado por Myrtos. De los 28 poemarios publicados, sobresalen Jinetes Nocturnos, de 1974/75, Tus náufragos, Chile, de 1993, Capitanía del Viento, de 1994, El Transeúnte de Barcelona, de 1997, Madre Oceánica, Valparaíso, de 1999, Megalítica, de 2000, Ebriedad, de 2003 y la Antología Esencial».
WEB del autor: http://ulisesvarsovia.tripod.com/
(Los poemas aquí publicados pertenecen a los libros Cabalística y Cartas del ausente)
📋 Más poemas de este autor (en Almiar):
Sagrado fuego | Afrodita | Persigo tus huellas
🖼 Ilustración poemas: Fotografía por darksouls1 / Pixabay [CCO]
Revista Almiar – n.º 103 | marzo-abril de 2019 – MARGEN CERO™ ✔
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