Miguel Ángel Ontanaya

El rostro del juego y la pasión

Veo
    piel
    ojos
    boca
    y cuello,
no hay espejo
en los ocho
ángulos
del marco
    que invitan
    a penetrar
    al otro lado.

El rostro mira
y, sin rastro
de aguas, manzanas de Tántalo
o Narciso de espejos,
quiere atravesar el octogonal iris,
trastocar reflejos,
mirar con su cíclope ojo
o besar desde dentro de su boca,
apretando los dientes,
hasta romper el invisible cristal,
convertirlo en surreal mosaico,
múltiple
juego de pasión.

Curtida piel soñada *


Piel
labio,
límite,
sierra soñada.

Juego - fuego - en tu pecho,
                                             en tu filo,
                                                             en tu espalda.

Vivo en zig,
muerto en zag infinito
por tu labio como espada.

Aparato eléctrico que inventa erizos,
                                                      estiletes
                                                         y sendas estrelladas.

El aire y el sol despiertan
tu eterna
               curtida
                          piel
                               soñada
que ara y taladra
                    un rayo
                    epidérmico.



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maopes2000@hotmail.com

* Este poema da título a un poemario de este autor que puedes leer aquí





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