Leo Zelada
Opúsculo de un nosferatú a punto del amanecer
Miras la noche, bebes la copa de
vino y extendiendo
nosferatú tus
brazos desesperados hacia el lóbrego cielo «te
amo-exclamas-te amo»
hacía la diáfana luna. La melodía de Bach logra al fin
doblegarte e
ingresa en ti como una ola gigantesca, colosal, épica en
tu cáustico
ser.
La mano del escritor deja la pluma, bota el cigarrillo
de los labios,
saca las manos del ordenador y se rompe entonces la
creación; una
lágrima negra se desliza por tu cadavérico y pálido
rostro,
pesado como el ultimo tramo de la noche, estéril como
el inicio
prístino del amanecer.
Una roja araña maligna te grita ahora con voz aguda
desde el techo:
«Estás muerto nosferatú, estás muerto, no te engañes que
no volverás a
amar jamás» y el nosferatú lúcido, con cierta amargura
sabia replegada
en su antigua humanidad responde:
«En los cuerpos inertes arácnida, existe el mayor
movimiento».
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Contactar con el autor: leozelada [at] yahoo.com
Ilustración poema: Eclipse070304 [Public domain], via Wikimedia Commons.
▫ Poema publicado en Mar de Poesías · Margen Cero™, (2002). Página reeditada en julio de 2019.