NICOLÁS
FRIEDMANN
Desnuda la mirada
una imagen
compartida
(resumidos los ardores
de esas noches ocultas)
como seres que no quieren ser.
Pregunto: cuántos mares tiene el mundo
y cómo recorrerlos. Es verdad
que la luz de la luna quema.
Para qué vivimos. La soledad
es este estado, o hasta aquí
llega el compartir.
Soñé una vez una historia
o tal vez la viví
donde cada día creábamos
el mundo.
No es difícil. La realidad
es esa ficción que ponemos en práctica
(es el mundo, es todo lo que podemos,
llegamos a ser)
para creer.
Supe también que nos escondemos
en los otros, que cada uno es
especial
pero sólo cuando nos damos cuenta.
Me da miedo la multitud.
Me doy miedo yo mismo.
Perdidos en las ciudades.
Deseosos de llegar más allá.
Angustiados por lo que no comprendemos.
(Entonces vemos que la felicidad es efímera cada vez, y que lo bueno
es sumar momentos pequeños que son los recuerdos que recapitularemos
al final).
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