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José Antonio Torné
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LEWIS CARROLL
Que no engañe tu adusta impavidez
Ni tu helada sonrisa de madera:
Conoces la tristeza de la espera,
Diminuto caballo de ajedrez.
¿Recuerdas esa insólita partida?
Caballero en el Reino del Espejo,
Cabalgabas cansado, solo, viejo.
¡Parecía tan frágil, tan perdida
En aquel bosque umbrío y traicionero!
Te pidió ayuda y le ofreciste el brazo.
Ojos brillantes y en el pelo un lazo,
Anhelaba el octavo casillero
Que habría de otorgarle la corona.
Y entonces te inundó una gran tristeza:
«He de ser otra vez sólo una pieza
Si Alicia, por ser reina, me abandona».
La acompañaste por la senda amarga
Conducente a su luz y a tu derrota,
Haciendo de bufón, de viejo idiota,
Por no hacerle cargar tu triste carga.
Culminó la partida y te alcanzó,
Solitario y oscuro, tu final.
Tu reina fue feliz; después, durmió.
Sois sueños en un sueño intemporal.
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Contactar con el autor:
jantor[at]teleline.es
Ilustración poema:
Alicia Pleasance Liddell, fotografía por
Charles Lutwidge Dodgson (1832-1898) [public domain].
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