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El boletín de La Casona
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Gustavo Arias


FIESTAS:

Marcelino Convidado de Piedra se convierte como por arte de magia en una singular pieza de bisutería danzante, que satisface a la más exigente de las mujeres, en una fiesta a la que nadie fue invitado porque surgió espontáneamente por el irradiar del flujo y reflujo de miles de personas anónimas, que de tanto entrar y salir de La Casona, transformaron sus otrora inhóspitas habitaciones en lugares de fiesta perpetua donde, al ritmo de música alegre, se tuercen los cuellos blanquísimos de las niñas, en juegos de collares y pendientes de diversos colores y diseños que constituyen la última línea del prolífero creador Artiomen, quien con igual material confeccionó tapices, cuadros, abanicos y animales decorativos, entre otros artículos que ahora adornan las mugrosas y húmedas paredes de La Casona propiedad de nadie y de todos, junto a viejas maquetas de paisajes vueltabajeros, cuya predominancia temática es el cultivo del tabaco, porque yaguas, fibras y corteza de árboles se transforman en casas de cura, ensartadoras o torcedores de los famosos habanos de la zona.


YO:

Yo, vinculado a la cultura como actor, incursioné en las artes plásticas mediante la confección de juguetes especialmente diseñados para La Casona, con sencillos mecanismos que ponen a pelear gallos y tiovivos. Aprovecho La Casona para exponer mis nuevas obras, en tanto mi muñequito acróbata puede adquirirse en la habitación 338, 4.º Piso, por la módica suma de dos dólares canadienses. Hay que hacer notar la precisión infalible del pulso que requiere el trabajo con plumas, de las cuales la de pavo da la impresión de campo arado y la gallinuela forma azulados celajes. Mi arte requiere de un olímpico derroche de imaginación, que aquí os muestro materializada en piezas únicas de elevada calidad artística, que avalan mi descomunal prestigio.


GASTRONOMÍA:

El sanguche de queso «Cabrión», que se ofrece en el cuarto 4896 del 3.er subsuelo de La Casona es digno de saborear. Además de costar tan solos siete peniques este queso de cabra, nos permite mantenernos en pie durante más de 10 horas sin necesidad de defecar. Igualmente omnipresente, el sanguche de queso blanco, se ofrece a catorce denarios en la habitación 7 del subsuelo, 2bis; se trata de un queso fresco de vaca, raras veces de cabra, sazonado con sal, pimienta y cebolleta o con azúcar y con crema. El «Séchon Beaujolais» es un queso refinado y sin grasa que también está en oferta en el mismo sector, junto al «Fourme Beaujolaise», un queso cremoso muy fino y los «Pierres Dorées» que son quesos secos con forma cilíndrica, que también pueden ser utilizados como consoladores para señoronas fatigadas y homosexuales solitarios y muy ancianos.


CHARCUTERÍA:

Antes, en la granja de La Casona, cada campesino tenía un cerdo, que se mataba el día de San Antonio. Aunque esta práctica se ha extinguido casi del todo, no se ha dejado de disfrutar en este espléndido paraje, de la carne de cerdo bajo todas sus formas. La morcilla (sangre + sémola + cebollas + espinacas + nata), que se ofrece al visitante y que se come con manzana o con patatas. La salchicha de cerdo puro cruda, bajo diversas formas, está presente en todas las comidas. La «Jesús» es una salchicha enorme y de forma un poco cónica. La «Rosette», comparada con la anterior, es bastante alargada. La salchicha para cocinar y su variante el «Sabodet», se cuecen al orujo de uva y es regada con paraíso. Es muy conocido el día de la fiesta del paraíso en el mes de octubre. Los «grattons» son los aperitivos de toda la gente: nadie podría resistir a la tentación de estos taquitos de tocino de cerdo. «Del cerdo nada me pierdo: el torrezno, los pies, el rabo, etc.», y además, produce bastante paté. La Señorita Silvia Rhauiehd, habitual de La Casona, nos comenta: «Siempre que voy a La Casona con mi novio, trato de consumir todas las cosas ricas que allí ofrecen, porque son muy ricas en verdad, y a veces no sé si voy a La Casona para bailar y divertirme con amigos o bien, solo para comerme la morcilla..., blu blu blu...» (un mozo que pasaba por allí le tapa la boca de un pijazo).


FLORA Y FAUNA:

La Casona ha sabido proteger su fauna, que es abundante. Liebres, conejos salvajes, corzos, jabalíes, faisanes, patos salvajes, perdices (que vuelven en gran cantidad en la temporada estival, tordos, etc.). Todo este pequeño mundo puede acabar gloriosamente, si las autoridades insisten en transformar a La Casona en un centro cultural a cargo del Municipio. La Casona está enclavada en el corazón mismo de una región arbolada, apropiada para la cosecha de champiñones, mízcalos, trompetas de la muerte, chanterelles, setas y caracoles. En el lago que bordea La Casona se pesca la trucha, el gobio, el alevín de gobio, la tenca y la carpa. La lijadora y el bagre gigante. Pero la reina es la rana, estrella local que se pesca en el embalse de la habitación N.º 873 Piso 10.


NOCHE VIEJA:

El cardo, preparado con tuétano, acompaña los platos en la celebración de la Noche Vieja que año tras año se celebra en La Casona. En el capítulo de las verduras, mencionemos la excelencia de los nabos más conocidos hoy día por su caldo, cultivados por exquisitas enanas húngaras en la huerta del 12.° subsuelo.


CONFERENCIA:

En la habitación 129 Piso 6, el Dr. Anatolik Serguei Guregsb dará una charla el próximo jueves a las 02:00 A.M., sobre las propiedades farmacológicas y terapéuticas de la Aloe vera L. en el tratamiento de las crisis de colitis ulcerativa idiopática, y en el tratamiento de la prevención de las recaídas durante el período de remisión de la enfermedad en pacientes portadores de dicha entidad atendidos en el Hospital Docente Mariscal Himmler, que se encuentra en la habitación 75 del 8.º, piso de La Casona. En efecto, el Dr. Guregsb comprobó mediante anamnesis, evaluación endoscópica periódica, así como confirmación estadística posterior, las propiedades terapéuticas de la planta en los períodos de crisis de la enfermedad donde casi la totalidad de los casos habidos en La Casona, se curaron en un período no mayor de 7 días y el resto no sobrepasó los 15 días de evolución, concluidos los cuales, los pacientes pudieron volver al baile y a sus tareas habituales. El arancel de la Conferencia es de 300.000 australes.


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garias[at]fibertel.com.ar

ILUSTRACIÓN RELATO:
Fotografía por Pedro M. Martínez ©